Pedro Baños Bajo es coronel en la reserva del Ejército de Tierra español y uno de los más destacados especialistas europeos en estrategia, geopolítica e inteligencia. Fue Jefe de Contrainteligencia y Seguridad del Cuerpo de Ejército Europeo, en Estrasburgo; docente de Estrategia y Relaciones Internacionales en la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas de su país y participó en tres misiones en Bosnia-Herzegovina. Autor y conferencista, vino a Buenos Aires a presentar su último libro, La encrucijada mundial.  Con Tiempo habló sobre este momento dramático para la humanidad como es la guerra en Ucrania, donde Baños despierta pasiones enfrentadas desde su cuenta de Twitter @geoestratego por su crítica sobre el papel de Europa y la OTAN en el conflicto. De allí la primera pregunta, el porqué de esa visión disonante.

-Por encima de todo debemos pensar en cada país en los intereses de cada país. Y si hablamos del contexto europeo debemos pensar en los intereses de Europa, a la que pertenecemos, pero por encima de todo a los intereses nacionales. A veces perdemos ese contexto. Entiendo que las presiones son muy fuertes por parte de los poderosos que lideran realmente dentro de las organizaciones, que nunca por más que digas son democráticas ni equitativas. Como militar español siempre me han preocupado los intereses de España y yendo un poco más allá me preocupan los intereses de la hispanidad. Cuando yo juré bandera no juré defender a ninguna organización internacional, he jurado defender a España y a los españoles. Eso lo tengo muy claro y es el faro de mi vida. Entiendo que hay a quien le es más fácil subir a la ola, dejarse llevar por la marejada del momento, y es cierto, es así como se triunfa, dejándote llevar por ese vaivén que te va marcando el ritmo de los poderosos, pero ese no es mi estilo.

-¿Hay militares de la OTAN que se estén planteando errores históricos como podría ser el avance hacia el este, que es una de las razones de Moscú para iniciar la operación militar?

-Igual que los servicios de inteligencia, las milicias tampoco son un bloque monolítico y hay opiniones. Lo que también es cierto es que somos muy subordinados y si estuviera en activo no te queda más remedio que callarte la boca y cumplir las órdenes que te den. Eso no significa que muchos militares en toda Europa no se planteen exactamente lo mismo que yo. No olvidemos que hay generales importantes en Alemania que fueron inmediatamente destituidos por decir exactamente eso. (NdR, el jefe estado mayor del Ejército alemán general Eberhard Zorn en marzo). A mí me cuentan en pequeños círculos en nuestro mundo militar -que evidentemente es un mundo paralelo, donde lo que dicen no es luego lo que se atreven a decir en público- que están pensando que nos están lanzando a Europa a una guerra que no es nuestra. Los políticos europeos están encantados porque evidentemente ni ellos ni sus hijos van a ir a esta guerra y además deberán favores o subordinación a poderes foráneos. Pero lo cierto es que cada vez hay más gente que se plantea esto. Pero también hay periodistas, lo que pasa es que a mí me dicen luego “si yo dijera lo que opino primero mi director no lo dejaría decir o al día siguiente me echan del medio”. Ahora mismo hay muchísimas presiones para que solo se traslade el discurso oficial.

-Construyen un discurso monolítico.

-Si lo analizamos bien es un discurso que no coincide con los intereses de Europa. Siempre te lo venden como que si esta guerra no la gana EEUU es el fin de la democracia y las libertades, como si en Europa no hiciéramos pingües negocios con países que no son democráticos, o con dictadores. Es parte de ese mensaje, de esa hipocresía. Llevo más de 30 años trabajando en esto, he estado en muchos puestos, y eses discursos no me los creo.

-Esta guerra implica la ruptura de un proyecto europeo que parecía virtuoso: energía barata de Rusia para una industria poderosa. Parece inexplicable.

-Lo de Alemania es más inexplicable todavía. Porque ahora gobierna un tripartito en el que están los Verdes, que tradicionalmente han sido pacifistas, antibelicistas, antimilitaristas y ahora están encantados con la guerra. Qué presiones estarán sufriendo para tomar estas decisiones. Presiones fabulosas como las que sabemos ejercer desde organismos de inteligencia.

-Acá lo llamaríamos “carpetazos”.

