Los países de la Unión Europea (UE) se oponen al asedio total a la Franja de Gaza por parte de Israel, declaró este martes el jefe de la diplomacia del bloque, Josep Borrell, tras presidir una reunión extraordinaria de los cancilleres del bloque para tratar la escalada de violencia en la región.

El Gobierno israelí anunció el bloqueo total del enclave palestino, cortándole el acceso al agua, los alimentos y la electricidad, en respuesta al ataque del movimiento islamista Hamas por mar, cielo y tierra del sábado.

Borrell, que presidió la reunión de los ministros de Relaciones Exteriores de la UE en Mascate, Omán, indicó asimismo que una «amplia mayoría» de los 27 países del bloque se opone a una suspensión de los pagos de la ayuda a los palestinos.

«Hubo una amplia mayoría, con quizás dos o tres excepciones, de países que señalaron claramente que la cooperación con la Autoridad Palestina debe continuar, y que los fondos deben continuar, y que los pagos no serán interrumpidos», afirmó, según la agencia de noticias AFP.

La UE es el principal donante a los palestinos. Se estima que entre 2021 y 2024 esa ayuda debería alcanzar los 1.200 millones de euros, especialmente en proyectos de educación y salud.

El jefe de la diplomacia del bloque también anunció que los ministros reconocieron el derecho de Israel a defenderse.

«Israel tiene el derecho de defenderse, pero eso se debe hacer de acuerdo con la legislación internacional, con las leyes humanitarias», precisó Borrell, que agregó que los ministros condenaron el «ataque terrorista» de Hamas contra civiles.

«Esto significa que no puede bloquear el acceso al agua, los alimentos o la electricidad a la población civil en Gaza» y que se debe permitir la apertura de corredores humanitarios, señaló.

Igualmente, agregó, se debe permitir que los civiles escapen de los bombardeos en Gaza, y que esas personas «puedan salir del país hacia Egipto, porque la frontera ahora está cerrada».

Este martes, durante el diálogo, «los ministros insistieron en la idea de que todo se debe hacer de acuerdo con la legislación internacional», dijo Borrell, que precisó que también se tiene «que pensar qué ocurrirá después».

«No todos los palestinos son terroristas, de forma que un castigo colectivo contra todos los palestinos sería injusto e improductivo», agregó el jefe de la diplomacia europea.

Borrell recordó que la ONU ya había señalado que «cortar el agua, la electricidad o los alimentos a la población civil es contrario a la legislación internacional».

La reunión no contó con la presencia del canciller israelí, Eli Cohen, que declinó la invitación con el argumento de que «no había espacio para discusiones teóricas» en medio del conflicto que mantiene su país con el grupo Hamas, ni del de la Autoridad Nacional Palestina, Riyad Maliki.

«Mientras enterramos a nuestros muertos y luchamos contra el terrorismo criminal, y el mundo muestra un claro apoyo a Israel, no hay espacio para un balance ni discusiones teóricas, solo una guerra decisiva e intransigente contra el terrorismo palestino», dijo una fuente del Ministerio israelí, citada por el diario The Times of Israel, y apuntó que Israel se enfoca en el combate más que en buscar una iniciativa diplomática para la salida del conflicto.

Según la misma fuente, Cohen seguirá manteniendo conversaciones telefónicas con los cancilleres europeos y este martes dialogaría con los ministros de Relaciones Exteriores de Nepal y Tailandia, cuyos países tuvieron muchos ciudadanos muertos y secuestrados por Hamas.

Borrell se encuentra en Omán para una reunión entre la UE y el Consejo de Cooperación del Golfo, pero convocó a una reunión de emergencia de los cancilleres europeos para abordar la situación entre Israel y la Franja de Gaza.

Esto se produjo luego de que anoche la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, anunciara una revisión urgente de sus programas de asistencia financiera a los palestinos, dando marcha atrás con una decisión previa de suspender la ayuda al desarrollo palestino.

De acuerdo con la Comisión, el objetivo de la revisión es «garantizar que ninguna financiación de la UE permita indirectamente a ninguna organización terrorista llevar a cabo ataques contra Israel».