El desfile militar que desplegó el gobierno de Mauricio Macri como parte de los festejos por un nuevo aniversario de la Independencia nacional no estuvo exento de polémicas. Entre ellas, la presencia del ex carapintada Aldo Rico, en su carácter de ex combatiente de la guerra de Malvinas.

Las críticas que llovieron sobre la presencia del militar sedicioso que se levantó más de una vez contra la democracia durante el gobierno de Raúl Alfonsín. Un militar que se levanta en armas contra la democracia no puede participar de un acto de la democracia fue básicamente el argumento de los que criticaron. La defensa que intentó el ministro Oscar Aguad en el programa De acá en más fue que “Aldo Rico tiene derecho a desfilar como ex combatiente de Malvinas. Lo de los carapintadas es cosa vieja. Fue un acontecimiento chiquito, que yo no creo que haya puesto en jaque a la democracia”.

La minimización de los alzamientos militares contra la democracia, justamente contra un gobierno de la UCR, partido al que pertenece el ministro, resulta un hecho más que curioso, peligroso. De todos modos, Aguad, luego, intentó minimizar la figura del ex militar cuyo primer alzamiento tuvo entre sus causales la solidaridad con el militar Ernesto Barreiro, que no se había presentado a declararen un juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino La Perla durante la última dictadura militar: “Aldo Rico no existe en esta parte de la historia. Le está dando importancia. Está magnificando. Si quiere desfilar que desfile. ¿Podemos perder este tiempo hablando de Aldo Rico, en este momento que estamos viviendo?», le discutió a la periodista María O’Donell.

Por su parte, el mismo Aldo Rico habló con el portal de Perfil y aseguró que su pasado carapintada era “su mayor orgullo” y que “las críticas no me interesan”, Y aseguró: “Cuando estaba frente al palco, todos los que estaban ahí aplaudían”. Esto último es cierto ya que cuando pasaba con su silla de ruedas tanto el propio Aguad, como la vicepresidenta Gabriela Michetti, el jefe de Gabinete Marcos Peña y el diputado Federico Pinedo aplaudieron su paso.

Por la tarde, cuando llovían críticas para Aguad, el ministerio de Defensa emitió un comunicado en el que dice: «Aguad reitera su repudio histórico al levantamiento carapintada ocurrido en 1987 en Campo de Mayo y rechaza cualquier alteración del orden democrático o comportamiento que atente contra la institucionalidad. Asimismo, Aguad aclara que sus dichos sobre ese hecho fueron mal interpretados, al tiempo que enaltece la figura del ex presidente Raúl Alfonsín, quien llevó adelante un enorme trabajo para conservar el orden institucional».