-A mí me engañan todos los días, solo que es más difícil engañarme que al resto porque yo sé lo que se cuece, porque yo he estado en el otro lado. Cuando ahora se filtran estos papeles del Pentágono (NdR, en abril pasado) te vuelven a decir cómo EEUU estaba espiando a todos sus socios y aliados. Ya lo vivimos en la época de (Barack) Obama, cuando se descubrió que la NSA estaba espiando a todos nuestros líderes (denuncia de Edward Snowden). Qué no sabrán y qué presiones no recibirán los políticos. En el Concepto Estratégico de la OTAN del año 2010 a China ni se la mencionaba y a Rusia se la consideraba un socio. En el 2011 en España se celebró el Año Dual España-Rusia, con muchísimos eventos, un hermanamiento total. Cuando llega al poder (Emmanuel) Macron abogaba por un acercamiento a Rusia, que no significa implantar su mismo sistema político. Hablamos de un acercamiento comercial, económico, financiero. Porque Rusia tiene en gran medida todo de lo que Europa carece para su desarrollo industrial. Y era un mercado de 150 millones de personas deseosas de consumir. Los españoles hemos perdido de vender miles de millones de euros solo en frutas, verduras y hortalizas o el servicio logístico de Ceuta a los barcos rusos. Siempre he pensado que Europa puede cometer dos grandes errores: no acercarse a Rusia, que la tenemos por carretera y nos proporcionaba el 40% de toda la energía que consumíamos, además cereales, gases nobles, pulpa de papel, minerales estratégicos. El otro gran error es enfrentarse a Rusia. Creo que hay gente que todavía no es consciente de lo que significa Rusia, no entiende la idiosincrasia del pueblo ruso. Se creen que esto es solamente cosa de un loco que se llama Putin y esto va mucho más allá. Si creen que quitando a Putin se acabó el problema es que no han entendido nada de Rusia, no han leído su historia, no comprenden la mentalidad del pueblo ruso. Cuando uno se enfrenta a un enemigo tiene que saber hasta dónde ese enemigo es capaz de llegar. Lo que se enseña en los cursos de estado mayor de las academias militares es a ponerte en la cabeza del adversario. Que puede tener otra belicosidad, otro patriotismo, otro concepto del valor que le pueden dar a la vida. A mí me hace mucha gracia, hay mucho valiente ahora de tertulia de televisión que dicen “vamos a la guerra, es el momento”.

-Animémonos y vayan.

-Efectivamente. Pero el día que empezaran a llegar ataúdes la mitad saldría corriendo. O cuando anunciaran una movilización masiva para luchar en una tierra que no es tuya y no son tus intereses, veríamos cuántos están dispuestos. Porque vamos, ¿en qué nos beneficia esto a Europa? por más que lo traten de disimular y camuflar. Acaban de aprobar y creo que van por décimo paquete de sanciones a Rusia y son un búmeran. A quienes golpea es a nosotros. Si analizamos los datos a Rusia no le está yendo tan mal, motivo por el cual el gobierno cada vez tiene más apoyo de la población. Lo que no nos está vendiendo a nosotros se los vende a otros países que además, luego indirectamente lo estamos comprando a mayor precio. Hay hipocresía, desvergüenza y muchas veces inocencia. Lo estamos padeciendo en subas de los tipos de interés, pérdida de calidad de vida…

-Y la amenaza de una guerra nuclear.

-Absolutamente. Aunque no degenerara en un gran enfrentamiento, el mero hecho de que llegáramos a ver en Europa un hongo nuclear fruto de una pequeña explosión de un arma táctica haría una desbandada. Estos valientes de pacotilla que no han visto una guerra en su vida ni han visto muertos más que en la televisión. Lo cierto es que se está doblando la apuesta constantemente.

-Eso incrementa el riesgo de una escalada fatal.

-Es que la OTAN y EEUU también se están jugando su prestigio en esta guerra. Ya no es una guerra estilo soviético para los ucranianos, es una guerra OTAN, con medios OTAN, personal entrenado por la OTAN, tácticas OTAN, estado mayor de la OTAN.

-Por eso me pregunto si la población no se muestra preocupada. Se entiende que los medios machacan todo el día e incluso eso que decía de partidos con un pasado antibélico.

-Llama poderosamente la atención en esa izquierda que ha sido pacifista y antimilitarista. Ese recelo a todo el mundo militar, a los servicios de inteligencia, esa idea de que el gasto en defensa impedía gastar más en servicios sociales. Tenían esos mantras. Debemos poner en valor otra vez el periodismo, que está ahora mismo de capa caída. Por otra parte no debemos olvidar que en Europa estamos en guerra. Estamos enviando armamento, estamos entrenando a sus soldados… estamos en guerra. Por lo tanto recibimos a cada momento propaganda de guerra. Pero no la propaganda de guerra del otro bando, en Europa están prohibidos los medios rusos, están censurados. Y están censurados porque estamos en guerra. Lo que recibimos es nuestra propia propaganda. A lo mejor no todo el mundo lo percibe, porque de eso se trata, pero es que me he dedicado y me dedico a ello. La prueba está en que como la contraofensiva ucraniana no va bien, casi no hay noticias. Si fuera bien nos tendrían 20 minutos del telediario con eso. No se trata de decir que uno es bueno y el otro malo, es que no nos están contando la verdad, están maquillando las cifras de los muertos y heridos, de la situación táctica, nos ocultan cuáles son los verdaderos intereses geopolíticos y geoeconómicos que están detrás. El mensaje que siempre sale muy bien es el emocional, de una mujer llorando, una niña que sufre.

