Desde los albores del fin de la Segunda Guerra Mundial, siempre hubo rumores de la existencia de nazis que lograron escapar de Europa y refugiarse en la Argentina. Y las batallas en los mares llegaron mucho más lejos de lo que se cree, incluso hasta América del Sur, continente que supuestamente no participó de manera activa en el conflicto bélico. Hace días, el hallazgo de un submarino “deliberadamente explotado” en la costa bonaerense reavivó el debate. Por si fuera poco, un experto italiano confirmó que se trata de un sumergible alemán. Mientras se aguardan las conclusiones finales de los estudios, no se descarta que en el fondo del Mar Argentino haya otros navíos similares.

El submarino en cuestión fue encontrado a unos 4 kilómetros de las playas de Costa Bonita y Arenas Verdes, entre los partidos de Lobería y Necochea, y a unos 28 metros de profundidad. El descubrimiento corrió por cuenta del equipo interdisciplinario Eslabón Perdido, que está integrado por especialistas, ingenieros, periodistas e investigadores, dedicados a perseguir los rastros de la llegada de distintos oficiales nazis, sobre todo jerarcas, a estas tierras.

Abel Basti, líder de la expedición, le dijo al portal alemán DW lo que pensó de antemano: «Por la identificación de algunas piezas muy significativas, como el periscopio, y las características de la torreta y las escotillas”, no quedan dudas de que se trató «de un submarino alemán”. Además, el investigador describió: “Nosotros descubrimos en una zona en la que históricamente hubo versiones de desembarcos de nazis, un naufragio no registrado”.

Para confirmar las presunciones, Eslabón Perdido convocó a La Liga Naval Italiana para que analice las imágenes del hallazgo. Así fue que el doctor Fabio Giuseppe Bisciotti, uno de los máximos expertos internacionales de submarinos de la Segunda Guerra Mundial, fue designado por la agrupación Eslabón Perdido como perito internacional del caso.

La pericia, firmada por Bisciotti, estableció que el submarino fue “deliberadamente explotado” y que «está enterrado casi hasta la cubierta, la cual fue detonada con explosivos”. Pese a las condiciones del navío, el especialista pudo identificar la subestructura de la cubierta: “en las fotos se destacan algunos detalles que pueden compararse fácilmente con las estructuras que representan el esqueleto de un U-Boot tipo VII o IX”, reveló.

Se informó que el dictamen de la Liga Naval Italiana ratifica la pericia argentina firmada por los ingenieros navales Juan Martin Canevaro, presidente del Consejo Profesional de Ingeniería Naval, y Andrés Miguel Cuidet, quienes actuaron como peritos de parte del grupo de investigación Eslabón Perdido que denunció el descubrimiento del naufragio ante la Prefectura Naval Argentina el pasado 9 de marzo.

Otro dato clave es que el lugar del hallazgo coincide con la playa que da a los fondos de la estancia Moro Mar, un lugar donde, según registros periodísticos, en 1945 pobladores y navegantes habían advertido maniobras de desembarcos, presumiblemente de jerarcas nazis derrotados por los aliados.

El equipo no se detiene. Seguros de que no puede ser el único que anduvo por nuestras aguas, continuará con búsquedas de más submarinos, para seguir sumando piezas a una historia tan enigmática como atrapante.