A pesar de todo lo negativo, la pandemia sirvió para algo: el renacer de la ciencia nacional, que venía de estar castigada los años anteriores. En poco tiempo se avanzó con enormes desarrollos tecnológicos. Uno de ellos: el ya clásico «barbijo del Conicet», de los que mejor prevenían en el mercado. No solo fue un éxito público-privado en materia de investigación, sino sobre todo en ventas. Eso le permitió a la empresa Atom Protect continuar con otros desarrollos prácticos. En ese contexto, lanzó en las últimas horas su última línea: las colitas repelentes de piojos.

Tanto los barbijos como las colitas son “nanotecnológicos”, el primero elimina de manera contundente el contagio del virus del SARS-Cov-2 y el último continúa el mismo camino, pero para prevenir la chance de contagio de piojos, tanto en niños como en adultos. En el verano también presentaron gorras y cuellos repelentes para combatir la pediculosis, y las colitas (que ya tuvieron primeros desarrollos) suman ahora nuevas líneas. 

El trabajo, en conjunto con la empresa Kovi, genera una barrera protectora que evita el contagio y la pediculosis. Alan Gontmaher, titular de Kovi, destacó el aporte de la ciencia y la tecnología para la resolución de problemáticas cotidianas, en un sector como el textil, con poca orientación a la aplicación de innovación y conocimiento científico.

“La idea surge de aplicar la ciencia a las problemáticas más recurrentes que tenemos en la vida cotidiana y cómo nosotros, a través de un textil, podríamos darle una función, tal como hicimos con el barbijo”, explicó en una entrevista con la Agencia de la Universidad Nacional de Quilmes. 

La iniciativa busca aprovechar el éxito de los barbijos, que en la contingencia de la pandemia demandó el acercamiento a institutos de investigación y a universidades nacionales, como la Unsam y la UBA.

En esta oportunidad, la pyme textil reconvirtió parte de sus telas en colitas para cabello, con un sistema de repelente de piojos. Los testeos fueron realizados por científicos y científicas del organismo que analizaron los resultados. Son de material reciclable, el efecto dura 30 días, no tienen olor ni es necesario lavarlas.

Los productos se pueden adquirir en su propia web, hay de diferentes colores, y los precios van desde unos 580 pesos por unidad a poco más de 1000 las dos o cuatro unidades.

El funcionamiento

Una vez colocada, la colita con la tecnología de Atom-Protect crea una un campo de protección que previene que los piojos se acerquen al pelo. 

La empresa aconseja primero lavar el pelo y pasar el peine fino hasta eliminar los piojos de la cabeza. Una vez que se encuentra libre de piojos, ahí recoger el cabello y atarlo con la colita. En cabellos muy largos recomiendan usar dos colitas a la vez.

Desde el punto de vista epidemiológico, se sabe que la población más afectada a la pediculosis son los varones y las niñas de entre 3 y 13 años, que asisten a jardines y a colegios primarios. 

Las nenas son las que poseen mayor grado de infestación, tener pelo más largo, algo que dificulta el control, y también por el tipo de juegos acercándose las cabezas es en jardines y primaria donde más se contagia.

Según sus creadores, con estas colitas los piojos se ahuyentan y se impide el recontagio. Claudia Vassena, directora del Centro de Investigaciones de Plagas e Insecticidas perteneciente a la Universidad Nacional de la Defensa (UNDEF), al Centro de Investigaciones para la Defensa (CITEDEF) y al Conicet, contó tiempo atrás: “Lo más importante que debemos saber es que nunca deben utilizarse productos veterinarios para las cabezas de los niños, tampoco querosene, de ninguna manera”.

“Nos dedicamos hace más de 40 años al estudio de insectos y plagas como vinchucas y mosquito, y hace más de 25 empezamos a trabajar también con piojos por el problema sanitario que significa –continuó–. Durante el año pasado, la empresa Atom decidió reconvertir y empezó a impregnar las colitas con repelente, ahí fue cuando nos contactaron y lo que hicimos en el laboratorio fue evaluar la efectividad”.

“El piojo no salta de la cabeza, el niño sin piojos debe tener la colita en la cabeza y lo que hace es repeler que lleguen”, explicó. Y apuntó que hay algunos cuidados a tener en cuenta: «por ejemplo, no se puede sumergir en el agua de las piletas, los productos que tienen deterioran el repelente y las telas. El período aproximado de efectividad es de 30 días”.

Millones

Kovi lleva fabricados más de 10 millones de barbijos Atom Protect y facturó una cifra superior a los $1500 millones de pesos. Pero hoy, post pandemia, los tapabocas representan apenas el 10 por ciento de su producción. 

Con las colitas proyectan producir 300 mil colitas en una primera fase. En diálogo con el sitio científico Periferia, uno de los integrantes del equipo, Andrés Burak, resaltó: “Los barbijos nos permitieron una relación con las universidades y el Conicet, y hoy nosotros seguimos vinculados. Porque de por sí ellos tienen personal súper calificado en todo lo que es investigación, desarrollo y ensayos. Son instituciones de mucho prestigio y por ejemplo, al realizar un ensayo con ellos tenemos la tranquilidad que se requiere para ofrecer el producto en el mercado”

“La vinculación con estas instituciones la vemos como algo muy positivo. Hay que sintonizar entre los tiempos de unos y otros para lograr la mejor sinergia y los mejores resultados”, completó.