En el primer piso del Pabellón A del hospital de salud mental Borda funciona desde hace una década La Huella, un emprendimiento colectivo pensado como un espacio de capacitación donde los pacientes de la institución puedan desarrollar sus capacidades. La cooperativa atraviesa un proceso de desalojo y se les exige abandonar el taller donde realizan su oficio de carpintería debido a un proceso de reestructuración llevado  adelante por la administración.

La cooperativa es la primera diseñada en  ámbito público con el fin de acompañar y consolidar la integración socio-laboral de un grupo de usuarios del hospital psiquiátrico. Los usuarios son los socios de la cooperativa e integran el Consejo de Administración. Funciona hace diez años en el primer piso del Hospital, donde está ubicado su taller y realizan las actividades culturales.

La capacitación a los pacientes está orientado a el último tramo en una estrategia de rehabilitaciones capacitando a sus integrantes en máquinas, herramientas, destrezas dentro del oficio.

Integrantes del colectivo autogestivo denuncian que les ofrecieron distintos espacios para mudarse dentro del predio pero no están en condiciones. Por eso preocupa la continuidad del emprendimiento de integración. “La Huella produce muebles reciclados a partir de donaciones. Brinda servicios de reparación, restauración y tapicería a la comunidad y sobre todo asistencia a compañeros aún internados: capacita y hace pre alta, nadie mejor que ellos para esta tarea.”, explican desde la cooperativa.

En esa línea explican que la problemática es estrictamente administrativa. “Desde hace un año la dirección del Hospital y la Dirección de Salud del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires resuelven por motivos de re funcionalización que la Cooperativa tiene que abandonar el lugar. Ofrecen como alternativa lugares dentro del hospital carentes de los mínimos cuidados”, señalan.

La parte más sensible del conflicto es que afecta a los pacientes: “Hoy se pierden seis puestos de trabajo, se angustia a las familias, a las personas y se preocupa a los terapeutas que derivan usuarios a este espacio. No podemos dejar que esta tecnología social que crea una alternativa en los modos de integración socio laboral se pierda. No podemos desamparar a las personas luego de todo lo que lograron”, destacaron desde el colectivo.