Al menos 30% de los cargos de confianza en la administración pública a nivel federal en Brasil serán destinados a personas negras y mestizas, según un decreto firmado este martes por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Lula, que inició en enero su tercer mandato al frente del país de 213 millones de habitantes, ha prometido esforzarse para que su gobierno tenga «la cara de la sociedad brasileña», mayoritariamente negra y mestiza.

«El racismo está en la raíz de la desigualdad, por eso hay que combatirlo como plaga en una plantación», dijo el mandatario durante un acto en Brasilia donde firmó el decreto y otras medidas para el avance de políticas sobre igualdad racial.

Con la idea de «incentivar la presencia de personas negras en espacios decisorios y de liderazgo», la norma reserva a esa franja de la población 30% de los cargos de nombramiento en la administración pública, y establece un plazo hasta finales de 2025 para cumplir la meta, dijo el gobierno en una nota.

Según el texto, «se consideran personas negras quienes se autodeclaran negras y pardas».

«Sin igualdad de raza y género no habrá democracia», afirmó Lula.

El mandatario estuvo acompañado por su ministra para Igualdad Racial, Anielle Franco, hermana de la concejala asesinada Marielle Franco, convertida en ícono de la lucha contra el racismo y la violencia policial.

Brasil, el último país de América en abolir la esclavitud, en 1888, cuenta con la mayor población negra fuera de África.

Pero está plagado de racismo estructural, con menos del 5% de ejecutivos negros en las mayores 500 empresas brasileñas, según un sondeo de 2021.