Las hermanas de Estefanía Díaz lloran frente a los Tribunales de Lomas de Zamora. Esperaron siete años el comienzo del juicio a Fernando Luis Oriolo, acusado de matar a martillazos a su ex tras violar una restricción perimetral. Esta mañana, pese a que les habían asegurado que podrían ingresar 20 personas por protocolo sanitario, la Policía –por disposición del Tribunal Oral Criminal 9- sólo dejó entrar a cuatro. Afuera, llorando, quedaron hermanas y tías que querían acompañar a Lidia, mamá de la víctima, en su búsqueda de Justicia.

“Esperar siete años y que no nos dejen entrar da bronca. De acá no nos movemos hasta que nos den respuestas”, lamentó Nicole, una de las hermanas de Estefanía. Reclama que el acusado por el femicidio reciba la pena de prisión perpetua: “Nos arruinó a todos”. Junto a ella Norma, una de las tías de Estefanía, se queja porque en estos años de espera el juicio “se suspendió como tres veces, en 2020 por la pandemia pero antes también. Ya pasaron siete años. Queremos Justicia”. Tras las protestas, les permitieron a las cuatro personas que habían ingresado rotar para que el resto de las y los familiares pudieran acompañar a Lidia en la sala de audiencias.

El femicidio se cometió el 14 de marzo de 2014 en una la casa de Burzaco -en la zona sur del conurbano- donde Estefanía vivía con sus cuatro hijos. Por entonces tenían 9, 7, 5 y casi 2 años. El mayor, hoy de 17, presenció todo y es uno de los testigos principales.

Oriolo, de 44 años, llega detenido al debate oral que lleva adelante Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 de Lomas de Zamora, Está acusado del delito de «homicidio doblemente agravado por el vínculo y por violencia de género» contra Estefanía Díaz, de 30 años. Ella ya lo había denunciado por violencia de género. Por eso había una medida perimetral que le impedía a él acercarse.

«Esa noche entró sigilosamente rompiendo el portón y la ventana de la casa y sin piedad la torturó. Estaban los chicos y el que vio todo desde el principio fue mi nieto mayor», contó a la agencia estatal Télam Lidia, madre de la víctima. La joven quedó gravemente herida y fue trasladada de urgencia a un hospital de Adrogué. Luego fue derivada a una clínica, donde pasó cinco días internada hasta que falleció.

«Nosotros estamos en terapia intensiva, resucitando de nuestras cenizas, estamos todos rotos pero tenemos que estar firmes porque esperamos mucho para que se haga justicia y que mi hija descanse en paz y mis nietos estén tranquilos. Ellos ya no creen en nada y en nadie porque los dejaron desahuciados», dijo Lidia, a cargo de sus nietos y nietas.

Estefanía trabajaba como auxiliar de cocina en una escuela de Longchamps. Estaba afiliada a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Almirante Brown – Presidente Perón, que acompaña a la familia en el reclamo de justicia y este viernes se concentró frente a los tribunales.