Camino a su trabajo, Julián se baja en la estación Callao de la línea B. Su paso acelerado es acompañado por un repaso mental de las tareas del día, mientras sube las escaleras para salir a la altura de Av. Corrientes al 1800. Entre los escalones ve un anuncio que le resulta familiar. Se detiene. Piensa. «¿Dónde vi esa frase?». Sigue. Levanta la vista. Al costado de un edificio observa el mismo enunciado. Al llegar a Av. Rivadavia y Callao choca de frente con el monumento a los Dos Congresos envuelto en una tela de cerramiento que tiene ese mismo eslogan. Ya en su oficina mira por la ventana y sobre Av. Entre Ríos ve un colectivo vestido con el mismo lema, mientras la radio lo enuncia: «La transformación no para, Buenos Aires Ciudad». Esta situación la viven a diario las millones de personas que se movilizan en el distrito porteño, pero no sólo ellas: se puede ver u oír el anuncio en medios nacionales, en los partidos de fútbol, en gigantes cartelerías de partidos «amigos» del Gran Buenos Aires y en accesos a la Capital Federal. Es una campaña local que se ha nacionalizado, con miras a la carrera presidencial de Horacio Rodríguez Larreta y que le insume a la Ciudad al menos $12 millones por día.

La desproporción del presupuesto porteño en cuanto a sus prioridades es evidente. «La pauta» encabeza el podio. En los primeros tres meses del año, el Ejecutivo porteño utilizó menos del 2% del presupuesto asignado a Becas Estudiantiles, apenas el 12% a Políticas Alimentarias, y un 0% en “Créditos a la Primera Vivienda”. En el otro extremo, asegura un informe del Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC), «la administración de Rodríguez Larreta gastó casi 12 millones de pesos por día en publicidad». Pero el número no está cerrado. Más bien parece una «chequera abierta».

El 29 de marzo, Tiempo realizó un pedido de acceso a la información pública para conocer en detalle el monto destinado a «La transformación no para». La consulta estaba dirigida a la inversión en propaganda callejera y audiovisual, ya sea para radio, TV, y también gráfica e internet. Pero las respuestas tardías, enviadas por la Subsecretaría de Comunicación Social, resultaron contradictorias y evitando datos concretos.

El 21 de abril, casi un mes después, pidieron una prórroga de 10 días hábiles para responder, y recién el 9 de mayo enviaron una vaga respuesta: «La campaña se encuentra en curso, por lo que no es posible desagregar la inversión definitiva, que de todos modos se encuadra dentro de los parámetros de ejecución presupuestaria aprobados por la Legislatura de la Ciudad en la Ley de Presupuesto 2022, en las partidas correspondientes a publicidad en los diferentes ministerios», argumentó el Ejecutivo porteño.

La Ciudad reconoce que el monto destinado a la campaña no tiene un número final, que aún no tiene límites predefinidos y que permanece abierta. Sin embargo, si bien no especificaron el monto gastado, sí desagregaron el porcentaje de lo invertido. Así lo dijeron: «la inversión publicitaria de la campaña ‘La transformación no para’ sigue los siguientes parámetros de distribución: TV abierta: 36%; TV paga: 12%; Radio: 15%; Vía pública: 17%; Cine: 2%; Diarios y revistas: 9%; Internet: 9%», concluye el documento. Este párrafo marca una fuerte contradicción: por un lado admiten que no está definido el presupuesto para la campaña, pero envían el porcentaje segmentado que se destina a cada soporte.

El 11 de mayo Tiempo realizó otro pedido de acceso a la información pública repreguntando. Pero volvieron a esgrimir que «la campaña se encuentra en curso», razón por la cual, «no es posible desagregar la inversión definitiva en este momento».

«Ellos juegan con que no se mueven del presupuesto aprobado, pero no te informan lo que gastan», analiza a este diario Alejandro Volkind, integrante del Observatorio del Derecho a la Ciudad. «Además, para el caso de ‘La transformación no para’ hay que aclarar que no es una campaña pública porque no cumple con ninguna de las características de concientización, no está vinculada a ninguna advertencia, o asesoramiento o consejo hacia la población. Es directamente propaganda electoral», acota.

Foto: Horacio Rodríguez Larreta / Flickr

Eslogans

Uno de los sitios preferidos por el oficialismo porteño para colocar el mensaje de «La transformación no para» suele ser el de las obras. Por ejemplo, en escuelas. Desde hace semanas comunidades educativas de distintos colegios alertan por la cartelería del GCBA en las fachadas escolares. Según remarcaron desde UTE, «por ley, en el frente de los colegios solo se puede usar el logo oficial de la Ciudad, pero esa vara se va corriendo y el GCBA introduce consignas partidarias».

