Los familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos pedirán al gobierno de Mauricio Macri que presione a su par mexicano para que “presente a nuestros jóvenes con vida”.

A dos años de la desaparición de los normalistas, en el violento estado de Guerrero, madres y padres participarán mañana de actividades en todo México y en otros países como Argentina y Venezuela, para seguir reclamando por un caso que involucra a las fuerzas policiales, el Ejército, los narcos y el poder político, e impacta directamente en el gobierno central de Enrique Peña Nieto, a quien se acusa de amparar una Historia Oficial de difícil digestión para los familiares de las víctimas y además desmentida por varios investigadores independientes. Mañana se recordará aquella fatídica noche donde los jóvenes fueron secuestrados, y posiblemente asesinados. Pero los padres no se resignan a creer que ese fue el destino final. “A nuestros hijos los llevaron vivos y vivos los queremos, no nos vamos a rendir, vamos a exigir al gobierno mexicano que los presente con vida”, sostiene como un mantra Cristina Bautista, una de las 43 madres que desde aquel 26 de septiembre de 2014 busca una verdad que la reencuentre con su hijo Benjamín Ascencio, un muchacho criado en el campo, entre humildes labradores de la tierra, que un día quiso “ser alguien”, como recuerda su madre, y se lanzó a desarrollar su vocación docente.

Cristina está en Buenos Aires desde el jueves y se quedará hasta pasado mañana. Desde que llegó, la agenda de esta menuda mujer de 41 años, teñida por el bravo sol mexicano, de voz delicada y baja estatura pero –aunque resulte obvio– de convicciones inquebrantables, la llevó a tener reuniones con organismos de Derechos Humanos, como Abuelas de Plaza de Mayo, a hacer la ronda con las Madres en la histórica plaza.

“Mi hijo es muy cariñoso, muy respetuoso”, dice a Tiempo, así, en presente. En abril pasado Benjamín cumplió 21, es el del medio entre dos hermanas mujeres, la mayor le dio a Cristina tres nietos. “Yo soy madre y padre para mis tres hijos, todos trabajamos en el campo y éramos muy contentos antes de esto. El sueño de mi hijo es ser maestro, ser alguien en la vida, y por ser alguien en la vida, pues el gobierno lo desapareció. Y eso me da más rabia y coraje. He reclamado, lo he dicho enfrente del gobierno, el mero presidente”.

El gobierno mexicano avaló la hipótesis oficial de que los estudiantes fueron secuestrados por la policía local por orden del alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y luego entregados al cártel narco Guerreros Unidos, quienes los tomaron por miembros de un grupo rival y los asesinaron y quemaron en un basural de Cocula.

“Para el gobierno mexicano el caso está cerrado, como nos dijeron en 2015 que nuestros hijos fueron incinerados en el basurero de Cocula. Nosotros no lo creímos, porque nosotros venimos del campo, nosotros quemamos el terreno para sembrar maíz y sabemos el fuego que hay que hacer”. Esto es porque un investigador afirmó que para incinerar 43 cadáveres era necesaria una cantidad de fuego muy superior a lo que evidencian los supuestos rastros hallados en Cocula. Las principales refutaciones vinieron del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), cuya labor finalizó recientemente, con la recomendación de que continúe en el Mecanismo Especial de Seguimiento aprobado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aún no instalado en México. “Nuestra central exigencia es el que se inicie el Mecanismo, ya que el grupo de expertos independientes no pudo continuar porque el gobierno mexicano los expulsó, nosotros entendemos que no quieren que se sepa la verdad”, dice la madre de Benjamín.

Ayotzinapa en Buenos Aires

Con la consigna “A 24 meses sin los 43 ¡Ayotzinapa Resiste!” se realizarán diversas actividades reclamando la aparición con vida de los estudiantes normalistas desaparecidos. “En México desaparecen 13 personas al día. Las instituciones de justicia están postradas y el país está hundido en una espiral de violencia de proporciones genocidas”, comentaron desde la Asamblea de Mexicanos en Argentina, quienes recibieron a Cristina Bautista y además son parte de la organización de las actividades en Argentina, que comenzaron varios días antes del segundo aniversario de la masacre, con reuniones y pintadas de los rostros de los 43 jóvenes.

Hoy habrá una mesa redonda con el título Violencias de Estado: “México y Argentina”, a las 17 en el Bar La Dignidad, Aguirre 29. Para el acto central de mañana, está convocada una movilización a las 16 desde el Obelisco hasta Cancillería. Allí los manifestantes intentarán ser recibidos por representantes del gobierno nacional. “Estaría bueno que el gobierno argentino nos acepte un documento para que presione al gobierno mexicano a que presente con vida a los estudiantes”, dijo Bautista a Tiempo. Hasta el cierre de esta edición, ningún funcionario nacional se había comunicado con ella.

La agenda continuará a las 19 en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, Puán 480, con la charla “24 meses sin los 43” y un cierre musical. “Pedimos al pueblo argentino que nos acompañe en este reclamo. Esto no termina el 26, sigue. No nos vamos a rendir, queremos saber la verdad”, dijo a la madre de Benjamín Ascencio Bautista. En México se prevén actividades en todo el país. «Los padres de familia nos hemos distribuido, lo que queremos el día 26 es que todos los pueblos de México levanten la voz, para exigir castigo a los responsables materiales e intelectuales de crímenes de lesa humanidad cometidos en toda la república mexicana». «