El Operativo Aprender 2016 debutó con un fuerte rechazo en escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires. Mientras tanto, docentes y padres entregaron un petitorio con más de mil firmas en el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación en repudio a esta evaluación a maestros y alumnos de primaria y secundarias públicas y privadas de todo el país. Hay escuelas tomadas, marchas y paros docentes en distritos como Santa Cruz. El presidente Mauricio Macri, aseguró que “los resultados nos van a servir para saber dónde estamos y qué es lo que tenemos que mejorar”.

Aprender apunta a chicos de 6º de Primaria (Lengua y Matemática) y los del último año de Secundaria (en este caso se suman Ciencias Sociales y Naturales). También preguntaban cuestiones fuera de lo curricular. Por ejemplo, si alguien de su familia recibe Asignación Universal por Hijo u otro programa social, o si los maestros “se enojan con ustedes” o si “te escuchan”. A la última dictadura cívico–militar la denominan “régimen instalado desde marzo de 1976”. Las preguntas son múltiple-choice y son las mismas para los chicos de todo el país. 

En total el universo a analizar llegaba a los 1.400.000 alumnos de 31 mil escuelas, aunque no todos fueron. Hoy los colegios no tenían clase para que los chicos asistieran exclusivamente a las pruebas, pero no fue suficiente. Según datos aportados por las comunidades educativas de establecimientos públicos de la Capital Federal, el rechazo fue contundente:   

– Normal 1 Distrito Escolar 1: 30 de 90 alumnxs de 6º, Normal 7 DE 2: 10 de 42 alumnxs, Normal 8 DE 6: 4 de 30 turno mañana, Escuela 1 DE 4: 2 chicos de 24, Escuela 1 DE 5: 5 sobre 58, Escuela 4 DE 5: 4 alumnxs de un total de 54, Escuela 6 DE 5: 6 alumnxs de 50, Escuela 25 DE 5: 0 de 45 de 6º, Escuela 4 DE 6: 6 alumnxs de 23, Escuela 15 DE 6: 15 de 42 alumnxs, Escuela 6 DE 7: 0 chicos en 6º, Escuela 1 DE 11: 12 de 51 alumnxs, Escuela 2 DE 11: 8 de 36, Escuela 3 DE 11: 15 de 23, Escuela 4 DE 11: 15 de 54, Escuela 5 DE 11: 3 de 25 en turno mañana, Escuela 6 DE 11: 31 de 42, Escuela 7 DE 11: 12 de 28 turno mañana, Escuela 8 DE 11: 8 de 16 turno mañana, Escuela 9 DE 11: 10 de 30 alumnxs, Escuela 10 DE 11: 4 de 30, Escuela 11 DE 11: 15 de 23, Escuela 12 DE 11: 5 de 34, Escuela 13 DE 11: 0 chicos, Escuela 14 DE 11: 10 de 23 alumnxs, Escuela 15 DE 11: 1 de 47, Escuela 16 DE 11: 0 presentes, Escuela 19 DE 11: 0 de 24 en turno mañana, Escuela 20 DE 11: 8 de 26, Escuela 21 DE 11, 5 de 22 turno mañana, Escuela 22 DE 11: 6 de 27 alumnxs, Escuela 23 DE 11: 15 de 24, Escuela 24 DE 11: 17 de 55 de 6º, Escuela 1 DE 12: 2 de 25 de 6to grado, Escuela 15 DE 18: 12 de 43 alumnxs, Escuela 23 DE 18: 23 de 56, Escuela 12 DE 19: 0 chicos. Igualmente no llegaron las cajas con las evaluaciones.  Escuela 19 DE 19: tampoco hubo alumnos. No enviaron aplicador ni veedor. Escuela Media 2 DE 13: los 53 estudiantes se negaron a realizar la evaluación.

Los aplicadores debían ser docentes de otros establecimientos, ajenos a los maestros de cada alumno. Este entrecruzamiento, al que se sumaba evaluaciones a sus propios colegas, generó un amplio rechazo de los profesores, que se mostraron en contra de “pruebas estandarizadas” impulsadas por organismos internacionales como la OCDE, a la que el presidente Mauricio Macri pidió ingresar. La Asociación Gremial Docente de la UBA denunció que detrás de estos exámenes estandarizados está la multinacional Pearson PLC (la misma que ideó las pruebas PISA), una firma inglesa que en 2013 “enfrentó juicios por conflictos de intereses al producir materiales educativos para estudiantes y diseñar a la vez sus exámenes”, apuntaron. 

En Rivadavia y Acoyte, donde se movilizaron docentes, el secretario general de Ademys, Jorge Adaro, habló de esta modalidad como «un golpe a la educación pública» y que «no sirve de ninguna manera para valorar los procesos de enseñanza». El secretario general de Suteba, Roberto Baradel, agregó que «el resultado ya está y la conclusión es que los chicos no aprenden porque los maestros no enseñan. Y entonces hay que avanzar sobre los derechos de los trabajadores, pero también segmentar el sistema educativo de tal manera que la privatización empiece a calar en el sistema de enseñanza pública de la Argentina». 

Una de las denuncias que más se repite es que detrás de este Operativo está la intención de elaborar ranking de escuelas para otorgarles “premios”. Cuando estuvo al frente de Educación en Ciudad, el actual ministro de Educación y Deportes, Esteban Bullrich, había propuesto otorgarle biblioteca o más becas, a los establecimientos que mejor les fuera. En este caso, cada colegio recibirá su “posición final” de los resultados del Operativo, respecto a los demás. En el caso de los chicos, las pruebas son anónimas, pero el propio Ministerio impulsa un sistema de becas para los del último año de secundaria que quieran entrar al profesorado docente, con la condición de obtener buenos resultados en el Aprender. A pesar de que justamente deben ser anónimas.

También podés leer:

>Macri defendió las polémicas pruebas de alumnos

>Tomas un colegio en rechazo al Operativo Aprender 2016