Movimientos sociales y cooperativas acampan en el centro de Mar del Plata, frente a la Municipalidad, por sexto día consecutivo. Los motivos de la medida son el hambre y la falta de trabajo que acosa a los barrios de la ciudad costera, producto de la crisis de las industrias textil y pesquera que se viene agravando durante los últimos años y el abandono de políticas públicas, tanto de la nación como de la provincia. “Nuestra realidad es desesperante, por eso salimos a reclamar. El hambre y la desesperación no se aguantan más, no podemos esperar hasta octubre”, declaró Agustín Calamante del Frente Barrial de la CTA.

La protesta se mantiene las 24 horas con la rotación de miles de personas de diferentes organizaciones, como el Frente Barrial de la CTA, Barrios de Pie, el Movimiento Teresa Rodríguez y otra veintena de agrupaciones.  

El reclamo que hicieron circular las organizaciones es por generación de trabajo genuino, la asignación de trabajos para las cooperativas, el desbloqueo y aumento de los cupos de los programas sociales –el gobierno nacional los eliminó completamente en el partido de Gral. Pueyrredón, aunque significa el único ingreso para muchas familias– y el incremento en la entrega de mercadería por parte del Ministerio de Desarrollo Social.

Si bien la Justicia convocó al gobierno a una mediación, ningún representante del Ejecutivo nacional se había hecho presente ni el jueves ni el viernes.

Las organizaciones se mantienen en medio de  la ola polar sobre las calles La Rioja e Hipólito Yrigoyen y la avenida Luro. Diversos manifestantes declararon a medios locales que además sufren “amedrentamiento y armado de causas judiciales a referentes de las organizaciones”.

De modo paralelo, el viernes comenzó la “Semana Social” convocada por la Conferencia Episcopal Argentina en Mar del Plata,  a diferencia del año pasado en que fueron duramente criticadas, no participan ni la gobernadora María Eugenia Vidal ni la ministra de Desarrollo Social del gobierno nacional Carolina Stanley.

El presidente de la Comisión Episcopal de la Pastoral Social y obispo de Lomas de Zamora, Jorge Lugones, le explicó a los medios que “el problema es que la mitad de los trabajadores en nuestro país está en negro. Son índices que nos golpean. La desocupación también nos preocupa, y se trata de un índice que en Mar del Plata es aún más importante”.