Un trabajo del Centro de Economía Política Argentina (Cepa) indica que se aceleraron los despidos y suspensiones en el sector privado a lo largo del primer semestre de 2018, y que en julio pasado ese ritmo se acrecentó aun más.

El centro de estudios indicó que la cantidad total de despidos y suspensiones en los primeros siete meses de este año asciende a 32.794 casos, de los que 12.532 corresponden al empleo público y los restantes 20.262 al sector privado. «Estos datos implican un promedio de 4684 despidos y suspensiones mensuales durante los primeros siete meses de 2018», estimó Cepa.

La cantidad de cesantías en el sector privado en julio fue, por lejos, la mayor de todo el último año, con 6247 casos. Se trata de un nivel muy por encima de los meses previos, en los que mayo había sido el de mayor expulsión de empleo, con poco más de 3500 casos.

En la cuenta de los primeros siete meses del año, la industria figura como el sector que más empleo perdió, con casi 15 mil casos, un poco por debajo de los 16.500 registrados en el mismo período de 2017. Pero los 5100 despidos de julio concentran un tercio del total, algo que no sucedió en 2017. La causa está en el deterioro económico surgido tras la corrida cambiaria de abril y mayo, y el impulso inflacionario posterior.

Este impacto ha sido importante. El informe de Cepa señala que «los despidos por cierre de empresas o plantas alcanzan la cantidad de 4310 casos. Es de destacar que uno de cada ocho despidos del segundo trimestre se relacionan con cierre de empresas o plantas. En el caso de la industria la proporción es aun mayor: 1 de cada 5 casos están vinculados a cierres».

El desangre del empleo industrial sucede ante la mirada del Ministerio de Trabajo, que dirige Jorge Triaca. Las políticas que esa cartera estimula apuntan a facilitar aun más el despido, toda vez que Triaca es el impulsor de la eliminación de las indemnizaciones y su remplazo por un esquema de seguro de desempleo muy parecido al que existe en el sector de la construcción.

Según los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), a mayo último se registraban 82.445 trabajadores menos en el sector industrial desde noviembre de 2015. De allí que sea la industria la que «protagoniza el proceso de despidos y suspensiones también en 2018», repitiendo lo sucedido en 2017, indicó Cepa. «

El salario mínimo, en su nivel más bajo desde 2004

La reciente actualización dispuesta por el gobierno nacional no impedirá que el salario mínimo, vital y móvil tenga su nivel más bajo de los últimos 14 años. De acuerdo a un estudio de la Central de Trabajadores Argentinos-CTA Autónoma, a través de su Observatorio del Derecho Social, una vez descontada la inflación, la caída en términos reales será del 8,6% en relación al año pasado y del 22% en comparación con 2011, el momento en que el salario mínimo tuvo mayor poder adquisitivo en los últimos 15 años.
«El establecimiento de incrementos nominales que persistentemente se encuentran por debajo de los niveles de inflación ha afectado significativamente el poder adquisitivo del salario mínimo… El gobierno lo ha elegido como un mecanismo de contención salarial y de profundización del ajuste», dice el estudio.
Los nuevos valores fueron establecidos de oficio por el Ministerio de Trabajo, luego de que fracasara la reunión del Consejo del Salario que debe fijarlos. La actualización se realizará en cuatro tramos: a los $ 10 mil actuales se agregará un 7% en septiembre y tres cuotas del 6% no acumulativas en diciembre, marzo y junio venideros, para totalizar un 25% y asegurar un piso de $ 12.500 recién a mediados de 2019. La posición que impuso el gobierno quedó mucho más cerca del 20% que aceptaban los empleadores, también en cuatro cuotas, que de los $ 19 mil que exigía la CGT para tratar de acercar el mínimo a la canasta básica.