La línea D de subte, que une Catedral con Congreso de Tucumán, amaneció paralizada por una medida de fuerza al inicio de su servicio. Los trabajadores nucleados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) señalaron que se trata de un reclamo por mayores medidas de seguridad tras la agresión que sufrió días atrás un auxiliar por parte de un pasajero. Pasadas las 8, los trabajadores decidieron levantar la medida de fuerza y el servicio se restableció. 

Miguel Benítez, delegado de la UTA, explicó a la prensa que el pedido de mayor seguridad se hizo de manera reiterada durante muchos meses pero la empresa nunca avanzó: “Tras haber agotado la instancia de negociación con Metrovias, responsable de la seguridad de los trabajadores y usuarios. Al no tener respuestas favorables iniciamos el reclamo”.

Benitez detalló la situación que viven diariamente en el subte. “Denunciamos agresiones físicas a dos trabajadores de la línea B. Por el mal funcionamiento del servicio, nosotros somos la cara visible de la empresa y somos los primeros afectados. Han reducido el personal policial sin motivo alguno, es insuficiente para toda la red de subterráneos», agregó. 

La compañía, por su parte, responsabilizó a la Ciudad por la seguridad en el servicio. «Los representantes gremiales argumentan la medida en un reclamo por mayor seguridad policial originado en una agresión sufrida por un auxiliar de estaciones unos días atrás», explicó la empresa Metrovías en un comunicado. 

En ese marco, señaló que transmitió «a las autoridades este reclamo» y está «trabajando para acercar las soluciones que están» a su «alcance». «Lamentamos esta medida de fuerza inconsulta que afecta a más de 300 mil usuarios que todos los días utilizan la línea D», concluye el texto.