A menos de dos meses de su arranque, el Mundial ya se vive en Buenos Aires, que esta semana recibió al presidente de la FIFA Gianni Infantino, invitado estelar al Congreso de la Conmebol que se realizó en el Hotel Hilton. El foco, sin embargo, no estuvo puesto en Rusia 2018 sino en la Copa del Mundo 2030. La triple candidatura entre Argentina, Uruguay y Paraguay, que tuvo su presentación oficial el lunes pasado en la Casa Rosada, fue el tema central de todas las charlas que se dieron en Puerto Madero, sobre todo aquellas que no se hicieron públicas.

Esta semana también trascendieron los dos grandes rivales que tendrán los tres países del cono sur en su postulación. Por un lado, Gran Bretaña dio a conocer que también quiere organizar ese Mundial. Por el otro, el New York Times informó que la FIFA recibió una oferta de 25 mil millones de dólares de un consorcio inversor con financistas de China, Japón, Arabia Saudita, Estados Unidos y Emiratos Árabes Unidos que busca quedarse con los derechos de un nuevo mundial de clubes que contaría con 24 equipos (12 de Europa, cinco de Suramérica, dos por África, Asia y Norteamérica y uno por Oceanía). La propuesta, se sospecha, también compromete a la FIFA a tercerizar la organización de la Copa del Mundo. Y contra 25 mil millones de dólares no se puede competir. Esa oferta inédita que quema en las manos de Infantino también circuló por el Hotel Hilton.

Las dos grandes jugadas de la Conmebol con vistas al Mundial del Centenario –se cumplen 100 años de la primera Copa del Mundo, que se jugó en Uruguay en 1930– fueron el apoyo para la triple candidatura de la Concacaf para el 2026, algo que se votará el próximo 13 de junio, justo un día antes de la inauguración de Rusia 2018 y también el pedido para que el Mundial de Qatar 2022 se juegue con 48 equipos, uno de los proyectos que impulsa el suizo Infantino en su intento por cambiarle la cara a la FIFA a partir del Mundial de 2026. La estrategia del presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, es la vieja apuesta del búmeran: dar apoyo para que luego regrese. Las diez federaciones sudamericanas garantizaron el voto para las potencias norteamericanas en 2026, con la esperanza de que las 41 afiliadas a la Concacaf devuelvan las gentilezas para 2030.

Tanto Infantino, como el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, y Ahmad Ahmad, el presidente de la Confederación Africana, se fueron de Buenos Aires con el proyecto para 2030. Además de apostar por la tradición y los 100 años del primer Mundial, la apuesta de la Conmebol es que la postulación de las tres federaciones sea vista como la de todo el bloque sudamericano. En Rusia, mientras Messi busque conseguir por fin poner el mundo bajo su zurda con la camiseta argentina, el empresario Fernando Marín, sepultador del Fútbol Para Todos y coordinador general de Comunicación Estratégica de la Secretaría de Deportes, y el presidente Mauricio Macri, intensificarán el lobby para la candidatura.