Cuando en las asambleas ambientalistas de Chubut comenzaba a invadir la desesperación ante una votación legislativa que amenazaba con convertirse en derrota, un informe técnico-científico apareció como una “bocanada de aire fresco” y, sumado a la gran movilización popular y a una resolución judicial, contribuyó a frenar el avance de la megaminería en esa provincia, donde la lucha sigue.

El estudio fue elaborado por una mesa técnica conformada por investigadores del Centro Nacional Patagónico (Cenpat) y del Conicet y fue remitido el miércoles a la Legislatura chubutense. El documento desaconseja la instalación de un proyecto minero en los departamentos de Gastre y Telsen y advierte sobre los peligros de la megaminería para la cuenca del río Chubut, en un marco de cambio climático y falta de gestión ambiental estatal.

“Aplaudimos de pie al Conicet cuando vimos eso. Estábamos muy desesperados hace dos días. Veíamos que, a pesar de todos los escándalos, corrupción incluida, decían que los votos los tenían”, contó Pablo Lada, vecino de Trelew y militante ambientalista. “Sentimos como una bocanada de aire fresco del lado de la ciencia. Muchos de los argumentos que nosotros decimos están ahora en un documento técnico científico donde repasan cuestiones sociales y ambientales y piden que retiren el proyecto. Hablan de las escasas fuentes de agua, de cómo por el cambio climático hay modelos que dicen que el caudal del río va a bajar y esta actividad va a impactar”, enumeró Lada, en diálogo con Tiempo.

Además de desarrollar la falta de agua en varias zonas de la provincia, el estudio resalta el rol de los acuíferos subterráneos y advierte que podrían contaminarse. “La megaminería representa un escenario de amenaza, frente a un sistema ambiental vulnerable que cobra especial relevancia cuando se trata de una provincia donde los recursos hídricos superficiales son escasos”, concluyeron las y los científicos en un informe de 22 páginas.

El documento es lapidario contra el proyecto “Desarrollo Industrial Minero Metalífero Sustentable de la Provincia de Chubut”, enviado por el gobernador, Mariano Arcioni (Chubut Somos Todos), a la Legislatura provincial en noviembre. A fines del año pasado la sesión para tratarlo de forma exprés se cayó por la movilización popular. Estaba pautada otra sesión para este viernes, pero volvió a frenarse por el reclamo popular, en medio del impacto del informe científico y un fallo judicial que dictaminó la suspensión del tratamiento legislativo. “Se cayó la sesión diciendo que iban a juntar los votos para la siguiente semana, pero no creo que lo consigan, aunque el gobierno pueda apelar. Hay una desesperación por sacarlo antes del período ordinario. Pero está muy deslegitimado el gobierno”, consideró Lada.

La movilización en contra de la nueva sesión creció en los últimos días –replicando la que frenó la sesión anterior-, y coincidió con la marcha ambientalista de cada día 4 en Chubut, que recuerda el contundente “No a la Mina” de 2003. Tras la caída de la sesión de hoy, según se supo en las asambleas, había mucho enojo en la gobernación.

Este viernes, otro “triunfo” de la lucha ambientalista se sumó al informe científico y la suspensión de la sesión. La jueza Mirta Moreno ordenó desarchivar –en contra del planteo de fiscalía- la causa por falsedad ideológica que denunció la tergiversación de estudios del investigador del Conicet Guillermo Velázquez sobre índices de calidad de vida y minería. El material fue utilizado por la propia gobernación al presentar el proyecto de zonificación en disputa. “Le tergiversaron el estudio diciendo que con la megaminería mejoraba la calidad de vida. Él salió en los medios escandalizado diciendo que su estudio arribaba a la conclusión opuesta: eso lo denunciamos a la justicia. Y también hay una causa por falsedad ideológica por estafa electoral, porque el gobernador hizo campaña en contra de estas actividades y hoy las promociona”, repasó Lada. Tras la decisión judicial de este viernes, celebró: “Creo que queda herido de muerte el proyecto por unos cuantos meses”.