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(Foto: Pedro Perez)

En una conferencia de prensa que se realizó en el Centro Cultural de la Recoleta, la actriz junto a sus compañeras de Actrices Argentinas y Amnistía Internacional, anunció que el Ministerio Público Fiscal de Brasil acusó formalmente a Juan Darthés por la denuncia de abuso sexual efectuada en el año 2018.

La decisión de Brasil es un paso enorme dentro de la causa ya que es el país donde Darthés se encuentra viviendo días después de que se realizó la denuncia pública de Thelma.

“Hoy, asistimos a un triunfo: El Ministerio Público de Brasil formuló acusación formal contra Juan Darthés. Es decir, tres ministerios públicos fiscales de países diferentes (Argentina, Nicaragua y Brasil- adonde el denunciado se fugó para eludir su responsabilidad-), consideraron que las pruebas presentadas y recabadas tienen contundencia suficiente para acusarlo penalmente; un recorrido que está sentando jurisprudencia internacional”, expresa el documento que leyeron las actrices Inés Estévez y Dolores Fonzi.

El documento destaca la lucha y el aporte social que implicó la denuncia de la actriz. «Esta causa siguió adelante por el coraje de nuestra compañera y porque tuvimos y tenemos la certeza de que a la injusticia se la enfrenta juntas y organizadas, y porque desde nuestro movimiento nunca dejamos de trabajar, no sólo en este caso, sino en muchos otros de la enorme ola que devino después de la visibilización del tema. Por dar sólo un ejemplo de los efectos de “no callarnos más” y acompañarnos: después de la denuncia de Thelma, las consultas al programa “Víctimas contra la violencia” aumentaron un 1240% en sólo 24 horas, un programa del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación que registra miles de víctimas de abuso sexual por año, de las que el 65% es menor de edad». 

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(Foto: Pedro Perez)


Durante la conferencia, también las actrices aludieron a las denuncias de Calu Rivero, Anita Co y Natalia Juncos. «El camino institucional que proponen nuestras sociedades frente a la violencia sexual es la intervención del sistema penal actual, con sus innumerables fracasos y modalidades de disciplinamiento patriarcal, frente a los que les denunciantes y aquellas personas que se atreven a testificar en su favor, se encuentran inermes. Como le sucedió a la actriz Calu Rivero, la primera que decidió denunciar públicamente los abusos de que había sido objeto por parte de Darthes y tiene que seguir afrontando una demanda en la justicia civil por parte de su abusador, que además es prófugo de la ley, o a nuestras compañeras Natalia Juncos y Anita Co, acosadas y abusadas por el mismo sujeto en el ámbito laboral. Buscamos que nuestras experiencias de violencia sean reconocidas y valoradas, libres de estereotipos de género», destacaron. 

Por su parte, Mariela Belski, titular de Amnistía Internacional, destacó que “el caso de Thelma posibilitó que otras víctimas hablaran” y que la violencia de género “se sostenga en la agenda pública”.

El abogado de Fardin, Martín Arias Duval, destacó la decisión de la justicia de Brasil. «Es muy destacable esta decisión. El Código Penal de Brasil prevé el reconocimiento de la jurisdicción de Brasil para juzgar a sus nacionales en territorio brasilero aunque el delito haya sido cometido en el exterior. Argentina tiene tradición jurídica distinta, basada en el lugar del hecho, lo que en latín, en Derecho, se denomina “ius soli”. Entonces, la jurisdicción está dada por el lugar del hecho. Brasil tiene lo que se denomina “ius sanguinis” que implica que la jurisdicción está dada por la nacionalidad del imputado y no tanto por el lugar del hecho».

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(Foto: Pedro Perez)


Este es el documento completo de la colectiva de Actrices Argentinas

El 11 de diciembre de 2018, haciendo cuerpo colectivo, Actrices Argentinas acompañó la denuncia penal de Thelma Fardín contra Juan Darthés, por la violación sufrida durante una gira de trabajo en Nicaragua, nueve años antes, siendo menor de edad. De inmediato supimos que este caso era mucho más que una historia particular; era la historia de miles de víctimas. Nuestra unión abría la posibilidad de empezar a hablar para luego transformar un sistema que históricamente nos ha silenciado, naturalizando el abuso, la violencia y la impunidad de sus perpetradores. Hoy estamos acá, otra vez, para hacer pública esta victoria, y corroborar que, a pesar de los innumerables obstáculos, éste es un camino que para las mujeres y disidencias de América Latina no tiene vuelta atrás.

