«Caminé más de 25 cuadras y no doy más, me duele todo el cuerpo. Llego al Abasto y me quedo ahí con el aire acondicionado», señala a Tiempo Norma, de 56 años, mientras camina por avenida Corrientes. De la mano lleva a su nieto Matías: “lo traje a saludar a  Lionel, su ídolo”, cuenta. Agitada y con falta de aire, la mujer se quedó bajo la copa de uno de los árboles frondosos que aún quedan en pie sobre esa avenida al 2300, mientras Matías le preguntaba por qué la selección no pasó a tocar bocina por el obelisco. Lo que le sucedió a Norma y a su nieto, tuvo su eco en millones de personas que, tras ir a saludar a la selección de fútbol por su paso por la Ciudad de Buenos Aires, no encontró ninguna línea de subtes abiertas de las seis existentes en todo el distrito porteño. La situación se repite por segunda vez en menos de 48 horas, cuando el domingo millones de fanáticos fueron al obelisco a celebrar la obtención de la copa del mundo. Al igual que este martes, miles de personas deambularon por varias horas por las calles de la Ciudad. Algunas lograron conseguir un taxi, otras se vieron forzadas a caminar cinco, seis y hasta siete kilómetros para llegar a sus casas.

En ambas jornadas, quienes participaron de los festejos, fueron atravesados por la misma sensación: una especie de estado de abandono por parte del ejecutivo porteño que, en lugar de reforzar la movilidad del transporte público, decidió retirarse de la escena y cerrar todas las líneas de subtes, al mismo tiempo que no ejecutó ningún plan alternativo para el retorno a casa de millones de personas. «Voy a esperar un ratito acá hasta recomponerme y luego sigo» agrega Norma mientras le moja la cabeza a su nieto con el último vestigio de agua que le queda en la botella.

Antes, durante y tras el cierre de la jornada de este martes, la avenida Corrientes se convirtió en una pasarela de multitudes que caminaban bajo el agobiante rayo del sol. Lo mismo ocurrió en las diferentes arterias que integran la Ciudad de Buenos Aires: avenida Santa Fe, avenida Rivadavia y el trayecto de punta a punta que componen las terminales de trenes de Retiro y Constitución.

“Lo que hay es una falta de planificación por parte de la empresa EMOVA, y por parte del gobierno de la ciudad. Una planificación que se tiene que dar en función de las necesidades que tienen los usuarios del subte, y del transporte público en general”, explica a Tiempo el metrodelegado Claudio Dellecarbonara. El líder sindical que integra la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro, asegura que esto ocurre no solamente cuando hay grandes eventos multitudinarios como el de este martes y el domingo pasado.

“Esto es algo cotidiano aunque no haya movilizaciones enormes de usuarios. Y tiene que ver con la falta de inversión, la falta de mantenimiento que hace que el servicio no se dé como corresponde, que no tengamos trenes en condiciones, que no se hagan extensiones de las líneas ni haya obras, y que no se planifica en función de la necesidad de tener nuevas líneas de subtes para llegar a otros barrios y poder trasladar a los usuarios más rápido y más seguro”.

Tiempo se puso en contacto con la cartera de Transporte de la Ciudad que dirige Juan José Méndez, para conocer los argumentos sobre el cierre de todas las líneas de subtes del distrito porteño. “La interrupción del servicio se da en el marco del operativo de seguridad. Queremos desalentar las aglomeraciones en espacios cerrados, que son muy riesgosas, y, fundamentalmente, resguardar la seguridad de los usuarios”, lanzaron desde la secretaría de Transporte a este medio. Según los responsables del área, aseguran que “se dieron situaciones durante todo el día de aglomeraciones en estaciones por donde pasan trenes en movimiento y los usuarios quedan expuestos al lado de las vías”. Si bien este martes, el servicio del subte arrancó como lo hace habitualmente, alrededor de las 11 de la mañana, se restringieron varias líneas y “cerca de las 14 se tomó la decisión de interrumpir el servicio ya que estaban colapsando las estaciones”, agregan desde Transporte de la Ciudad y alegan que no tienen contemplado un horario de retorno del servicio de subtes.

Al ser consultados sobre si, ante el cierre de todas las líneas de subtes, existe o tienen en consideración un plan de contingencia, alternativo o paralelo, para que millones de personas que aún están varadas en diferentes puntos de la Ciudad puedan retornar a sus hogares, se negaron a responder.