La decisión que tomó la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos de revocar el derecho constitucional al aborto generó reacciones favorables dentro del país y críticas en gran parte de la comunidad internacional.

La resolución cumple un objetivo anhelado desde hace mucho tiempo por los conservadores y la derecha religiosa, pero devasta a los defensores de la libertad reproductiva de las mujeres.

«Este es un día triste para el país, en mi opinión, pero no significa que la lucha haya terminado», dijo el presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, desde la Casa Blanca.

En un discurso, Biden remarcó que la decisión del máximo tribunal fue un «error trágico» y el resultado de una «ideología extremista» debido a la supremacía conservadora en esa instancia.

«La salud y la vida de las mujeres de este país están ahora en peligro», advirtió el mandatario y adelantó que su gobierno tomará acciones para tratar de facilitar el acceso a los abortos, como defender a las mujeres que quieren viajar a otro estado para abortar y proteger el acceso a la anticoncepción y a las píldoras abortivas.

El expresidente demócrata Barack Obama también reaccionó de manera crítica a la polémica decisión que tomó el máximo tribunal de anular la histórica sentencia Roe contra Wade de 1973, que reconocía el derecho constitucional de la mujer al aborto y lo legalizaba en todo el país.

«Hoy, la Corte Suprema no sólo revirtió casi 50 años de precedente histórico, sino que relegó la decisión más intensamente personal que alguien puede tomar a los caprichos de políticos e ideólogos atacando las libertades fundamentales de millones de estadounidenses», reaccionó el expresidente (2009-2017) en Twitter.

La exprimera dama Michelle Obama dijo por su parte: «Estoy desconsolada por las personas de este país que acaban de perder el derecho fundamental a tomar decisiones informadas sobre sus propios cuerpos. Me rompe el corazón que ahora estemos destinados a aprender las dolorosas lecciones de un tiempo antes de que el ‘Roe v Wade’ se convirtiera en la ley del país, una época en la que las mujeres corrían el riesgo de perder la vida al hacerse abortos ilegales».

Hillary Clinton afirmó a su vez que «la opinión de hoy de la Corte Suprema vivirá en la infamia como un paso atrás para los derechos de las mujeres y los derechos humanos».

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, condenó a los republicanos en un comunicado: «Debido a Donald Trump, Mitch McConnell, el Partido Republicano y su supermayoría en la Corte Suprema, las mujeres estadounidenses de hoy tienen menos libertad que sus madres».

Pelosi advirtió además que habría más restricciones en la atención de la salud reproductiva: «Los republicanos quieren arrestar a los médicos por ofrecer atención reproductiva y a las mujeres por interrumpir un embarazo».

La decisión fue celebrada en Estados Unidos por los conservadores como Trump. Para el magnate republicano y expresidente (2017-2021) la decisión del máximo órgano judicial obedece a «la voluntad de Dios».