Elon Musk abrió el juego a una catarata de despidos en las grandes tecnológicas y con pocos días de diferencia el anuncio supera las 20.000 bajas en Twitter, Meta-Facebook y ya que estaban Microsoft, Netflix, Tesla –que también es obra del empresario sudafricano– y siguen las firmas.

Mark Zuckerberg informó el miércoles el despido de 11.000 empleados, el 13% de la plantilla. Su explicación fue que «al comienzo del Covid, el aumento del comercio electrónico condujo a un crecimiento descomunal de los ingresos. Mucha gente predijo que esto sería una aceleración permanente que continuaría incluso después de que terminara la pandemia. Yo también lo hice, así que tomé la decisión de aumentar significativamente nuestras inversiones. Desafortunadamente, esto no salió como esperaba». Las pérdidas serían de casi 9500 millones de dólares entre enero y septiembre pasado.

El pionero en este procedimiento resultó Musk, que se hizo cargo de la red del pajarito a fines de octubre.El despido de la jefa legal de Twitter, Vilaya Gadde, fue particularmente humillante. En el video de la primera reunión del nuevo directorio, sin edulcorante, Musk le dice que está despedida. En su desembarco quería mostrar ese tono despótico de un no escrito «Manual del nuevo dueño».

Además, usó su cuenta para debatir el cobro de ocho dólares por el nuevo servicio de suscripción, Twitter Blue, y mantuvo un cruce con el escritor Stpehen King. Se trata de un servicio premiun con garantía de verificación de cuentas y otros chiches. A los dos días tuvo que suspenderlo porque se habían descubierto millones de registros falsos.

Musk justificó el costo de la suscripción alegando que «sin ingresos significativos por suscripción, es muy probable que Twitter no sobreviva a la próxima recesión económica», y alertó que no está descartada la quiebra de la firma que acaba de comprar por 44.000 millones de dólares.

El panorama financiero de la red social está oscuro y algunos de los bancos de Walls Street que aportaron fondos para la aventura, según el portal Bloomberg, ahora están buscando como desprenderse de la deuda. Bloomberg asegura que un grupete de sponsors liderado por la banca Morgan Stanley estaría tratando de vender su participación a razón de 60 centavos por cada dólar de los 13.000 millones invertidos. «Uno de los mayores descuentos en una década», dice.

La Comisión Federal de Comercio de EE UU (FTC), por si fuera poco, le está pisando los talones. En un comunicado de hace unos días, el organismo manifestó su preocupación porque los encargados del área de moderación de contenidos, seguridad y cumplimiento de regulaciones federales dejaron la empresa. Twitter ya había tenido que pagar 150 millones de multa a la FTC por usar información de los usuarios para la venta de publicidad, pero eso fue en mayo. El empresario también está de punta con el gobierno de Joe Biden. Es que no tuvo empacho en pedir el voto por los republicanos para las legislativas que se desarrollaron este martes.

Twitter envió mails para informar el despido a la mitad del personal de planta, unas 3700 personas. Un par de días más tarde, comunicó que volvería a ponerse en contacto con muchos de los que habían sido expulsados porque habría habido un error en algunos casos puntuales. Pero además dijo que los que queden –sea cual sea la cifra final, si es que se puede saber– deberán realizar tareas presenciales. «El teletrabajo ya no es aceptable», dice, para agregar luego: «se avecinan tiempos difíciles».    «