La preocupación por los incendios en el delta del Paraná obligó a los legisladores a reflotar el debate por la Ley de humedales que había quedado trunco en el Congreso de la Nación. Tras un pedido de emplazamiento, el tratamiento comenzará el jueves 22 en un plenario de las comisiones de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano, de Agricultura y Ganadería, y de Presupuesto y Hacienda, presididas por los diputados Leonardo Grosso (FdT), Ricardo Buryaile (UCR) y Carlos Heller (FdT).

En el último tiempo se presentaron alrededor de diez proyectos, de los cuales tres corresponden al oficialismo, tres son de JxC, dos del interbloque Federal, uno del Frente de Izquierda y uno del interbloque Provincias Unidas. Incluso, el gobierno nacional prometió enviar su propia iniciativa.

La problemática tiene larga data en el parlamento, de hecho el primer proyecto que solicita presupuestos mínimos a nivel nacional para promocionar la conservación, el uso sostenible y la restauración de los humedales se presentó en 2013 en el Senado, pero la Cámara revisora no lo aprobó. En 2016 sucedió lo mismo y desde allí se han presentado una cantidad de proyectos de espíritu similar pero que perdieron estado parlamentario, lo último sucedió en 2021.

El debate gira en torno a regular las actividades que se realizan en esos ecosistemas –que representan el 21% del territorio nacional– como la agroganadería, la megaminería y la explotación inmobiliaria. Por esta situación el asunto divide aguas que, en este caso, no son partidarias sino entre los legisladores que son más ambientalistas  y los que defienden las actividades productivas en sus provincias. 

Sobre este punto en particular, Grosso opinó: «Es imperioso regular la actividad humana dentro de los humedales con el propósito de conservar la biodiversidad y ese espíritu está plasmado en el proyecto, en el cual dejamos claro que no hay dicotomía entre ambiente y desarrollo. Lo que sí hay es una gran diferencia entre ambiente y destrucción, pero podemos llevar a cabo actividades que no dañen el ecosistema». En declaraciones a la prensa, señaló que «desde hace más de 10 años que la política tiene una deuda en la regulación de los humedales y como consecuencia en la protección de los recursos naturales».

El santafesino Roberto Mirabella (FdT), que participó el jueves en el Parlamento de un encuentro con intendentes de distintas localidades de su provincia, se mostró cauto sobre retomar el tratamiento de los múltiples proyectos de humedales en Diputados: «Es un avance, pero no va a solucionar definitivamente el tema de los incendios. También es central el funcionamiento de la Justicia, que no ha sido el que desea la sociedad santafesina. El Poder Judicial no estuvo a la altura de las circunstancias, su accionar fue lamentable. Las denuncias vienen desde hace 15 años, si se hubieran puesto multas a quienes tienen este tipo de prácticas, nos hubiéramos ahorrado mucho tiempo», expresó.

Desde el socialismo también se pronunciaron los diputados Enrique Estévez y Mónica Fein. «Hay que saldar como sociedad un debate en torno a cómo vamos a cuidar y proteger nuestro ambiente para no tener que sufrir en un futuro inmediato catástrofes ambientales, no podemos perder de vista que son los sectores más vulnerables quienes las sufren», sostuvieron.

Desde la oposición, también el radical Buryaile comentó a Tiempo: «Nosotros acompañamos una Ley de humedales, pero siempre con una visión de compatibilizar lo ambiental con lo productivo, vamos a hacer hincapié en la definición de humedales, creemos que es positivo el inventario». «La ley de humedales no va a solucionar el problema de los incendios, porque el problema es de gestión y de conciencia», agregó.  «