Los tres elementos que indican la gravedad del sobrepeso y la obesidad en Argentina son poco descanso, menos movimiento y que el cuerpo recibe más calorías. Así lo indicó el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García quien además informó que dos tercios de la población argentina padece la enfermedad.

De manera remota, el funcionario participó este miércoles de un plenario de comisiones de Salud y Comercio que debatió el proyecto de ley de etiquetado frontal de los alimentos en el Senado. En ese marco, contó que por sobrepeso y obesidad los argentinos afectados son «dos tercios -un 70% – de la población y en ese punto destacó que en este sentido se pretende lograr un resultado similar al que se tuvo con el consumo del cigarrillo «que disminuyó de un 30 a un 20 por ciento”.

Además, indicó que esta enfermedad es también “un problema de equidad» y consignó que desde el inicio de la actual gestión «este tema es un tema central», razón por la cual «se trabaja en forma coordinada para el etiquetado frontal».

“La especie humana está hoy moviéndose un 30% menos de lo que se movía hace 40 años. La actividad física y el desgaste energético es mucho menor. Otro factor es el sueño, hoy la especie humana está durmiendo dos horas menos de lo que dormía hace 40 años. Y si a eso le sumamos que hay un 30% más de ingreso calórico, claramente existe un cóctel que ya está impactando en el sistema público y la salud”, explicó González García.

Durante el encuentro, en el que se puso a consideración una propuesta unificada que consensuó 13 iniciativas presentadas por distintos legisladores, también expusieron el secretario de Alimentos del ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, Marcelo Alos; la secretaria de Comercio Interior del ministerio de Desarrollo Productivo, Paula Español; Manuel Limeres, administrador nacional del ANMAT; Daniel Funes de Rioja, presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) y hasta el ex ministro de Salud durante la gestión de Mauricio Macri, Adolfo Rubinstein.

Rubinstein recordó que, según encuestas del Ministerio de Salud, “entre 2005 y 2018 hubo un 75% de aumento de la obesidad” en el país, mientras que los datos de 2018 indican que “el 65% de la población adulta tiene sobrepeso u obesidad” y en niños, niñas y adolescentes es el 40%.

Asimismo, expresó que más allá de haber tenido la intención, “lamentablemente” no se pudo avanzar en una ley como ésta durante la gestión anterior. «Es un problema que constituye la principal amenaza a la salud pública de nuestro país”, agregó. El radical consideró “oportuno que Argentina tome un camino, que más allá de que esté alineado a las políticas del Mercosur, desarrolle una política independiente y soberana en este sentido”.

El proyecto, entre otros putos, obliga a las empresas a informar en los productos los contenidos de sodio, azúcares y grasas saturadas o totales, con un sello en forma de octógonos y letras mayúsculas, no inferior al 5% de la superficie del envase. Desde el sector de la industria alimenticia, Daniel Funes de Rioja, presidente de la COPAL dijo:” Tenemos voluntad política. No nos oponemos al etiquetado frontal para proteger e informar al consumidor, siempre y cuando no apunte a la demonización de los productos».