Teniente primero Rubén Eduardo Márquez, ascendido a capitán post mórtem. Se trata del soldado argentino caído en Malvinas número 100 en ser identificado, de los que se encontraban enterrados como NN en el cementerio de Darwin. Así lo anunció este martes el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, durante un acto en el Archivo Nacional de la Memoria (ex ESMA) del que participaron familiares de víctimas del conflicto bélico en el Atlántico Sur y ex combatientes.

La identificación de Márquez supone un hito del Plan Humanitario Malvinas, que gracias al trabajo conjunto del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y el Comité Internacional de la Cruz Roja le devolvió sus nombres y apellidos a un centenar de argentinos cuyos restos permanecieron durante más de tres décadas y media bajo cruces que no los tenían.

De las 230 tumbas que hay en total en Darwin, se analizaron 121 tumbas y 122 cuerpos exhumados durante 2017, mediante el cotejo con muestras de ADN que aportaron 107 familias de caídos en Malvinas.

El teniente Márquez, nacido en Coronda, Santa Fe, llegó a las islas a las órdenes del entonces mayor Aldo Rico, en la Compañía de Comandos 602. Tenía 29 años cuando murió, el 30 de mayo de 1982, alcanzado por las balas de los comandos británicos del Servicio Aéreo Especial en Bluff Cove Peak, durante una misión de exploración en el Monte Kent.

Lorna, su sobrina, había viajado a Malvinas en marzo, con el grupo de familiares de los 90 soldados identificados que visitaron el cementerio en Darwin. La madre de Márquez, Elda Gazzo, también había visitado las islas en 1998, pero falleció antes de que la ciencia pudiera identificar fehacientemente la tumba de su hijo.