La elección legislativa que se realizará hoy en todo el país para definir el recambio de la mitad de la Cámara de Diputados de la Nación, un tercio del Senado, y renovar Legislaturas provinciales y Concejos Deliberantes de todo el país estará atravesada por la más grave crisis política que le tocó afrontar al, todavía, joven gobierno de Cambiemos en sus casi dos años de gestión. El «caso Maldonado» abarcó el proceso electoral completo: Santiago desapareció durante la represión del 1 de agosto en la Pu Lof Cushamen, es decir, 12 días antes de las PASO, y tardó otros 78 en aparecer en las aguas del río Chubut. El martes, a cinco días de la votación, el hallazgo le imprimió a la recta final de la campaña características inéditas desde el regreso de la democracia. Todas las fuerzas suspendieron las actividades públicas –aunque no cejaron las presentaciones de funcionarios y candidatos del oficialismo en los canales de televisión–, y el plan inicial del gobierno, que buscó reforzar la estrategia de polarización con Unidad Ciudadana apoyado en el pedido de desafuero y detención del exministro de Planificación Federal, Julio De Vido, quedó opacado por las novedades ocurridas en Chubut. 

También para la oposición las noticias llegadas desde la Patagonia implicaron un cambio de planes. La agenda económica, sobre la que recostaron su campaña Unidad Ciudadana y 1País con eje en los efectos del ajuste y el modelo de Mauricio Macri, cedió protagonismo ante la conmoción del hallazgo del cuerpo de Santiago Maldonado.

Las certezas e interrogantes que produjo la identificación están detalladamente narradas en las primeras páginas de esta edición. Los efectos electorales se conocerán esta noche, o tal vez en la madrugada de mañana, cuando el escrutinio provisorio revele si el gobierno nacional pagó costos por la impericia para manejar el caso, o logrará mejorar su buena performance del 13 de agosto. En el test inicial de las PASO, Cambiemos se consolidó como fuerza política con el triunfo en distritos en los que todavía no había ganado –Santa Cruz, San Luis, La Pampa, Neuquén, Entre Ríos y Córdoba–, avanzó, aunque sin imponerse, en Salta, perdió por una diferencia de 20 mil votos la estratégica provincia de Buenos Aires y Santa Fe, ratificó con creces su hegemonía en la Capital Federal y retrocedió algunos puntos en Jujuy.

Desde la oposición, Unidad Ciudadana salió a advertir sobre la posible manipulación del escrutinio y el cambio de reglas de último momento. Denunció entonces la existencia un clima enrarecido, luego de tomar conocimiento de que la Junta Electoral de la provincia de Buenos Aires había modificado el protocolo de actuación ante la eventualidad de que se produzcan amenazas de explosivos en los lugares de votación.

La experiencia del conteo de votos del 13 de agosto pone en estado de alerta al búnker de Cristina Fernández, que se instalará nuevamente en el estadio de Arsenal. Y presagia que –salvo que los números sean contundentes– tanto en Sarandí, como en Costa Salguero, donde el oficialismo esperará los resultados, no será posible anticipar festejos. De hecho, si los hay, estarán contenidos puertas adentro. El clima de la elección no da lugar a expresiones celebratorias en el contexto del duelo que buena parte de la sociedad y la familia de Santiago atraviesan por estas horas.

Los últimos números

El duelo central de esta elección se disputará una vez más en el principal distrito electoral del país: la provincia de Buenos Aires. La exigua diferencia a favor de CFK que arrojaron las PASO alimentó las expectativas de Cambiemos para esta elección. Si bien circularon pocas encuestas en relación con las semanas previas al 13 de agosto, ninguna vislumbró diferencias contundentes. En general le otorgan a Esteban Bullrich entre tres y cinco puntos por encima de Unidad Ciudadana, algunas hablan de empate técnico y todas advierten que esas cifras están dentro del margen de error.

Para asegurarse esta vez un triunfo que oxigene su gestión en la provincia, María Eugenia Vidal tomó las riendas de la campaña al punto de invisibilizar a los candidatos que efectivamente irán en la boleta: Bullrich y Gladys González. Confiada en el efecto arrastre de su buena imagen, no dejó rincón por recorrer ni canal de televisión por visitar. Un camino similar recorrió CFK, aunque ella apostó a reforzar los resultados en los distritos en los que se impuso cómodamente Unidad Ciudadana, y llamó al voto útil de quienes se identifican con el peronismo antes que con su figura, para llevar a Jorge Taiana al Senado. Así, buscó debilitar el voto de Sergio Massa y Florencio Randazzo, que eligieron transitar una tercera vía que resultó castigada en las Primarias. 

En la Ciudad de Buenos Aires se da la paradoja de que el macrismo tuvo que silenciar a último momento a su principal escudo electoral, Elisa Carrió, a raíz de sus lamentables apreciaciones sobre el caso Maldonado. Hasta ayer, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta seguía midiendo con encuestas telefónicas, los daños producidos por las alusiones de la chaqueña a la criogenia de Walt Disney, y las posibilidades de que el artesano estuviera en Chile. En este distrito, el oficialismo espera obtener hoy casi el 55% de los votos. Será inevitable que las miradas apunten al resultado final que, si bien se descuenta ratificará la preferencia porteña por el macrismo, podría repercutir críticamente si sufre alteraciones a la baja que reflejen el pago de costos políticos por la osadía argumentativa de la candidata. «

Qué se elige

Diputados. La provincia de Buenos Aires elegirá hoy a 35 diputados nacionales, la Capital Federal 13, Córdoba elegirá 9, Mendoza 5, Santa Fe 9, La Pampa 3, Río Negro 2, Neuquén 3, Chubut 2, Santa Cruz 3, Tierra del Fuego 2, San Luis 3, San Juan 3, La Rioja 2, Catamarca 3, Santiago del Estero 3, Tucumán 4, Salta 3, Jujuy 3, Formosa 2, Chaco 4, Misiones 3, Corrientes 3 y Entre Ríos, cinco. 

Senadores. De los 72 senadores que tiene la Cámara Alta, se renovarán 24 bancas. Buenos Aires, Misiones, Santa Cruz, San Luis, Formosa, La Rioja, San Juan y Jujuy elegirán a tres representantes: dos por la mayoría y uno por la minoría