Vista desde lejos, la puesta en escena del amedrentamiento que transmite la ciudad sitiada por las medidas de seguridad implementadas por el G20 parece no tener fisuras. Pero lo cierto es que se rompe en aquellos lugares donde la batalla por la Memoria, la Verdad y la Justicia se viene librando desde hace mucho. A pesar de la proliferación de policías y vallados y la inquietante militarización del espacio público que desplegó el gobierno nacional con motivo de la cumbre global de presidentes, las Madres estuvieron en la Plaza de Mayo, como cada jueves.

La marcha número 2120 “la vamos a hacer aunque esté todo vallado, nunca la dejamos de hacer en 42 años, no nos van a prohibir ahora”, había advertido la titular de Madres, Hebe de Bonafini, durante una conferencia de prensa ante corresponsales extranjeros que brindó junto a líderes sindicales (entre ellos, Roberto Baradel, secretario general de Suteba, y Daniel Catalano, de ATE Capital), ante versiones que indicaban que las restricciones en la circulación en las manzanas contiguas a la Casa Rosada comenzarían este jueves. “Creo que ellos tienen mucho miedo, porque son una basura”, dijo Hebe, y agregó que traen “aviones, portaaviones, helicópteros y miles de tipos que los cuidan porque están cagados en las patas”.

Llegaron a la Plaza, entonces, más temprano que de costumbre, al mediodía. “Nos enteramos de que la iban a vallar”, explicó Hebe en un video posteado en la cuenta de Twitter de la entidad, de modo que un grupo de Madres se adelantó a la medida. Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, también cuestionó la posibilidad de que les hubieran impedido realizar la ronda: “Saben cómo somos. Vinimos a la Plaza. Lo hubiésemos hecho por los techos, en una avioneta o en un dron”.

Como en el ’78 durante el Mundial, esta vez también fueron testigos de la ronda muchos corresponsales extranjeros, acreditados a la cobertura del G20. Después, en la carpa montada a metros de la Pirámide, Hebe fue tajante respecto del G20. “No podemos dialogar con los que nos matan, con los que nos someten. No los queremos acá”, dijo.