Despatriarcalizar el Estado es la épica tarea que se propuso el oficialismo desde la campaña. El “Todes” que se agregó al nombre electoral del Frente debía tener su correlato una vez llegado al poder institucional. Jerarquización y articulación federal de políticas de género, erradicación de la violencia machista y el reconocimiento social y económico de las tareas de cuidado son los ejes que trazó el Poder Ejecutivo en tres meses de gobierno.

“Así como se reconoció al movimiento obrero en el ’49 con un ministerio, el presidente ahora vio quiénes éramos las protagonistas de las luchas de esta época, y llegó nuestro reconocimiento político”, dijo Elizabeth Gómez Alcorta al inaugurar la muestra Nosotras Movemos el Mundo, en el CCK, junto a Alberto Fernández, cuya primera medida política feminista es el envío al Congreso de un proyecto de ley, con su firma, para garantizar el derecho al aborto.

Según fuentes oficiales, el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidades está en una etapa de articulación con las organizaciones feministas y las áreas de género de las provincias “para elaborar diagnósticos sobre cada problemática”. Ese tendido de redes pretende cristalizar en la creación de foros participativos contra los distintos tipos de violencia, la elaboración de un mapa federal de cuidados, y reuniones periódicas del Consejo Federal del ministerio en los distintos distritos.

Mapa de cuidados

El Mapa Federal del Cuidado en la Argentina que comenzará a construir el ministerio -con el apoyo de la CEPAL- tiene como objetivo reflejar cómo es hoy la organización social del cuidado en el país. La información que releve se utilizará luego para diseñar políticas públicas de cuidado. El objetivo es que estas tareas no reconocidas, que ejercen en su gran mayoría las mujeres, se reconozcan como una necesidad, un trabajo y  un derecho, y que sean mejor distribuidas entre los géneros. “Queremos reconocer al cuidado como una necesidad básica, un trabajo que aporta y un derecho a cuidar y a ser cuidado/a. Redistribuir el cuidado entre varones, mujeres y otras identidades y entre los hogares, el Estado, las empresas y las comunidades. Y remunerar correctamente a quienes elijan dedicarse a cuidar, ya sea en su propia familia como en el mercado de trabajo” dijo Gómez Alcorta.

Por lo pronto, no hay proyectos a salir sobre extensión de licencias por paternidad –que reduciría la discriminación laboral en el mercado de trabajo de las mujeres- ni iniciativas de persecución fiscal o penal a padres que no cumplan con la cuota alimentaria.

Consejo Federal

Esta instancia es un espacio de participación de ministras, ministros, funcionarias y funcionarios que ocupan los máximos cargos provinciales con competencia en materia de género, igualdad y diversidad. Su objetivo “es articular y promover políticas de alcance federal para dar cumplimiento a las obligaciones que asumió el Estado nacional en el avance y promoción de los derechos humanos de las mujeres y personas LGBTI+”. Su funcionamiento es periódico y constituye una forma de intercambio de información de lo que sucede en cada distrito, para que el diseño de las políticas contemple particularidades regionales y territoriales.

También se impulsa la realización de diagnósticos para identificar las distintas necesidades de cada jurisdicción. Otro de sus objetivos es crear herramientas de gestión para fortalecer las diversas áreas de género y la evaluación del impacto de las políticas.

Los Foros y el Plan Nacional

La realización de Foros Federales Participativos tiene el objetivo de construir el próximo Plan Nacional de Acción Contra las Violencias por Razones de Género, y se extenderá hasta abril. Los foros son ocho en total y se realizan en las distintas regiones del país. El primero se realizó en Chapadmalal, y convocó a 500 integrantes de organizaciones políticas, sociales, sindicales, académicas y público en general. El objetivo es generar propuestas de prevención, asistencia integral y fortalecimiento del acceso a la justicia, protección integral y fortalecimiento de redes comunitarias.

Hacia adelante, el primer ministerio antimachista de la historia argentina se propone elaborar estadísticas oficiales sobre violencias y femicidios, una demanda del movimiento feminista que hasta el momento nunca había tenido una respuesta oficial. «