Tras haber estado internada varios días, luego de haber contraído covid-19, falleció hace instantes Ramona Medina, referente social de la comunidad de la Villa 31. Su figura había ganado notoriedad al ponerse al frente del reclamo por la falta de agua que los habitantes del populoso barrio de Retiro venía llevando adelante en plena pandemia ante el gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Su caso expone el drama del barrio más vulnerado de Retiro, donde ya hay más de 850 infectados.

“Nos mataron a Ramona.” Así dio a conocer la noticia del fallecimiento la organización villera La Poderosa a través de sus redes sociales. Medina también era un referente dentro de ese espacio. “Apretando los dientes, golpeando el teclado, mordiendo la rabia y escupiendo lágrimas, nos toca escribir ahora esta mierda, para gritar todo eso que Ramona ya gritó. No vamos a parar, ¡hasta que paguen los responsables!”, expresaron desde la agrupación territorial, que viene denunciando la falta de medidas de resguardo y la invisibilización del desastre sanitario en las villas porteñas.

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Apretando los dientes, golpeando el teclado, aguantando la rabia y escupiendo lágrimas, nos toca escribir ahora esta mierda, para decirles todo eso que Ramona les dijo en tiempo pasado, todo eso que nos cansamos de gritar durante dos meses, todo eso que no quisieron escuchar, ni cuando postergaron 4 años la relocalización de su familia, ni cuando pedimos que registraran a los grupos de riesgo, ni cuando escondieron sus denuncias para cuidarse, ni cuando callaron por plata, ni cuando nos dejaron sin insumos en todas las postas de salud, ni cuando maquillaron la realidad con programas fantasmas, ni cuando jugaron cubrirse las espaldas, ni cuando publicamos el primer contagio en la Villa 31, ni cuando demostramos que no habían aislado a tiempo a la primera fallecida, ni cuando denunciamos que no estaban asistiendo a los demás, ni cuando dejaron 12 días al barrio sin agua, ni cuando gritó desesperada que tenía 7 personas de riesgo viviendo hacinadas, ¡Ramona no se murió! A Ramona la mataron los dueños del silencio, los cómplices de la indiferencia, los mudos de la justicia, ¡la mataron! Y ahora quién carajo nos explica cómo seguir, cómo seguirá su familia íntegramente internada, cómo seguirán sus hijas Maia y Guada, en silla de ruedas, contagiada, con oxígeno, con discapacidad, sin hablar, totalmente dependiente, ¡ahora sin su mamá! • Esto es un crimen. Y no vamos a parar, ¡hasta que paguen todos los responsables! • NO PODEMOS MÁS. • #JusticiaPorRamona

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Medina era “insulino-dependiente, tiene una hija diabética, un suegro con problemas coronarios y una hija en silla de ruedas que requiere oxígeno, porque tiene síndrome de West y síndrome de Aicardi, una patología que le genera convulsiones refractarias no evolutivas. Todos ellos habitaban en la misma casilla y forman parte de los 851 casos de coronavirus confirmados en la 31, que representa casi el 35% de los casos detectados en las villas porteñas, que según las últimas cifras difundidas ya supera los 1200.