Delegaciones del gobierno de Colombia y del Ejército de Liberación Nacional (Eln) se reunieron este lunes en Caracas (Venezuela) y dieron a conocer una declaración conjunta de cinco puntos con la que reinstalaron oficialmente los diálogos.

En el documento acordaron “reanudar con plena voluntad política y ética el proceso de diálogo político entre el Gobierno Nacional y el Eln, como nos lo demanda la gente de los territorios rurales y urbanos que padecen la violencia y la exclusión, y otros sectores de la sociedad”. Además, dejaron plasmado allí que el propósito será “construir la paz a partir de una democracia con justicia y con cambios tangibles, urgentes y necesarios (…) dando la mayor participación posible y eficaz de la sociedad, priorizando a los sectores históricamente marginados”.

Ambas delegaciones agradecieron a los países garantes -Cuba, Noruega y Venezuela- y a la Misión de Verificación de la ONU en Colombia. “Sus acciones nos han dado un respaldo moral, político y jurídico”. En el documento también estipularon que “la construcción de la paz como política de Estado trasciende la temporalidad con compromisos permanentes y verificables que siembren certeza de una nueva cultura de paz fundada en cambios reales que permitan la superación de la violencia política y sus causas”.

Danilo Rueda, alto comisionado para la Paz, lo resumió en una frase: “Estamos en un momento histórico, casi único para el país, ante el cual no podemos ser menores”, dijo, al lado de Otty Patiño, quien será el jefe negociador del Gobierno, y de Iván Cepeda y María José Pizarro, senadores del Pacto Histórico que integran el equipo.

“Hoy estamos aquí honrando la vida de tantos seres que ya no están porque las violencias las han arrebatado”, dijo Rueda, quien puso en la base de su discurso -como lo ha estado haciendo en todos los procesos de diálogo que tiene abiertos- la vida, la de quienes han sufrido la guerra y padecido torturas, desplazamientos, desapariciones y asesinatos de sus seres queridos.

En su intervención, que no siguió ningún documento escrito, reiteró el principio que había puesto sobre la mesa en el pasado encuentro en Caracas: “Lo que vamos asumiendo como compromiso de Gobierno y del Estado, lo vamos cumpliendo; las palabras son realidades y las realidades demuestran la voluntad”.

Esa misma voluntad la resaltó de su contraparte: “El primer encuentro que hemos sostenido hoy con la delegación del Eln nos está dando certezas y la convicción profunda de que vamos a lograr el propósito que nos suma: ser hijos e hijas de una misma patria con cambios y transformaciones”.

El otro punto que resaltó el comisionado fue la inclusión y la participación. Reiteró que de este proceso de diálogo será parte activa la sociedad colombiana y dijo que su equipo negociador es reflejo de esa diversidad: “Hay militares retirados, pero también sectores de la economía, del ambiente, mujeres, personas del sector de los derechos humanos”.

Incluso durante el acto de instalación se conocieron nuevos nombres de la delegación del Gobierno. Del sector ambiental, por ejemplo, estará en el equipo Rodrigo Botero, una de las voces más reconocidas en Colombia sobre ese tema, quien fue director de Parques Naturales en la Amazonia y en la Orinoquia, y lidera la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible.

Junto a ese nombre se conoció también el de Dayana Domico, mujer del pueblo embera-katío, quien es antropóloga y fue coordinadora nacional de juventud indígena en la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC). Hoy pertenece a la Red de Jóvenes Indígenas de América Latina y el Caribe.

El equipo lo completan los otros nombres que se habían conocido a cuenta gotas desde el fin de semana: el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie; la presidenta de Acopi Rosemary Quintero; Carlos Rosero, Horacio Guerrero, Olga Lilia Silva, el coronel (r) Álvaro Matallana y el almirante (r) Orlando Romero, además de los senadores Iván Cepeda y María José Pizarro.

“Es la delegación de gobierno más diversa”; con esas palabras arrancó su corta intervención el jefe negociador del Eln, Pablo Beltrán. Sus palabras las centró en el momento de cambio que vive Colombia, que como lo dijo se ha expresado en las urnas y en las calles exigiendo cambios. “Entendemos ese momento y nos hacemos responsables de él: esta mesa debe ser un instrumento de cambio, esperamos no fallar a esa expectativa de cambio”.

Allí en la mesa reiteró una vez más la voluntad de esa guerrilla para alcanzar la paz: “Los colombianos no podemos vernos como enemigos, la labor que tenemos es de reconciliación, de construir una nación en paz y equidad; a eso venimos a esta mesa. Esperamos de la delegación de gobierno tener un interlocutor en el mismo sentido. Cuenten con nosotros para eso”.

Los países garantes y los acompañantes del proceso también tuvieron una corta intervención: “Nos comprometemos a actuar en estricto apego a nuestra condición otorgada por las partes, de forma responsable e imparcial. Agradecemos la confianza depositada en nosotros y vemos con esperanza el proceso que se concreta hoy. Sin duda, es un paso importante para lograr la paz en Colombia”, dijo una vocera en nombre de Cuba, Noruega y Venezuela, así como de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia y la Iglesia católica.

En una rueda de prensa que siguió tras el breve acto de instalación, Pablo Beltrán reiteró que la sede de los diálogos será rotativa entre los países garantes.

El jefe negociador del Eln también explicó que la agenda acordada durante la negociación con el gobierno de Juan Manuel Santos, compuesta por seis puntos, puede ser ajustada, teniendo en cuenta los cambios políticos en el país. Al ser interrogado sobre el paso a seguir, mencionó que la inclusión de otros países como garantes o acompañantes del proceso será un tema que se discutirá durante la primera ronda de diálogo que empieza a partir de hoy.

El Comando General de las Fuerzas Militares emitió un comunicado tras la instalación de la mesa, en el que dio a conocer los nombres de los militares activos que participarán en el proceso, aunque no estarán en la mesa principal como negociadores, sino que serán parte del “Equipo de Apoyo y Observadores al Proceso de Paz”.

El equipo está encabezado por el general del Ejército Hugo Alejandro López Barreto, quien además será el jefe de la subcomisión técnica. Los otros integrantes son el capitán de navío Roberto Bonilla Arias, el teniente coronel de la Fuerza Aérea Rodrigo Mezu Mina, y la mayor del Ejército Isabel Cristina Ozuna Stockl. El comunicado señala que, entre otras funciones, “se encargarán de asesorar y verificar los lineamientos y las directrices que se puedan dar durante las negociaciones entre el Gobierno Nacional y el grupo armado organizado Eln”.