El gobierno de Mauricio Macri consiguió que un sector de la autodenominada oposición dialoguista o responsable lo acompañe con el dictamen de mayoría del proyecto de ley que modifica el régimen de las Aseguradores de Riesgo de Trabajo (ART). El kirchnerismo buscará incorporar algunas modificaciones aunque es poco probable que su intento tenga éxito.

El dato es que el massismo llegará al recinto dividido.

Por caso, Héctor Daer, triunviro de la CGT, votará a favor de la iniciativa que ya cuenta con la aprobación del Senado, pero su compañero de bancada, Facundo Moyano, lo hará en contra y sumó su firma al dictamen de rechazo que presentó otra aliada de Sergio Massa, la diputada Margarita Stolbizer.

Apenas un poco más de dos horas le llevó al oficialismo debatir y conseguir las firmas en el plenario de las comisiones de Legislación del Trabajo y de Presupuesto. El dictamen lleva el texto tal como fue aprobado por el Senado en diciembre pasado. Los argumentos del oficialismo giraron alrededor de la necesidad de terminar con una supuesta industria del juicio que, juran, se organiza detrás de los accidentes de trabajo.

Luciano Laspina del PRO aseguró que “hay que frenar la cantidad de juicios que perjudica a las pymes y a los trabajadores en la medida que las primas por el seguro es cada vez más alta”, dijo pero nunca habló de la necesidad de implementar un régimen de prevención de los siniestros en los ámbitos laborales.

Más vehemente en la defensa del texto normativo fue el macrista Eduardo Amadeo. El diputado, fiel representante de la versión menemista del peronismo, se valió de cifras para argumentar a favor de la norma. Señaló que entre 2004 y 2016 “la cobertura a los trabajadores aumentó en un 40 por ciento”, un dato que lo dijo como al pasar para evitar que lo confundan por un comentario favorable al kirchnerismo.

Amadeo sostuvo que si bien en ese período la siniestralidad se había reducido en un 26 por ciento (otro dato positivo de esa década K), no había sucedido lo mismo con los juicios laborales: “La litigiosidad aumentó en un 2600 por ciento porque se pasó de 3000 a 126 mil juicio anuales”. En ese sentido, el legislador macrista aseveró que “este sistema perverso” generó un impacto negativo sobre las Pymes.

El primer destello de división que se vislumbró en la reunión provino de lo que se puede considerar una aliada del massismo.

Stolbizer coquetea con Massa desde hace tiempo aunque todavía mantiene su pertenencia al interboque Progresistas donde participan el socialismo y Libres del Sur. Desde ese lugar la legisladora argumentó en pos de un rechazo total del proyecto. Sostuvo que el proyecto oficialista cuenta con un vicio de inconstitucionalidad que se expresa en la obligatoriedad de recurrir a las comisiones médicas para obtener el visto bueno para poder accionar judicialmente.

“Con el pretexto de bajar juicios se beneficia a un sector y se perjudica a los trabajadores. Se habla de competitividad pero no se puede alardear de ella a costa de la explotación de los trabajadores”, dijo con tono desacostumbrado en ella.

La frase de Stolbizer sorprendió porque sonó muy parecida a los argumentos del diputado del Partido Obrero, Néstor Pitrola, quien indicó que “la reforma del régimen de las ART bloquea la justicia para el trabajador y es una socia para esta flexibilización”. En todo caso, el legislador se diferencio de la líder GEN al sostener que “es vergonzoso que la cúpula de la CGT apoye este proyecto”.

Daer, triunviro de la central sindical y diputado del Frente Renovador, estaba a unos metros del legislador de izquierda. La respuesta llegó poco después cuando Daer señaló que “esta es una ley del Poder Ejecutivo donde la CGT aportó modificaciones que los senadores aceptaron”. No terminó allí: “Hubiésemos querido una ley que prevenga el daño que sufren los trabajadores, hace diez años que lo pedimos. Desgraciadamente en sucesivas reuniones y gobiernos de turno nos decían que estábamos en víspera de ley preventiva que nunca apareció. Ese es el meollo de lo que tenemos que discutir que es prevenir el daño del trabajador y no el esquema de resarcimiento”. Igual anunció su respaldo a la norma.

Pero no todos están de acuerdo en el FR. Facundo Moyano adelantó su voto negativo e incluso firmó el dictamen de Stolbizer de rechazo total a la iniciativa.

La posición del legislador permitió ver la interna que vive el mundo sindical en la CGT al oponerse a un proyecto que cuenta con el visto bueno de la conducción cegetista. Sin vehemencia pero con firmeza Moyano aseguró que “este proyecto va en contra de los derechos de los trabajadores, creo que hay que tener una postura fuerte. El listado de enfermedades es acotado y se preocupan por los litigios y no por la prevención de siniestros. Ataquemos la causa y no el efecto. No se hace porque la prioridad del gobierno es proteger a los empresarios y no a los trabajadores”.

Más allá de estas divergencias es poco probable que el oficialismo corra el riesgo de perder la votación. La falta de una posición común de la oposición lo beneficia porque la mayoría del massismo aportará su respaldo a la norma y los que se oponen votarán en contra junto a Progresistas.

El kirchnerismo, en tanto, buscará incorporar modificaciones pero hasta ahora no hay nada que haga prever como posible tal intento. El próximo miércoles se sabrá la verdad. Si bien todavía no hay hora de inicio es muy posible que al mediodía comience la sesión.