El dirigente social y referente del Frente Patria Grande Juan Grabois consideró hoy, ante la posible conformación de una alianza política entre La Libertad Avanza (LLA) y el PRO, que el expresidente Mauricio Macri «ya está dentro» del Gobierno» nacional, y propuso que el peronismo ejerza su rol de oposición a través de una conducción «colegiada».

«Macri ya está dentro (del Gobierno) a través de dos de los personajes más importantes de su era, que son Luis Caputo y (Federico) Sturzenegger, que manejan el ‘plan platita para los ricos'», consideró Grabois, en referencia al ministro de Economía y al exfuncionario de Cambiemos que fuera responsable de la elaboración de la ley Bases, respectivamente.

En declaraciones a El Destape Radio, el dirigente social analizó que «el espíritu del macrismo está en los elementos centrales de la política económica» de la gestión del presidente Javier Milei. Grabois mencionó que, además de Caputo y Sturzenegger, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, también forma parte de la incidencia política del PRO en el Gobierno, aunque en el caso de la funcionaria afirmó que es «la retaguardia para garantizar el plan económico y financiero».

Acerca de la gestión económica al frente del país, Grabois evaluó que Milei lleva adelante «un programa desguace, no solo del Estado sino de la propia identidad nacional de nuestro pueblo», y aseveró que el Presidente «es un fusible de las corporaciones que, si se llega a calentar la tensión, va a saltar por los aires y nadie le va a dedicar una lágrima».

Para Grabois, las políticas públicas del Gobierno nacional son «antinacionales, antipopulares y deshumanizantes», por lo que dijo que es «obligación» de la oposición peronista «enfrentarlas en todos los campos y en todos los terrenos».

Para eso, agregó, se debe «construir una alternativa» y «liderazgos un poco más colegiados y colectivos», porque, a su criterio, en el peronismo «no hay genios ni herederos» de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. «Ni (Ricardo) Quintela, ni yo, ni Axel (Kicillof), ni Máximo (Kirchner). Somos todos seres humanos de carne y hueso bastante limitados. Tenemos que bajar los niveles de vanidad que tenemos», sostuvo.