Políticos y organizaciones sociales salieron a cuestionar la decisión del Gobierno de la Ciudad de instalar contenedores de residuos antipobres. Se tratan de depósitos “inteligentes” que sólo se abren con una tarjeta magnética, impidiendo así que las personas los abran, entre otras cosas para revolver basura, en medio de una crisis socio–económica que no cesa. Bajo la gestión del propio macrismo, que impulsa la medida restrictiva, el número de indigentes se elevó a más del doble.  

Este martes, los integrantes de la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCYR-CTEP) realizan una protesta en Corrientes y Callao, en rechazo de la instalación de los contenedores con cierre magnético que instaló el Ejecutivo porteño, donde la peatonalización de la avenida Corrientes representó el primer ensayo para el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.

De acuerdo a las palabras de Eduardo Macchiavelli, ministro de Espacio Público de la Ciudad, estos “contenedores easy” servirán “para evitar que se la gente se meta y saque basura. Y así va a mejorar mucho la limpieza de la avenida (Corrientes)”. Ahora sólo los podrán abrir los “frentistas”, con unas tarjetas magnéticas que les serán entregadas por Ciudad, apoyándolas en la tapa del contenedor y apretando un botón. Una vez que se cierra, la tapa queda bloqueada. Las personas “no autorizadas” no podrán acceder a ellos. “Estos contenedores son un ataque al trabajo de los miles de cartoneros que buscan material para reciclar y es a la vez, una medida totalmente discriminatoria que busca esconder el problema de la pobreza en lugar de resolverlo. De la misma manera, viene creciendo la persecución a cartoneros independientes que no forman parte de las cooperativas y recorren las calles buscando un sustento”, denunciaron desde FACCYR. Y se preguntan “¿Cuánto dinero cuestan estos modernos contenedores? ¿No sería mejor utilizar esos recursos para aliviar la situación de miles de personas que están sufriendo la crisis económica y encuentran un sustento en la basura?”

FACCyR exigió el inmediato retiro de los contenedores con cierre neumático: “En momentos de crisis y hambre es necesario más solidaridad. Basta de políticas cosméticas que buscan esconder a los pobres”. En el mismo sentido habló el titular de la CTEP, Juan Grabois, quien anticipó que la gente los va a romper para comer.

La repercusión también llegó a la Legislatura porteña. La diputada Andrea Conde (Unidad Ciudadana) presentó una declaración de repudio a la instalación de 18 contenedores con tarjetas magnéticas en la calle Corrientes: “La respuesta de Larreta a la caída de 198.000 personas en la indigencia anunciada el mes pasado en la Ciudad es poner tarjetas magnéticas en los contenedores. Su gobierno es una fábrica de hacer pobres y lo que le preocupa es que no revuelvan la basura. Es perverso», afirmó.

Sin embargo, la medida parece encuadrar con la matriz ideológica del Pro desde sus inicios. Así hablaba en una nota con el diario La Nación en 2002, cuando se candidateaba a jefe de gobierno:

-Uno de los temas que más preocupan a los porteños es el de los cartoneros. ¿Qué propone usted al respecto?

-Un nuevo diseño ambiental. Hay crisis en el manejo final de los residuos y el cirujeo es un descontrol absoluto. Formar cooperativas no resuelve nada. Este es un negocio millonario y los cartoneros tienen una actitud delictiva porque se roban la basura. Además, no pagan impuestos y la tarea que realizan es inhumana. En otras sociedades, el tratamiento de la basura se hace en lugares cerrados, con elementos, con gente contratada ad hoc.

-Pero habla de una sociedad ideal. ¿Qué solución encuentra para la recolección informal dentro de la realidad porteña actual?

-Los recolectores informales no pueden estar en la calle. Los vamos a sacar de la calle.