Al focalizar en el ítem Publicidad y Propaganda del presupuesto porteño, se observa que para este año pautaron casi 3500 millones de pesos ($3.478.951.683) volcados a la propaganda, de los cuales en el primer trimestre ejecutaron casi el 22% ($753.046.973). «Pero ese gasto crece mucho más si le sumamos los casi 1500 millones de la Subsecretaría de Comunicación Social, que asiste a la Secretaría de Medios en las contrataciones de publicidad en las diferentes áreas del gobierno», explica Volkind. Al sumar ambos puntos el total llega a 4923 millones para 2022, de los que se utilizaron $1069 millones en los primeros tres meses.

Los aumentos en el área son constantes. Durante el año pasado “Publicidad y Propaganda” duplicó su presupuesto: los 2400 millones iniciales aprobados por la Legislatura terminaron siendo $ 4724 millones. La Subsecretaría de Comunicación Social finalizó 2021 con un 117% más de lo pautado al inicio de año. Tiempo intentó comunicarse con Ciudad pero no obtuvo respuesta.

«La Secretaría y la Subsecretaría de Medios de la Ciudad no solo son las áreas que más crecieron respecto al 2021, sino que son las que más ejecutan si las comparamos con otras», explica a Tiempo el legislador porteño Matías Barroetaveña (FdT). «No solo tienen mayor cantidad de recursos que el resto de las áreas sino que lo ejecutan más rápido; y con la ampliación presupuestaria que se vota esta semana van a tener más recursos», sostiene en alusión a la ampliación presentada por el Ejecutivo local que añade más de $178 millones al presupuesto 2022.

«Respecto a las diferentes campañas que realiza la Ciudad, hemos detectado que ellos tienen mecanismos de contratación, por ejemplo en encuestas, relevamientos y demás, donde contratan una especie de ‘a la bolsa’, se invita a empresas para tercerizar esos trabajos y de ahí sale el pago de la campaña», agrega Barroetaveña. Y añade: «Desde la Legislatura no tenemos forma de identificar cuánto es el gasto de ‘La transformación no para’, más allá de realizar pedidos de informes que, al contar el oficialismo con mayoría en comisiones, no llegan a ser debatidos en el recinto. De todos los pedidos que presentamos, sólo el 18% logramos que se traten”. «

Foto: Pedro Pérez
Las ampliaciones presupuestarias

A pesar de los reclamos de Rodríguez Larreta de cómo supuestamente afecta a su gestión que el gobierno nacional ya no le otorgue el mismo porcentaje de coparticipación que le entregó la presidencia de Macri, el distrito porteño históricamente cuenta con el presupuesto más abultado del país. Pero no suele reflejarse en los sectores más postergados. Y tiene una característica: las ampliaciones presupuestarias que se votan regularmente durante el año.

Esta semana la Legislatura aprobará una nueva, presentada por el Ejecutivo porteño, que “equivale a 13 presupuestos del municipio de Tres de Febrero, diez de Lanús, siete de Avellaneda, General San Martín y La Plata; seis de Vicente López y La Matanza; y cinco de Lomas de Zamora”, detalla un informe del equipo de Matías Barroetaveña (FdT).

En su último informe de gestión ante el recinto, el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, recibió una pregunta del legislador Juan Manuel Valdés: “Tomando los datos del primer trimestre, la partida Publicidad y Propaganda y Secretaría de Medios tienen un ritmo de ejecución que se aproxima al 25% (ideal). ¿Por qué no se repite esta tendencia en las partidas sociales? ¿Cuál es la razón para darles prioridad a estos conceptos en el ritmo de ejecución presupuestaria?”. El funcionario prefirió no responder.

Un monto que equivale a cuatro nuevas escuelas

Hasta hoy transcurrieron 191 días del año y la Ciudad lleva gastados en pauta y publicidad $ 2292 millones. Ese monto general, que puede desagregarse en 12 millones de pesos diarios, equivale a la construcción de casi cuatro colegios públicos de gestión estatal como la escuela artística Jorge Donn, o la nueva escuela primaria común N° 11 y el jardín de infantes del Distrito Escolar N° 1 de la Comuna 1, que se emplazará en el Barrio 31 por $ 638 millones, de acuerdo a las propias cifras oficiales publicadas en la última licitación que realizó la administración de Horacio Rodríguez Larreta. La comparación no es azarosa, y la resaltan las comunidades educativas del sistema educativo público porteño como una diferencia en los gastos que prioriza el Ejecutivo de CABA: la construcción de edificios escolares en una Ciudad que tiene más de 50 mil chicos sin vacantes representa una de las deudas históricas de los 15 años de gobierno PRO en el distrito.