El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció este lunes que suspendió el cese del fuego vigente con el Estado Mayor Central de las disidencias de las antiguas Fuerzas Armadas y Revolucionarias de Colombia (EMC-FARC), tras una masacre en el departamento de Putumayo, en el suroeste del país, en la que murieron cuatro jóvenes, la mayoría de ellos menores de edad.

«El cese bilateral que había actualmente con este grupo armado en los departamentos del Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo se suspende y se reactivan todas las operaciones ofensivas», dice un comunicado del Gobierno divulgado por Petro.

El Gobierno indicó además que estas actuaciones serán «realizadas bajo el respeto de los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario».

La decisión, que fue tomada unilateralmente, se hará efectiva en las próximas 72 horas, detalla el comunicado

El Ejecutivo señala que decidió suspender la tregua con esa organización tras la masacre de cuatro indígenas en Putumayo, quienes, según informa la prensa local, habían sido reclutados y fueron asesinados cuando intentaron escapar.

Los jóvenes asesinados

Detrás del asesinato de los cuatro jóvenes del pueblo murui, en Putumayo, está implicado el frente Carolina Ramírez, aliado del llamado Estado Mayor Central de las disidencias FARC, informó el medio local El Universal.

Los jóvenes, de los cuales tres eran menores de edad, pertenecían a la comunidad Guaquira, y de acuerdo con un reporte de Indepaz el 15 de mayo lograron escapar de los hombres armados que los habían reclutado.

Para las autoridades se trata de «un hecho atroz que cuestiona la voluntad de construir un país en paz»

Sin embargo, dos días después, el 17 de mayo, fueron recapturados forzosamente para ser asesinados en la comunidad de Los Estrechos, en Solano, Caquetá, en plena frontera con el departamento de Amazonas.

«No hay justificación alguna para esta clase de crímenes», asegura el gobierno en el texto.

«Hubo incumplimientos»Por su parte, el frente Carolina Ramírez del EMC-FARC dijo en un comunicado que hubo incumplimientos por parte de las fuerzas militares.

A su vez, advierte que «el rompimiento unilateral desatará la guerra y se multiplicarán los muertos, heridos y prisioneros, contrario a una política de paz total», consigna la prensa local.

El diálogo por la paz

El Gobierno invitó al EMC-FARC a ratificar la participación de sus delegados en los mecanismos locales en los que sigue vigente el cese del fuego.

Al tiempo que expresó que si el cese del fuego bilateral no es efectivo en determinados territorios para proteger la vida y la integridad de toda la población «no tiene sentido persistir en ello».

Según el comunicado en las próximas horas se compartirán los nombres de los integrantes de la delegación del Gobierno para la mesa de conversaciones de paz con el EMC-FARC, «para iniciar de manera perentoria la fase de diálogos».

Petro decretó el 31 diciembre pasado el cese del fuego con diferentes actores armados, entre ellos las disidencias de las antiguas FARC, por un periodo de seis meses.