-¿Cuáles son las fuentes de las que se nutre para informarse?

-Tengo la suerte de haber dado muchas vueltas por el mundo y haber ocupado muchos puestos importantes y tengo acceso a fuentes que cualquier periodista no puede tener. Gente de servicios de inteligencia, de los ejércitos de España y del exterior que me pasa mucha información, tengo contactos todavía en muchas altas esferas que me dan información o no información que también es información.

-¿Cómo es eso?

-Por ejemplo, la voladura del Nord Stream. Tengo contactos al más alto nivel de la Unión Europea y me dicen “de ese tema nos han dicho que ni hablemos”. Yo digo, gracias, ya me lo has dicho todo. Si hubiera sido Rusia estarían hablando constantemente. Sigo páginas de muchísimos países, porque hay que leer de todos lados. Obtengo datos, intento contrastarlos y hago mi propio análisis, que es lo que deberíamos hacer todos, pero claro, cada persona tiene su trabajo y no puede dedicarse en cuerpo y alma. Hay ahora también muchos canales de Telegram, tanto de un lado como de otro. Cada uno va intentar engañarte o imponerte su realidad, por eso tienes que ser muy prudente y no creerte nada de entrada de ninguno. Pero a pesar de tanta propaganda machacona cada vez hay más gente que se da cuenta de que algo está pasando. La gente ha empezado a cansarse un poco, ha visto cómo la afecta.

-¿El primer gran error de la OTAN fue destruir a Yugoslavia?

-Tomamos con naturalidad que en 1999 la OTAN bombardeara la capital de un país soberano como Belgrado y de paso la embajada de China.

-Algo que China no olvida.

-Jamás. Además eso fue sin resolución de Naciones Unidas. En ese momento China no significaba nada aún, estaba (Boris) Yeltsin en la presidencia de una Rusia desinflada totalmente, sin voz ni voto. Se permitieron ciertas alegrías en el bando occidental. Como lo hacemos nosotros eso nos causa muchísima gracia, pero cuando lo hacen los demás, “es que no respetan los derechos humanos, la legalidad internacional, no son demócratas”. Cuando Estados Unidos toca el silbato, todos vamos detrás, como pasó en Afganistán. Y cuando se cansó de esa guerra, se fue, dejando de nuevo a los talibanes, a los que fuimos a sacar del poder, y ya no nos importa que machaquen a las mujeres. Allí también fuimos a defender la democracia, la libertad, los derechos humanos, los derechos de las mujeres. Si ya es el colmo del desparpajo. Es lo mismo que te dicen ahora en Ucrania.

La rebelión de los Wagner

-¿Se sabe algo más del motín de Yevgeni Prigozhin?

– Todavía sigue habiendo una gran confusión porque las noticias que nos llegan son bastante contradictorias. Yo descartaría totalmente que fue un intento de golpe de estado. Para hacerlo tienes que atentar contra las instituciones, los medios de comunicación o pensar que tienes un apoyo importante de las Fuerzas Armadas, de los servicios de inteligencia, que en Rusia son absolutamente claves, de las fuerzas policiales y si me apuras hasta de la iglesia y aparte un apoyo popular también. Con solo unos 3000 soldados paramilitares eso suena a ridículo. Era una manera de llamar la atención, es verdad, para algo que todavía no queda totalmente claro. Prigozhin dijo que iba contra el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y el jefe del Estado Mayor, Valeri Gerasimov y no directamente contra Putin. Pero también llama la atención que si fue un acto de alta traición se hubieran ido sin tener ninguna consecuencia. Por más que estemos en guerra eso no coincide con la manera de pensar de los rusos en general y me atrevería a decir que de ningún país.

-Pululan muchas teorías conspirativas.

-Hay que pensar que estamos en guerra y el engaño forma parte de la guerra.  Lo que es verdad, aunque los medios occidentales dicen lo contrario, lo que nos está llegando desde Rusia es que la posición de Putin ha salido reforzada. Pero todavía no hemos visto las consecuencias, porque parece que hay algo más detrás de lo que se ve.