Gabriel Guillermo Lencina cumple una condena de 22 años y 2 meses en la cárcel de Piñero por dos homicidios y una tentativa de homicidio y está señalado como miembro de la banda de Hernán Lichi Romero, también detenido y jefe de una banda narco con base en Nuevo Alberdi. Es el preso al que cuatro personas fueron a buscar durante la noche de este martes al Hospital Provincial de Rosario, donde iba a ser atendido, aunque no está claro si para rescatarlo o asesinarlo como una de tantas venganzas cruzadas de los grupos delictivos. En esa acción violenta, los intrusos asesinaron al subinspector de policía Leoncio Bermúdez, quien cumplía tareas de vigilancia en la puerta del centro de salud, y balearon a una enfermera.

Gabriel L. tiene 29 años, y según el Servicio Penitenciario tiene un comportamiento “ejemplar” en la cárcel y “buena conducta”. Quedó privado de la libertad para cumplir su larga condena en septiembre de 2013, y pasó por varios lugares de detención. Aún le queda mucha por transitar: su salida, si no hay reducción de pena, será el 9 de noviembre de 2035, pero puede pedir libertad condicional en junio de 2028.

Su jefe en el mundo delictivo es Lichi Romero, quien purga una condena como líder de una asociación ilícita y a quien le pesa otro pedido de 28 años de prisión por el secuestro e intento de asesinato de un hombre al que capturaron en la puerta de su casa y dieron por muerto después de mantenerlo en cautiverio y dispararle en una ruta. Según la acusación, Lichi dio las órdenes desde su celda, y por videollamada.

A Lencina lo condenaron como instigador del asesinato de Jorge Nicolás José en la madrugada del 23 de febrero de 2020. Los fiscales probaron que fue quien llamó a otra persona, también condenada –Gastón Fabián Núñez– para que coordinara un encuentro con la víctima en Génova y Colombres, cerca de donde el asesinado se había mudado con su madre y abuela tras sufrir un ataque a balazos. En la esquina de la cita, a José le dispararon al menos cinco veces desde un auto. Cuatro balas le impactaron en el cuerpo, una de ellas en el pecho, y murió en el lugar.

A Lencina lo calificaron como instigador del crimen, y por el mismo aceptó hace tras años una condena a 11 años y medio de prisión que se unificó con otra anterior para sumar los 22 años y dos meses que purga. La trama de ese asesinato tuvo como trasfondo una deuda por drogas.

Antes de su ingreso al Hospital Provincial en el que asesinaron al policía, tuvo otro traslado por razones de salud: estuvo internado en la sala penitenciaria del Hospital Cullen, en la ciudad de Santa Fe, desde el 24 al 28 julio de 2020.

Buscan a los culpables

La justicia santafesina procura avanzar este miércoles con la identificación y la detención de los cuatro hombres que anoche irrumpieron armados en el Hospital Provincial de Rosario y asesinaron de un balazo en la cabeza a un policía e hirieron a una enfermera. Hoy la guardia del hospital permanece cerrada. A las 9 habrá un abrazo de trabajadores de la salud a la institución.

Así lo consignaron fuentes policiales y judiciales, quienes indicaron que el efectivo asesinado fue identificado como Leoncio Bermúdez, un subinspector de la Policía santafesina, de 42 años.

En tanto, una enfermera de 50 años resultó herida en las extremidades inferiores y se encontraba esta mañana internada en observación en el mismo hospital.

De acuerdo con lo consignado por los informantes, los cuatro atacantes habían irrumpido cerca de las 21.30 en el Hospital Provincial, ubicado en el macrocentro de la ciudad, por el sector ubicado sobre la calle Zeballos al 400, donde se encuentra instalada una garita policial.

Según la pesquisa, los individuos armados se presentaron por el sector de la guardia, pidieron permiso para ingresar al baño y, cuando se los negaron, irrumpieron a la fuerza, exhibiendo armas.

Efectivos del Servicio Penitenciario que se encontraban en uno de los pasillos custodiando a un interno de la cárcel de Piñero enfrentaron a los agresores. Cuando éstos se disponían a escaparse por la calle Zeballos se toparon con un policía de la provincia de Santa Fe que cumplía funciones de guardia y le dispararon.

Violencia en Rosario.
Foto: Telam

El subinspector Bermúdez cayó en el lugar y fue trasladado malherido al hospital de Emergencias, donde los médicos constataron que presentaba dos impactos de bala en la cabeza -uno en el rostro y otro en el cráneo- que le originaron la muerte a poco de su ingreso a ese centro asistencial, añadieron los informantes.

Según algunos testigos del hecho, los hombres armados escaparon a bordo de un auto Fiat Uno en el que habían llegado.

Inmediatamente, fue desplegado un amplio operativo para localizarlos, que continuaba esta mañana sin resultados positivos.

En declaraciones formuladas a la prensa, el ministro de Seguridad de Santa Fe, Claudio Brilloni, señaló que los hombres “buscaban a un interno de la cárcel de Piñero que estaba internado bajo custodia del Servicio Penitenciario Provincial”.

“Se trata de un hombre que ingresó anteayer con tuberculosis”, relató respecto de la situación del condenado a 22 años de prisión acusado de cometer tres homicidios.

“Aún no sabemos porque se trata de una investigación en curso si es que los hombres armados ingresaron para sacarlo del hospital o para matarlo”, apuntó el funcionario en declaraciones realizadas hoy a Radio2.

Además, indicó que “el interno fue dado de alta hoy y ya fue trasladado nuevamente a la cárcel de Piñero”.

El caso es investigado por la fiscal de Homicidios Dolosos, Gisela Paolicelli, quien ordenó una serie de medidas que apuntan a determinar la mecánica del hecho e identificar a los atacantes.

Con el crimen del policía, Bermúdez ascienden a 228 los crímenes registrados en lo que va del año en el Departamento Rosario.