El Vaticano envió a dos sacerdotes, Dante Simón y Juan Martínez, para investigar en nombre de la Iglesia las denuncias de abusos sexuales en el Instituto Antonio Próvolo, para niños sordos e hipoacúsicos, en Mendoza. Por esa causa, están detenidos dos sacerdotes, un monaguillo y dos empleados.

El medio local Mendoza Post entrevistó a Simón y a Martínez. En la charla, los vicarios judiciales protestaron contra la querella por no dejar que se entrevisten los denunciantes. «Yo no puedo cerrar mi investigación habiendo escuchado a (Nicolás) Corradi y a (Horacio) Corbacho -los principales acusados-. Sería negligente de mi parte. El centro de la investigación son los denunciantes, los testigos y las pruebas», dijo Simón.

La nota advierte que los querellantes Sergio Salinas y Oscar Barrera se opusieron al encuentro porque consideran que los emisarios de Francisco podrían entorpecer la investigación. Luego de ese pase de facturas, la entrevista viró hacia el pasado y el periodista Martín Tejerina consultó por otras investigaciones similares.

Periodista: -¿Cuántas causas ha investigado usted?

Vicario: -Ocho. Menos una, todas llegaron a Roma. Ahí deciden.

P: -¿Todas de abusos sexuales?

V: -Claro. Algunas han sido desestimadas. Porque también hay personas despechadas. Por ejemplo, una chica, un chico… se enamora de un sacerdote, y éste no le responde. Tan despechado puede ser el varón como la mujer. Entonces, lo denuncian. Y como hay que intervenir de oficio, ante la denuncia, hay que intervenir. Entonces muchas causas son desestimadas. La querella dice «los hechos han sucedido y ya están condenados». ¡Está en la Fiscalía! No ha dicho el juez que son culpables.

La Fiscalía presiona a la Iglesia para que aporte todos los datos que tiene sobre los detenidos. En la causa, se investiga el abuso de 33 menores de ambos sexos, todos sordos o con serios problemas auditivos. Los investigadores calculan que el número de víctimas puede ascender a 60.