Entre los municipios gobernados por el PRO-Cambiemos en la provincia de Buenos Aires, Tres de Febrero se diferenció por sortear las tormentas políticas que atravesaron otros distritos amarillos como Mar del Plata, Quilmes o Lanús que requirieron mayor asistencia y asesoramiento provincial y nacional. El periodista e historiador Diego Valenzuela, intendente tras vencer al histórico jefe comunal peronista Hugo Curto –con 24 años de permanencia en el poder– reivindica la incorporación a la gestión de dirigentes de otras fuerzas políticas que compartan «rumbos de políticas públicas» y elogia a la gobernadora María Eugenia Vidal. «Es la persona con mejor imagen del país», subraya en una entrevista con Tiempo. 

Después de descansar unos días en Bariloche con su mujer y sus dos hijos, Valenzuela fue días atrás el anfitrión de un encuentro entre el presidente Mauricio Macri y jefes comunales del oficialismo. Gestión y obra pública fue el doble mensaje del mandatario. Con un adicional: un pedido de austeridad y búsqueda de inversiones en la administración pública que, por el momento, congela la incorporación de nuevos trabajadores a los municipios.

–El miércoles, Tres de Febrero recibió al presidente y al ministro del Interior y Obras Públicas, Rogelio Frigerio, junto con jefes comunales del PRO-Cambiemos de la Provincia. ¿Cuáles fueron los ejes de ese encuentro?

–Fue una reunión muy buena, con más de dos horas de trabajo, donde cada intendente pudo expresar cuál es la situación de su municipio en todo sentido: administración pública, lo económico, lo social, cuáles son los desafíos, los dilemas que tiene, y después, mucho trabajo sobre las obras. Cada uno detalló las obras que tiene en ejecución o las que querría tener. El presidente estaba muy atento y anotó municipio por municipio los ejes centrales que planteaba cada intendente. 

–¿Qué les pidió el presidente?

–Dedicarnos a apurar la obra, trabajar mucho en agua y cloacas, con AySA, también en vivienda. Pidió apurar muy fuerte el tema del Pro.Cre.Ar, financiando a la gente, a la demanda, y que las construcciones de vivienda se hagan en lugares cercanos a los cascos urbanos. Porque a veces lo que pasaba, en la etapa anterior, es que un intendente del segundo, tercer cordón buscaba un terreno barato, lejos del casco urbano, hacía un plan de viviendas, hacía las casas, la gente se iba a vivir ahí, y después no había cloacas, agua, escuelas, ni centros de salud. Cuando más te alejás, más inversión requiere llevar la infraestructura.   

–¿Y para sus administraciones?

–Nos pidió que seamos muy buenos administradores en términos de que consigamos recursos para la inversión. O sea, que la plata no se nos vaya en gastos superfluos. Cada uno tiene su cantidad de empleados, tratar de hacer el máximo con los empleados que tenemos, y dedicar cada vez más plata del presupuesto a inversión, que es lo que transforma la realidad de los vecinos.

–¿Qué diferencias o matices encuentra entre el presidente y la gobernadora?

–No encuentro diferencias. En términos estructurales o del rumbo de políticas piensan lo mismo. Hay una idea de país, institucional, de diálogo democrático, de gestión, de cercanía con el vecino. Después hay diferencias de personalidades, de procedencia socioeconómica. Quizás María Eugenia y yo somos personas del Conurbano, y eso también te hace tener experiencias personales, que pueden conllevar estilos y algunas actitudes. Pero trabajan muy bien como equipo, tienen una coherencia muy fuerte con respecto a lo que hay que hacer en la provincia de Buenos Aires y la mejor muestra es que ahora el presidente, no porque sea María Eugenia, sino por los bonaerenses, está apoyando a la Provincia. Una provincia que estuvo discriminada muchísimo tiempo, que aporta el 40% y recibe el 20% de los recursos. Antes teníamos un gobernador que esto no se animaba a decirlo, porque si no lo retaban. Más allá de los estilos, creo que trabajan muy bien juntos y van a lograr un cambio histórico en la Provincia.

–La Provincia incorporó como funcionarios a dos ex intendentes peronistas, como Joaquín de la Torre y Francisco Echarren. ¿Se puede gobernar la Provincia sin el peronismo?

–En su momento, en la Ciudad el PRO incorporó peronistas, los ejemplos son (Diego) Santilli y (Cristian) Ritondo. Creo que lo que hay que buscar es la coincidencia en determinados valores y rumbos de políticas públicas. Hoy la Provincia incorpora gente como Joaquín (De la Torre), que le agrega mucho valor porque es un hombre con experiencia, con una buena gestión en San Miguel, y coincide con nosotros en el rumbo de lo que estamos haciendo. Y en ese sentido creo que no es por buscar peronistas. Es por buscar buenas personas que coincidan con nosotros y que quieran laburar para la gente.

–Ya empiezan a circular encuestas que ubican a Cambiemos tercero en la Provincia de Buenos Aires. Como intendente, presente en el territorio, ¿cuál es su análisis?

–Los que miran encuestas y piensan en candidaturas son los opositores. Es lógico: un opositor tienen la responsabilidad de presentar un candidato y una propuesta porque no tiene gestión. Nosotros tenemos gestión. Es muy temprano para decir quién está primero, segundo o tercero porque no se saben ni los candidatos. Los candidatos son los que se les ocurren a los encuestadores. Y también podría decirte, sobre las encuestas de imagen, fijate quién es la persona que tiene mejor imagen en toda la Argentina: la gobernadora María Eugenia Vidal, por lejos. Y cuando la gente tenga que votar, los vecinos de nuestros municipios, de nuestra provincia, van a pensar mucho en la gobernadora y en su gestión. «