Se dieron a conocer diálogos telefónicos en los que Daniel Angelici, presidente de Boca, llamaba al por entonces presidente de AFA y a Fernando Mitjans, miembro del Tribunal de Desciplina, para pedirles que un arbitraje «sin errores» y que pudieran jugar ciertos futbolistas sancionados en un partido para clasificar a la Copa Libertadores 2015. Después del escándalo que se generó, que también podría haber servido para apretar al dirigente y operador judicial, el propio Angelici reconoció que su conducta no fue la mejor pero que volvería a llamar porque así se «defienden los intereses de Boca».