Si bien la Justicia de Quilmes excarceló a Soledad Magdalena, quien estuvo un mes presa por el crimen de su marido, la Defensoría y organizaciones feministas reclaman el sobreseimiento de la causa en la que se encuentra imputada por homicidio agravado. La mujer fue violada durante nueve meses por la que era su pareja, quien también intentó abusar de su hija menor de edad. Ante ese hecho, ella lo ahorcó para impedirlo.

Este caso trascendió y llegó a oídos de las mujeres que militan. Desde varias organizaciones están analizando al accionar del Poder Judicial, que aún mantiene procesada a Soledad, por el delito homicidio agravado. Han realizado varias marchas para exigir su liberación, y ahora piden el sobreseimiento de la causa.

“Soledad está en condiciones de transitar el proceso penal en libertad. Dese el pasado jueves goza de una excarcelación sin parámetros impuestos, es decir, solo debe cumplir con algunas reglas de conducta, como por ejemplo, no irse del país sin pedir permiso y no debe cambiar su domicilio sin avisar. Ella está en la casa de sus padres, con su hijo y sus dos hijas, pero están muy mal por todo lo que vivieron. Tiene mucho miedo por lo que pueda resolver el juzgado más adelante”, cuenta a Tiempo Sofía Veliz, abogada del Colectivo Feminista Futura.

“En la resolución judicial el juez de turno, Gustavo Mora, deslizó algunas líneas argumentales que dan cuenta que ya están empezando a entender que fue un caso de legítima defensa de tercero. Porque cuando una persona le causa un mal a otra, pero se da en un contexto y situación como esta, queda al descubierto que solo se está ejerciendo el derecho a la defensa. De este modo se entiende que Soledad no cometió ningún delito. Pero de todos modos estaremos atentas para que la Justicia analice el caso con una perspectiva de género. Además, consideramos que no es necesario llegar a la instancia de juicio y exigimos el sobreseimiento de la causa”, concluye Veliz.

Cabe destacar, que el Código Penal indica en forma clara y precisa, que cualquier persona que mata a alguien que ingresa a su propiedad por la noche, actúa en legítima defensa. Sin embargo, no dice lo mismo sobre una mujer que se defiende a su hija en un contexto de violencia de género.

El caso

La noche del domingo 2 de septiembre, Soledad, de 37 años, se presentó en la comisaría 4ta de Berazategui. Allí confesó haber ahorcado con el cordón de su campera a Cristian Senra. También contó que vivió sometida por éste hombre durante años, quien no la dejaba trabajar, la celaba todo el tiempo y la encerraba en su casa. Explicó que después llegó la violencia física y la obsesión por la hija de 14 años, que ella tuvo con su anterior pareja.

Insultos y golpes eran cotidianos, pero siempre en la intimidad. Hacia afuera mostraba ser un buen hombre. Senra le había dicho que quería que ella presenciara el momento en que él abusara de su hija. La noche que le pidió eso, le dio a elegir entre la menor o ella. La mujer se negó rotundamente a tan aberrante propuesta, y desde entonces empezó a vivir un nuevo calvario. Él comenzó a violar a Soledad, para quebrarla, atemorizarla, para que entregue a su hija y que no denuncie la situación. Cuando abusaba de ella la obligaba a que fingiera ser su hija. De este modo descargaba toda su ira, excitación y violencia hacia la mujer.

Según lo normado en el Código Penal argentino la acción cometida por Soledad es un caso de legítima defensa de terceros. Ella venía sufriendo violencia de género antes de cometer el crimen. Senra tomaba alcohol y la golpeaba a ella, a su hijo y a sus dos hijas. La familia tuvo que soportar todo esto durante los siete años que vivieron con él. Sin embargo, la mujer estuvo presa un mes en la Comisaría N° 2 del partido bonaerense de Berazategui.