La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) finalizó el cierre del IX Encuentro Nacional y anual de familias víctimas de la tortura y otras violencias estatales. Se realizó durante tres días en el complejo hotelero que este organismo tiene en la ciudad balnearia de Chapadmalal, hicieron talleres, proyectaron documentales y charlas colectivas.

El lema fue “Sin Memoria, Verdad y Justicia no hay Libertad”, en relación a 40 años del retorno de la democracia, que está bajo amenaza en el contexto político actual. El evento estuvo dirigido por la directora general del organismo provincial Sandra Raggio y el secretario ejecutivo Roberto Cipriano García.

Fue un momento en el que las familias se abrazaron y se encontraron entre ellas, “porque sabemos que el Poder Judicial no nos quiere dar justicia”, es por eso que “de esta manera nosotros construimos una justicia popular, de resistencia y lucha”. Es inmensurable el número de pibas y pibes asesinados por balas policiales que, para los jueces, “fueron balas legales”.

Durante todo este fin de semana miles de personas se reunieron en una enorme carpa, luego se dividieron en decenas de grupos que se dispersaron por todo el predio e hicieron talleres en los que trataron distintas temáticas y violencias. Mientras tanto, para que las madres y padres puedan participar, las profesoras armaron actividades para las infancias.

Criminalidad policíaca

“Vine a escuchar las charlas grupales para ver cómo seguimos adelante con nuestros reclamos”, contó Roberto Enrique Arias, padre de Daiana Abregú, asesinada por la policía, a Tiempo. Continuó expresando que a pesar de “tanta tristeza que sentimos, es un momento muy lindo para nosotros, porque estamos todos juntos, compartimos en común el dolor y muchas cosas que nos pasan”.

Participa del encuentro anual junto a su esposa y nieto, “que es el hijo de mi hija que fue asesinada en una comisaría de la ciudad de Laprida hace un año y seis meses”, recordó Arias, muy angustiado. También explicó que el tiempo va pasando y “vamos conociendo a muchísimas familias que también padecen la terrible situación que nos tocó vivir a nosotros”.

También participaron personas que trabajan en puntos de recepción de denuncias en los barrios, como lo hace Olga Cena: “Me encargo de recibir las denuncias de personas que sufren distintas violencias estatales y se las paso a las compañeras y compañeros de la Comisión Provincial por la Memoria, así taman contacto con las víctimas e investigan los casos”, detalló la mujer.

Los talleres fueron sobre temas de cárceles, torturas, gatillo fácil, consumos problemáticos y de distintas violencias estatales; lo que las familias sufren a diario. Expusieron las problemáticas de las 17 provincias que participaron y los 8 distritos. También estuvieron presentes 150 personas de Sitios de Memoria de distintos puntos del país.

Unirse para hacerse fuertes

Horacio Cagliero, padre de Diego, un joven músico y militante que fue asesinado por la Policía Bonaerense dijo: “Venimos a unir nuestras fuerzas, por todos los casos de violencia estatal que hubo y sigue habiendo en todo el país, es aportar un granito de arena a este reclamo histórico”, señaló el hombre.

“Sentimos mucho dolor y, a la vez, es lo que nos une tan fuerte para seguir luchando”, aseguró Cagliero. Además, subrayó que “todos los que estamos acá presentes sufrimos mucho, porque las fuerzas de seguridad nos arrebataron a un ser querido”. 

Realizaron charlas colectivas y ahondaron en lo que significa que un policía mate a una persona con un arma que le da el Estado. Hablaron sobre la necesidad de trabajo digno que existe en los barrios y que aqueja a la población en su conjunto.

Las familias atravesadas por el dolor

Florencia Sánchez, es hermana de Leandro Bravo, quien fue asesinado por la policía en el pueblo de Charata, provincia de Chaco: “Estamos participando de la actividad junto a mi mamá, es la primera vez que venimos”, contó la joven.

“Para nosotras es muy importante poder estar acá, no solo porque podemos encontrarnos con otros familiares que también están sufriendo y atravesando la misma situación que nosotras, sino porque entendemos que estos espacios son trincheras de lucha y resistencia”, expresó Florencia a este diario. Es muy importante seguir “sosteniendo y fortaleciendo lo que hacemos en estos tiempos en los cuales pareciera que la impunidad lo cubre todo”, agregó.

Como familiares de pibes que fueron asesinados por las distintas policías,” nuestro rol es seguir estando acá, compartiendo el diálogo y creando estrategias colectivas para seguir luchando y resistiendo ante un sistema que es totalmente injusto”, señaló la joven.

Actividades realizadas

Mientras tanto en el auditorio del hotel 9 del complejo de Chapadmalal, los integrantes de Sitios de Memoria, proyectaron documentales y concientizaron sobre la importancia de reforzar los símbolos de la democracia en un contexto político tan sensible. También instaron a mantener viva la historia más reciente de la sociedad; que es la última dictadura cívico-militar.

Las madres se reunieron en el parque y realizaron un taller de género. Lo hicieron en el marco del 25 de Noviembre que es el Día Internacional de la Violencia contra la Mujer. Por su parte, los padres estuvieron en un taller de música que componen letras de la militancia que reclaman justicia “por todas y todos los que ya no están”.

Demonización mediática sobre un niño

Alejandra Ciriaco, es la madre de Ismael «Coqui» Ramírez, el niño de 13 años de la comunidad Qom que recibió un disparo policial cuando quedó atrapado en medio de un disturbio que se generó tras un supuesto intento de saqueo, en Sáenz Peña, Chaco: “El 3 de septiembre de 2018, mi hijo fue asesinado por un ex policía federal que custodiaba un supermercado en el barrio obrero, le pegó un tiro en el pecho”, recordó la mujer, muy angustiada. 

“Los medios de comunicación locales lo demonizaron, él era un nene, lo acusaron de ser un delincuente”, enfatizó Alejandra. También recordó que su maestra, Patricia, “salió a pelearse públicamente con todos los periodistas, para que dejen de informar tantas barbaridades sobre mi hijo”.

“Porque ella conocía muy bien a ‘Coqui’ y sabía que era un niño inocente”, remarcó la mujer. Sin embargo, el policía asesino sigue libre. “Estoy acá para abrazarme y llorar juntos a las demás familias que también sufrieron hechos similares”, finalizó.