Esta causa siguió adelante por el coraje de nuestra compañera y porque tuvimos y tenemos la certeza de que a la injusticia se la enfrenta juntas y organizadas, y porque desde nuestro movimiento nunca dejamos de trabajar, no sólo en este caso, sino en muchos otros de la enorme ola que devino después de la visibilización del tema. Por dar sólo un ejemplo de los efectos de “no callarnos más” y acompañarnos: después de la denuncia de Thelma, las consultas al programa “Víctimas contra la violencia” aumentaron un 1240% en sólo 24 horas, un programa del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación que registra miles de víctimas de abuso sexual por año, de las que el 65% es menor de edad.

Hoy, asistimos a un triunfo: El Ministerio Público de Brasil formuló acusación formal contra Juan Darthés. Es decir, tres ministerios públicos fiscales de países diferentes (Argentina, Nicaragua y Brasil- adonde el denunciado se fugó para eludir su responsabilidad-), consideraron que las pruebas presentadas y recabadas tienen contundencia suficiente para acusarlo penalmente; un recorrido que está sentando jurisprudencia internacional.

Nuestro objetivo es la verdad y este avance en la causa es en sí mismo reparador.

Insistimos en señalar que el camino de la víctima es cruel y complejo: Sumado al trauma y los costos que implica económicamente, desde el momento en que se atreve a denunciar su vida cotidiana se ve expuesta y limitada. La construcción de la mirada social, fomentada y sostenida por los medios masivos de comunicación, siempre está claramente direccionada hacia ella, a la búsqueda de sus faltas, la disección de su vida privada y la prueba constante de lo que una buena víctima debe ser. La deslegitimación está a la orden del día.

Es ya ineludible e imperiosa una reforma judicial con perspectiva de género, para que ninguna víctima sea sometida a declarar 6 veces lo mismo, para que su palabra quede ratificada de una sola vez por todos los especialistas que intervienen en el proceso, para que se respete el tiempo de la víctima cuando está comprobado que se tardan años en poder hablar. El camino institucional que proponen nuestras sociedades frente a la violencia sexual es la intervención del sistema penal actual, con sus innumerables fracasos y modalidades de disciplinamiento patriarcal, frente a los que les denunciantes y aquellas personas que se atreven a testificar en su favor, se encuentran inermes. Como le sucedió a la actriz Calu Rivero, la primera que decidió denunciar públicamente los abusos de que había sido objeto por parte de Darthes y tiene que seguir afrontando una demanda en la justicia civil por parte de su abusador, que además es prófugo de la ley, o a nuestras compañeras Natalia Juncos y Anita Co, acosadas y abusadas por el mismo sujeto en el ámbito laboral. Buscamos que nuestras experiencias de violencia sean reconocidas y valoradas, libres de estereotipos de género.

El caso de Thelma es a la vez la regla y la excepción; muches sobrevivientes de abuso han pasado por esto, pero pocos cuentan con su relevancia pública e interés mediático, o el respaldo de Amnistía Internacional. Sabemos que la inmensa mayoría de las causas por violación quedan impunes; de hecho, sólo el 1% obtiene una condena. Por eso, mientras reivindicamos el derecho a la verdad más allá de los tiempos de prescripción de las causas, necesitamos una justicia respetuosa de los derechos humanos y desarrollar mecanismos de reparación efectivos para que aquellas personas que hayan padecido estos hechos aberrantes puedan sentirse reconocidas y acompañadas, en lugar de juzgadas y estigmatizadas.

Se hace urgente prevenir estas violencias. Se hace urgente que el estado provea mayores recursos para la atención de las víctimas. Se hace urgente la implementación de protocolos para que podamos vivir y trabajar en ámbitos seguros, libres de acoso y abuso.

Tenemos la obligación histórica, política y social de que así sea.

Muchas gracias