El oficialismo porteño sancionó esta tarde cuatro proyectos inmobiliarios, entre los que están la rezonificación de Costa Salguero y la ratificación del convenio con la empresa IRSA por el predio de la ex Ciudad Deportiva de Boca. Dos de esas propuestas impulsadas por Horacio Rodríguez Larreta fueron modificadas para lograr el voto de sus aliados de la UCR – Evolución y la Coalición Cívica. Además, el Gobierno de la Ciudad valló los alrededores de la Legislatura durante la sesión por las manifestaciones en contra. 

Después de casi cinco horas de debate, el bloque Vamos Juntos consiguió sancionar cuatro leyes con fuerte impacto en la disponibilidad pública de espacio verde en la Ciudad de Buenos Aires. Desde la mañana, distintas agrupaciones políticas, ambientales, sociales y vecinales intentaron frenar un resultado casi asegurado. “Larreta, el río no se vende”, se leyó en un cartel gigante. Otros, más pequeños, simulaban una publicidad inmobiliaria con la leyenda “VENDE. Zona Pro”. Adentro se vivieron momentos de negociación cuando Martín Ocampo, jefe del bloque de UCR – Evolución anticipó que no aportaría los nueve votos de su bancada al proyecto de Costa Urbana de la empresa IRSA si no se introducían modificaciones. La aprobación necesitaba 31 afirmativos y hasta ese momento solo estaban los 26 de Vamos Juntos y los dos del Partido Socialista. 

«Solo pedíamos tiempo para seguir trabajando. Es una pena porque el proyecto, que es bueno para la Ciudad, se va a caer. Si se sigue trabajando, lo acompañaremos; de lo contrario, no», amenazó Ocampo. Finalmente, minutos después de las cinco de la tarde hubo acuerdo y el oficialismo consiguió las cuatro leyes. La rezonificación de Costa Salguero se aprobó por 36 votos a favor y 22 en contra (del Frente de Todos y del Frente de Izquierda), mientras que el convenio con IRSA obtuvo 36 votos a favor, 20 en contra y 2 abstenciones. 

Durante el debate, la legisladora del Frente de Todos Lucía Campora criticó a los bloques aliados del oficialismo. “Hay diputados que hoy van a levantar la mano para votar a favor cuando en la primera lectura dijeron que iban a escuchar las audiencias públicas. Incluso Martín Lousteau, referente de esos diputados, hizo campaña diciendo que Larreta todo lo que podía vender, lo vendía. Ahora le van a dar los votos para que pueda completar esas ventas”, sostuvo. La UCR aceptó votar la ley tras la modificación del artículo 8, que amplía la superficie de espacio público del 67% al 71%. Además, se cambió la capacidad constructiva de los lotes 23 y 26 y se agregó un sector de conectividad peatonal. 

El legislador del PRO Diego García de García Vilas defendió el proyecto al sostener que se recuperan tierras que hoy no son usadas. «Yo veo los carteles de ‘Vende’ y en realidad estamos recuperando 50 hectáreas que son privadas de un predio de 70 hectáreas”.  “Yo entiendo cuando nos llaman al diálogo, pero el diálogo tiene que ser sincero –continuó-. Cuando elegimos una parte pequeña de la realidad y creamos una gran mentira de todo esto, es muy difícil que podamos tener algún debate productivo”.

También se aprobó por el proyecto que ratificaba convenios urbanísticos entre el gobierno y empresas privadas. Sin embargo, el oficialismo tuvo que sacar dos de ellos para lograr el apoyo de sus aliados. Quedaron excluidos los convenios que permitían construcciones en la calle 11 de Septiembre 1535, en Belgrano (que habilitaba un edificio de más de 50 metros) y otro en la calle Corrientes al 3400 (con una construcción de 70 metros).  

La legisladora María Cecilia Ferrero de la Coalición Cívica, bloque aliado del oficialismo, criticó esos acuerdos. “En los convenios del Poder Ejecutivo vemos que se refieren a parcelas insertas en manzanas típicas o normales que se encuentran relativamente consolidadas, donde no vemos un aporte significativo en cuanto a espacio público.”

Por último, también se aprobó la creación del Régimen Especial de Regularización de Construcciones y Obras realizadas en contravención, una iniciativa muy criticada por la oposición. “El blanqueo de metros cuadrados es una cosa terrible. ¿Para qué queremos permitirle a alguien que pueda blanquear 5000 metros cuadrados?” se preguntó Javier Andrade, legislador del Frente de Todos. “Uno puede construir un cuartito en su casa porque tuvo un hijo más –siguió el legislador- ¿pero 5000 metros cuadrados? Una parcela de 10 por 50 son 500 metros cuadrados: para llegar a 5000 hay que construir 10 pisos. ¿Quién se puede equivocar por 10 pisos?”.