“Un baqueano que andaba a caballo y tomaba agua de la vertiente, en un lugar de una belleza inconmensurable. En medio de la selva, arriba de una montaña. En la naturaleza. Y de repente, tuvo que estar diez años en una celda. Ahora está feliz. Emocionado por volver a su hábitat, por pisar la tierra. Por estar con sus hijos y su mujer. Es una historia humana increíble”. Así describe Manuel Garrido -presidente de Innocence Project Argentina– a Clemente Vera, condenado a prisión perpetua por el femicidio de dos jóvenes francesas en Salta y liberado este lunes, luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación revocara esa sentencia por las irregularidades durante el proceso.

Vera se abrazó con su compañera apenas pisó suelo libre y se reencontró con sus hijos en su casa. Su próximo anhelo es que venga al país y poder abrazar a Bouvier, el papá de Cassandre –violada y asesinada junto a su amiga Houria Mounmi-. En medio de su dolor y reclamo de justicia, Bouvier siempre creyó en la inocencia de Vera.

Al recibir la notificación del fallo, la presidenta de la Corte de Justicia de Salta, Teresa Ovejero, ordenó la excarcelación. “Se hizo justicia por mí, por años lo esperé”, dijo Vera tras dejar la cárcel de Villa Las Rosas.

Si bien la medida fue celebrada, Garrido planteó que “llega tarde, porque pasaron 10 años en los que un inocente estuvo preso. En esta causa se perdieron y ocultaron pruebas. Donde inclusive el padre de una de las víctimas defendía la inocencia del imputado. La Corte Suprema hizo lugar a nuestro recurso y descalificó por arbitraria la decisión del Tribunal Superior de Salta, que había convalidado la revocación de una absolución y una condena directa sin cumplir con la realización de un nuevo juicio que imponían las leyes de la Provincia de Salta”.

Ahora, el Tribunal Superior de la Provincia deberá resolver si ordena o no un nuevo juicio.

Foto: captura

Presión mediática e irregularidades

Las investigadoras francesas Cassandre Bouvier y Houria Mounmi (de 29 y 24 años) fueron abusadas sexualmente, golpeadas y asesinadas en julio de 2011 en la Quebrada de San Lorenzo, cercana a la ciudad de Salta.

El doble femicidio causó conmoción. Pero el reclamo por su esclarecimiento chocó con el accionar de la justicia salteña. “Bajo una fuerte presión mediática y con una investigación cargada de irregularidades -declaraciones bajo tortura, amenazas, descuido en los protocolos, desaparición de pruebas, etc.- un tribunal de apelaciones condenó a Clemente Vera, un baqueano que había colaborado en la investigación y que había sido absuelto luego del juicio que se realizó inicialmente”, cuestionó la organización Innocence Project Argentina, que acompaña a personas condenadas sin pruebas, con fundamentos arbitrarios o en causas ‘armadas’.

Vera estuvo preso entre agosto de 2011 y junio de 2014. En febrero de 2016, sin otorgarle su derecho constitucional a declarar, fue condenado a prisión perpetua y encarcelado nuevamente. El colectivo encabezado por Garrido acompañó a la defensa y presentó en agosto de 2017 un Recurso de Queja ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

“A nosotros nos contactó el defensor de Vera (José Humberto Vargas) cuando le rechazaron el recurso extraordinario federal. La única alternativa que le quedaba a Clemente era el recurso de queja. Elaboramos ese recurso y litigamos en la Corte Suprema. Nos llega el caso cuando ya la justicia provincial había agotado toda discusión. Con las dificultades que tiene para una persona humilde y de una zona lejana llegar a la Corte Suprema. Si no se hubiera interpuesto ese recurso, él seguiría preso”, dijo Garrido a Tiempo. Sobre la demora en el pronunciamiento cortesano, consideró que “tiene que ver con los tiempos de la Justicia. Son tiempos incompatibles con un proceso penal. Eso seguramente se va a discutir si va todo a nuevo juicio. El tiempo que lleva el proceso de Clemente no es razonable”.

Vera y Bouvier

Jean Michel Bouvier, el papá de Cassandre, viajó varias veces a la Argentina tras el crimen de su hija. Estuvo en Salta durante el primer juicio, en el que fue absuelto Vera. “Siempre sostuvo su inocencia”, remarcó Garrido. La última vez que Vera y Bouvier se vieron fue en 2018, cuando el francés lo visitó en la cárcel.

“El papá de Cassandre tiene intenciones de venir, estaba esperando este momento para volver. Lo hará cuando su salud se lo permita”, contó el referente de Innocence Project.

Pocas horas después de su liberación, Vera dijo a La Nación que anhela volver a encontrarse con Bouvier. “Lo que más quiero es hablar con él. Quiero darle fuerza y me gustaría darle un abrazo. Lo quiero mucho, gracias a Dios pudo ver que soy inocente. Quiero decirle que luche por la verdad, pero no sé si con esta Justicia va a poder encontrarla”, dijo el baqueano.

En su casa recibió la visita del periodista francés Jean Charles Chatard, autor del libro Autopsia de un doble asesinato, sobre las irregularidades en torno a la investigación de los crímenes de Bouvier y Moumni.

En julio de 2021, cuando se cumplían diez años del doble femicidio, Bouvier le envió una carta al entonces presidente Alberto Fernández, reclamando por la situación de Vera. “Asistí al juicio oral en 2014. Hasta mi muerte voy a rendir homenaje a los tres jueces que emitieron un veredicto justo fundado exclusivamente en la presencia o ausencia de evidencias científicas incontestables. Ellos también han sacado a la luz las maquinaciones policiales contra los acusados y el recurso sistemático a métodos de interrogatorio (torturas físicas y psicológicas) indignos de un Estado de Derecho y contrarios a los derechos humanos”, escribió el padre de la joven. Y cerró el texto con esta frase: “Cassandre hubiera querido que Clemente Vera fuese liberado”.