Tras más de dos años alejado del foco mediático, el actor estadounidense Kevin Spacey reapareció en las instalaciones del Museo Nacional Romano, donde interpretó en público un monólogo. Se trató de una presentación sorpresa, ya que el museo la había anunciado a través de su página web, pero sin dar el nombre del intérprete, mencionando apenas que se trataba de un actor ganador de dos premios Oscar. Esta reaparición tuvo lugar pocas semanas después de que la fiscalía de la ciudad de Nantucket (Massachusetts) desestimara los cargos en su contra por una posible agresión sexual que el actor habría cometido contra un joven de 18 años en el año 2016.

Spacey apareció sin anuncios oficiales en la capital italiana el viernes pasado, donde interpretó el monólogo titulado El boxeador, escrito por el poeta y dramaturgo Gabriele Tinti. Dicho texto está inspirado en la escultura Púgil en reposo, obra realizada en bronce con incrustaciones de cobre rojo que data del siglo I a.C. La misma representa a un boxeador sentado, que parece reponer sus fuerzas al final o en una pausa dentro de las acciones de un combate. Tanto las heridas en el rostro de la escultura como la forma en que tiene su cabeza girada hacia un lado y su expresión boquiabierta dan cuenta del cansancio evidente del deportista. Pero al mismo tiempo que la tensión de sus músculos lo siguen mostrando dispuesto a continuar la lucha.  Apelando a un tono épico, el texto de Tinti da cuenta de todo eso, resaltando él carácter heroico del anónimo protagonista.

“Estoy exhausto, hecho pedazos, ¿hasta cuándo resistirá mi cuerpo? ¿Cuántos golpes se pueden soportar […] Sacudí el país, hice vibrar las arenas, destrocé a mis oponentes. Encendí la oscuridad, recogí insultos, forcé aplausos. No todos sabían cómo hacer eso”, dice el poema en algunos de sus pasajes que de algún modo también parecen remitir a la caída y reaparición del propio Spacey. Sin embargo se trata de una pieza escrita muchos años antes de que los hechos que comprometen al actor tomaran estado público y ya tuvo anteriormente otros intérpretes, como los actores Roberto Davi o Franco Nero. Cualquier conexión entre ambas historias surge de las lecturas personales que se pueden hacer de ella.

El monólogo fue interpretado por Spacey en dos ocasiones durante la tarde del viernes. La primera junto a la propia estatua, frente a un grupo reducido de personas. La segunda en el patio del museo, cuya amplitud permitió que los espectadores aumentaran hasta sumar 150, aproximadamente. Finalizada esta última representación, el actor dialogó y aceptó sacarse fotos con el público. Por su parte, el poema El boxeador pertenece a una serie de textos escritor por Tinti que toman como inspiración a diferentes esculturas famosas del período helenístico clásico, como El Discóbolo, el Atleta de Fano o el Gálata suicida.

La reaparición de Spacey en Europa luego de que se conocieran las acusaciones que acabaron con su carrera en Hollywood, recuerda a los casos de otros “exiliados” de de la Meca del Cine que buscaron refugio en el viejo continente. Basta recordar los de los prestigiosos cineastas Woody Allen y Roman Polansky, quienes al otro lado del Atlántico encontraron un territorio en el cual continuar con su obra y  al mismo tiempo conservar su libertad. El polaco instaló su residencia en Suiza durante la década de 1970, luego de que en 1977 fura encontrado culpable de mantener sexo con Samantha Geimer, quien en ese momento era menor de edad. En 2010 Polanski sumó una segunda acusación por abuso. 

El caso del neoyorquino resulta más complejo, ya que la acusación de abuso la realiza Dylan, una de las hijas que Allen tuvo en su matrimonio con la actriz Mia Farrow. La joven, hoy mayor de edad, sostiene que su padre abusó de ella cuando era niña. Aunque la acusación volvió a tomar fuerza con la aparición del lema #MeeToo, la acusación había tomado estado público a mediados de los años ’90, durante el divorcio de Allen y Farrow. Desde entonces, igual que ocurrió con Polanski, la carrera del cineasta se desarrolló casi complemente en Europa, filmando en Inglaterra, Francia, España e Italia. Este último país también fue el territorio elegido para reaparecer en público por Spacey, quien todavía es investigado por otros casos de abuso sexual.