La Policía Militar de Brasil reprimió una manifestación en apoyo a la presidenta suspendida Dilma Rousseff. Fue el lunes por la noche mientras se desarrollaba una jornada de defensa a Rousseff en la Avenida Paulista, en el centro de Sao Paulo.

El acto fue organizado por los frentes Povo Sem Medo y Brasil Popular, y reunió a unas 800 personas en los alrededores del Museo de Arte de São Paulo (MASP).

Según informaron medios locales, cuando los movilizados llegaron al MASP, los efectivos policiales los recibieron con gases lacrimógenos, gas pimienta, balas de goma y bombas de aturdimiento que utilizaron para evitar que se acercaran al edificio de la Federación de Industrias del Estado de São Paulo, entidad considerada por los movimientos sociales como la “patrocinadora del golpe contra la presidenta Rousseff”.

Distintas ciudades brasileñas se sumaron a las protestas contra el golpe y en rechazo al gobierno interino de Michel Temer, en el marco de la jornada de defensa de Rousseff por el proceso de juicio político en su contra. Según la policía, en Río de Janeiro también tuvo lugar una manifestación en el centro de la ciudad, aunque la protesta más concurrida fue la de Brasilia, donde unas 1500 personas se concentraron en la Explanada de los Ministerios.