El director de emergencias de la ONU, Martin Griffiths, declaró este viernes que aún se desconoce el «alcance» de la catástrofe humanitaria causada por las inundaciones en el este de Libia, que según datos provisionales indican que provocaron la muerte de al menos 3.800 personas.

«Creo que el problema para nosotros en Libia es, por supuesto, coordinar nuestros esfuerzos con el gobierno, y, luego, con las otras autoridades en el este del país», dijo Martin Griffiths en rueda de prensa en Ginebra.

«No conocemos el alcance» de la tragedia, «el nivel de necesidades, el número de muertos aún se desconoce», agregó.

En tanto, Tamer Ramadan, responsable de las operaciones de ayuda de la Cruz Roja en Libia, indicó que «todavía hay esperanzas de encontrar personas vivas».

El miembro de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja se negó, sin embargo, a dar un balance del número de muertos, «que no sería ni definitivo ni preciso».

Libia, que sufre por la inestabilidad política desde hace años, sigue conmocionada por las inundaciones repentinas que, provocadas por la tormenta Daniel, azotaron el este de Libia el fin de semana.

Varios balances, muy provisionales, dan cuenta de al menos 3.800 fallecidos, además de miles de desaparecidos y desplazados en la ciudad costera de Derna, parcialmente destrozada por el agua y el barro.