En la ciudad de Tartagal, provincia de Salta, a fines del año pasado la cooperativa “La Victoria” logró completar los requisitos y trámites legales para su normal funcionamiento. Explican que con este espacio autogestivo hacen frente a la actual crisis económica-política que atraviesa el país y, además, van por la construcción de otro más, para seguir organizando a los vecinos en la lucha por la igualdad de oportunidades. Reciclan botellas de plástico, fabrican ladrillos y brindan distintos tipos de servicios a la comunidad.  

Una apuesta cooperativa

La idea surgió en la Fundación Narices Chatas, “de la cual soy referente hace muchos años en Tartagal”, contó Fabiola Soria, de 45 años, presidenta de la cooperativa “La Victoria”, en diálogo con Tiempo. Pero como el estatuto que tienen “solo estipula que tenemos que promover las buenas costumbres, dictar cursos, brindar charlas, capacitaciones y fomentar diferentes actividades deportivas haciendo énfasis en el boxeo que es a lo que nos dedicamos, es por todo esto que la cooperativa tuvo que ir por fuera de este proyecto”, explicó.

Por un ingreso económico para todos 

Siguió relatando que comprenden “que el deporte puede generar un ingreso económico en un mediano y largo plazo, entonces necesitábamos tomar un atajo para suplir las necesidades de las changuitas y los changuitos de nuestra comunidad: por eso entre todos parimos la cooperativa ‘La Victoria’, para que todos puedan tener un poquito de dinero”, remarcó la mujer.

Aprovechan el contacto fluido que tienen con las juventudes “para inculcarles el cuidado ambiental y ecológico, los alentamos para que hagan los ladrillos con el reciclaje de botellas de plástico, con los que luego construimos casas y baños para mejorar nuestra calidad de vida y la de los miembros de la comunidad Wichí, porque ellos no tienen nada”, aseguró la presidenta.

Por todas las necesidades que padecen a diario vieron la necesidad de crear la cooperativa, “nos costó mucho porque tuvimos que cumplir con muchos requisitos y trámites legales que nosotros desconocíamos cómo hacerlos, pero con la ayuda de distintos compañeros lo pudimos completar a finales del año pasado”, contó Fabiola.

El significado del nombre “La Victoria”

Decidieron ponerle “La Victoria” porque es una palabra “que está relacionada al triunfo y eso es lo que queremos para nuestros changuitos y changuitas, además, por el lado más espiritual, mi abuela se llamaba Victoria, siempre me gustó ese nombre, también tiene mucho que ver con el boxeo que nosotros hacemos, porque cuando uno gana varias peleas obtiene la victoria, me gusta el significado simbólico de ese nombre”, detalló la presidenta.

El principal objetivo es poder vencer “el malestar social que aqueja a nuestra comunidad, por eso estamos contentos de tener una cooperativa matriculada y agradecemos al Movimiento Peronista Auténtico que nos ayudó a realizar todos los trámites necesarios para estar legalmente constituidos, porque nosotros no sabíamos cómo hacerlos”, expresó en relación al mundo burocrático “que nos resulta excluyente”.

Así lograron que el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) “nos brinde los instrumentos necesarios para poder legalizar y formalizar nuestra actividad autogestiva”, agradeció Fabiola. “Quizás a veces uno piensa que es imposible realizar algo así, porque desconoce el camino para lograrlo, pero todo es posible”, alentó.

También exaltó que, ante el actual gobierno de Javier Milei, “tenemos una cooperativa para paliar la situación de crisis económica-política a la que han sometido al pueblo argentino”, enfatizó la mujer. Después de tanto tiempo, “por fin logramos tener un molino propio en nuestra zona, nos costó mucho, pero a través de la solidaridad de la gente lo logramos”, aseguró.

Llamado a la solidaridad

Pudieron conseguir la prensa enfardadora que “nos donaron cuando presentamos el proyecto a la Fundación Eco Inclusión y al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación durante el anterior gobierno, hemos hecho el piso para poder trabajar en mejores condiciones y tenemos la estructura de madera armada: solo nos faltan las chapas para tener el techo y completar nuestro espacio de trabajo”, imploró la presidenta de la cooperativa.

También necesitan hacer un baño “que vaya con conexión a la red cloacal, porque si bien es cierto nosotros desde el trabajo que hacemos en relación al cuidado del ambiente y la ecología apoyamos la construcción de baños secos, pero los necesitamos porque vendrán muchísimas personas que quizás no comparten esa idea”, explicó Fabiola.

cooperativa

 El lugar será visitado por distintas personas que irán a aprender el trabajo y tomar capacitaciones, “por eso queremos un baño para las damas y otro para los caballeros, solo necesitamos las cañerías, porque todo el trabajo lo hacemos nosotros, hasta el ladrillo para construirlos”, dijo la mujer. 

“La Victoria” está destinada a la “fabricación de ladrillos plásticos, brindar servicios de desmalezado y mantenimiento general”, detalló la presidenta. Además, están gestionando la formación de una iniciativa similar “que se llama ‘Plasti-Ladrillos’, es de recuperadores urbanos, así pensamos generar el dinero para poner el sueldo en los bolsillos de los trabajadores y recaudar fondos para seguir creciendo”, finalizó.