La Justicia colombiana ordenó la detención de Nicolás Petro, hijo del presidente Gustavo Petro, por supuesto lavado y enriquecimiento ilícito, y su padre aseguró que no intervendrá en las decisiones judiciales. En cambio le deseó a su hijo que “estos sucesos forjen su carácter y pueda reflexionar sobre sus propios errores».

La detención de Petro se produjo ayer por la mañana en Bogotá, junto con su exesposa, Daysuris del Carmen Vásquez Castro, en una investigación por lavado de activos y violación de datos personales.

En una entrevista brindada en marzo, la exesposa de Nicolás Petro afirmó que el exnarcotraficante y excontrabandista Samuel Santander Lopesierra le entregó al hijo mayor de Petro el equivalente a unos 124.000 dólares como aporte para la campaña presidencial. Según Vásquez Castro, el mandatario no sabía de esos movimientos y Nicolás se quedó con el dinero para darse una vida de lujos.

 «Como persona y padre me duele mucho tanta autodestrucción y que uno de mis hijos pase por la cárcel; como presidente de la República aseguro que la fiscalía tenga todas las garantías de mi parte para proceder de acuerdo a la ley», compartió el presidente al conocerse la noticia.  «A mi hijo le deseo suerte y fuerza. Que estos sucesos forjen su carácter y pueda reflexionar sobre sus propios errores», manifestó.

Nicolás Petro niega las acusaciones y dijo que estaba dispuesto a «comparecer» ante las entidades que lo requieran. Es actualmente diputado por el Pacto Histórico, la coalición de centroizquierda que lidera su padre. El hijo mayor del dignatario se convirtió en una figura política de importancia en esa región y actualmente es diputado por el Pacto Histórico, la coalición de centroizquierda que lidera su padre. En su momento, el mandatario pidió a la Justicia que investigara también a su hermano Juan Fernando Petro, tras «rumores» de que estarían cobrando sobornos a criminales para que puedan beneficiarse del plan de paz que lleva adelante el gobierno.

Hombre de dos caras

Por su parte, Santander Lopesierra, alias El Hombre Marlboro tiene, al menos, dos facetas. Por un lado se lo considera el zar del contrabando, el tráfico de licor y cigarrillos: purgó 18 años de cárcel en Estados Unidos por narcotráfico. En Colombia estuvo preso durante varios meses en la cárcel de Cómbita en Boyacá, lugar en donde realizó una huelga de hambre, argumentando que había un plan para envenenarlo.

Por el otro, su lado político: es una de las personas más poderosas del departamento norteño de La Guajira, en la costa Caribe colombiana; en 1994 fue elegido senador de la República con casi 40 mil votos, además de haber sido concejal y diputado en la década de los 80. Ahora mismo apunta a la idea de alcanzar la alcaldía de Maicao.