Líderes mundiales apoyaron este viernes a Estados Unidos tras su ataque misilístico contra una base aérea siria en respuesta al supuesto bombardeo con armas químicas ocurrido esta semana, pero Rusia condenó la «agresión» y suspendió su coordinación con la aviación militar de Washington en el espacio aéreo sirio.

Asimismo, Estados Unidos advirtió en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU que está listo para lanzar nuevos ataques en Siria y Rusia denunció como un «acto de agresión ilegítimo» y advirtió de las consecuencias «extremadamente graves» para la estabilidad internacional que pueden tener esas acciones.

El bombardeo de anoche, el primer ataque deliberado de Estados Unidos contra fuerzas del presidente sirio, Bashar Al Assad, fue rechazado por Rusia, Irán y China, pero respaldado por la oposición política y armada siria, que expresaron su deseo de que marque un quiebre en más de seis años de un conflicto tan complejo como devastador.

En su decisión de política exterior más contundente desde que llegó al poder hace menos de tres meses, Trump,ordenó una medida que su predecesor Barack Obama nunca tomó, al apuntar directamente contra el Ejército de Al Assad por su supuesto rol en un ataque con armas químicas en el que murieron, al menos, 84 personas.

«Años de intentos previos por cambiar el comportamiento de Assad han fracasado y fracasado de manera muy dramática», dijo hoy Trump desde su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, donde recibió a su homologo de China, Xi Jinping, según reportó la agencia de noticias Reuters.

Trump, que llegó al poder con elogios al presidente ruso, Vladimir Putin, originalmente había dicho que el rol de su país en Siria se reduciría al combate contra el grupo islamista radical Estado Islámico (EI), pero esta semana dijo que el supuesto nuevo ataque con armas químicas en suelo sirio había cambiado su parecer sobre la guerra.

Anoche, tras anunciar el ataque contra Siria, el mandatario republicano llamó a «todas las naciones civilizadas» a sumarse a su país en el esfuerzo por culminar con la masacre en Siria, donde ya han muerto cientos de miles de personas y 12 millones más han quedado como refugiadas o desplazadas desde marzo de 2011.

El Pentágono informó que 59 misiles Tomahawk fueron disparados anoche contra la base aérea de Shayrat, una pequeña instalación con dos pistas de aterrizaje de donde salen aviones sirios para bombardear objetivos en el norte y el centro de Siria y de donde, según Washington, se lanzó el ataque con armas químicas.

Los misiles hicieron impacto a las 3.45 hora de Siria (las 21.45 de ayer en Argentina), alcanzando las pistas de la base, sus hangares, la torre de control y zonas de depósito de municiones, dijeron fuentes militares y funcionarios estadounidenses.

Los misiles fueron lanzados desde dos barcos de guerra en el Mediterráneo, en represalia por el supuesto ataque con armas químicas de esta semana en la norteña localidad siria de Khan Shaykhun, en la provincia de Idleb, controlada en su mayor parte por la filial siria de la red Al Qaeda.

Estados Unidos, la oposición siria y sus aliados acusan a Siria del ataque, pero Damasco y Rusia, su principal aliado, lo negaron e insinuaron que las sustancias tóxicas podrían haberse esparcido por el aire tras un bombardeo de la aviación siria a un depósito de armas químicas de los rebeldes cerca de Khan Shaykhun.

La Organización Mundial para la Salud (OMS), dependiente de la ONU, afirmó hoy que pudo comprobar in situ que 84 personas, entre ellas 27 chicos, murieron y otras 346 resultaron heridas en el ataque en Khan Shaykhun.

La oficina de Al Assad calificó hoy los ataques estadounidenses de «imprudentes» e «irresponsables».

El Ejército sirio, que condenó la «agresión» estadounidense, informó que seis soldados murieron y otros nueve resultaron heridos en el ataque, mientras que la ONG pro oposición siria Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) cifró los militares muertos en siete, incluyendo un general.

El Kremlin aseguró que el presidente Putin cree que el ataque estadounidense es «una agresión contra un estado soberano en violación de la ley internacional» y añadió que el mandatario ruso consideró que el bombardeo ordenado por Trump fue lanzado bajo un «pretexto inventado».

«La medida de Washington asesta un golpe importante a las relaciones ruso-estadounidenses, que ya estaban en un estado deplorable», añadió el portavoz de Putin.

Por la tarde, en una reunión de urgencia en el Consejo de Seguridad de la ONU denunció que el ataque de Estados Unidos en Siria es un «acto de agresión ilegítimo» y advirtió de las consecuencias «extremadamente graves» para la estabilidad internacional que pueden tener esas acciones.

«Se trata de una flagrante violación de la ley internacional», afirmó hoy el representante ruso ante el Consejo de Seguridad, Vladimir Safronkov, quien agregó que el bombardeo «sólo puede facilitar el fortalecimiento del extremismo».

Tras la escalada verbal entre las dos potencias mundiales, la Cancillería rusa dijo que ordenó suspender un memorándum con Washington, que fue firmado luego de que Rusia comenzara su campaña de ataques aéreos en apoyo a Al Assad, en septiembre de 2015, bajo el cual ambos países intercambiaban información sobre sus vuelos militares en Siria.

Tras el bombardeo, Rusia trasladó hoy a una de sus fragatas con misiles en el mar Mediterráneo hacia la base militar rusa de Tartús, en la costa siria, informó hoy en Moscú la agencia Tass citando a fuentes del Ejército.

De su lado, la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, aseguró hoy en la ONU que su país está preparado para «hacer más» en Siria, pero confió en que no sea necesaria una nueva intervención.

«Estados Unidos tomó anoche un paso muy calculado. Estamos preparados para hacer más, pero esperamos que no sea necesario», dijo Haley, en un discurso ante el Consejo de Seguridad, según reportó la agencia de noticias EFE.

Asimismo, el secretario del Tesoro estadounidense, Steve Mnuchin, anunció hoy que su país está preparando sanciones contra Siria tras el supuesto ataque con armas químicas.

El Kremlin luego buscó minimizar el ataque, y dijo que sólo 23 de 59 misiles impactaron en la base aérea, destruyendo seis aviones de guerra sirios pero dejando intacta la pista. Moscú también informó que había sido informado con anticipación por Washington del ataque.

El Pentágono salió al cruce de las versiones del Kremlin sobre la efectividad del ataque y dijo que 58 de los 59 misiles impactaron en los blancos elegidos, mientras en la Bolsa de Nueva York las acciones de la empresa Raytheon, fabricante de los misiles Tomahawk, subieron hoy un 1,72%.