El gobiero nacional anuncia este miércoles una serie de medidas paliativas, que podrían extenderse hasta las elecciones de octubre, para afrontar el impacto negativo de la inflación y la depreciación del peso ante el dólar. La fecha del mensaje fue anunciada el jueves pasado por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y fue prevista un día después de la publicación de la tasa de inflación del mes de marzo. El índice fue anunciado este miércoles, llegó al 4,7%, totalizó un 11,8% en el primer trimestre del año y en la comparación interanual registró el 54,7%: el mayor nivel de inflación desde 1991.

Luego de los anuncios, previstos para las 10, los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne; de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, y de Producción y Trabajo, Dante Sica, ofrecerán una conferencia de prensa en la Quinta de Olivos para explicar las medidas económicas.

Al cierre de esta nota, la Casa Rosada no aportó precisiones sobre el formato, el lugar y la hora del mensaje, aunque según pudo saber este diario, el entorno presidencial retoca los detalles del anuncio que, en trazos gruesos, implicará la ampliación del programa Precios Cuidados, a un universo de un centenar de productos, pero de segundas y terceras marcas, dentro de un esquema de descuentos en los comercios que podría reeditar la experiencia que aplicó hace dos años la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, con las promociones subsidadas por el Banco Provincia que incluían rebajas del 50%.

En Balcarce 50 también mencionan la implementación de un sistema más duro en materia de Defensa de la Competencia, para castigar a las firmas que no cumplan con el acuerdo de precios o mantengan prácticas especulativas que, en pocas palabras, podrían implicar maniobras de desabastecimiento.

La batería de medidas, según confiaron fuentes oficiales, podría incluir “alguna medida especialmente concentrada en las clases medias urbanas”, pero por fuera del menú de control de precios, que forma parte de una negociación secreta con los supermercadistas, que evolucionó en forma desdoblada entre el secretario de Comercio, Alejandro Werner y el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica. Ambos mantuvieron contactos paralelos con los principales formadores de precios y con las cadenas alimenticias, en una muestra de las dificultades que afrontó el Ejecutivo para avanzar con un sistema de control de precios que, en rigor, no convence al Presidente, ni a Peña, ni al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.

Durante la noche del martes el presidente informó la decisión de suspender la gira que lo llevaría a visitar Francia y Bélgica el 26 de abril. “Es un momento para estar en el país”, señalaron a Télam fuentes de Presidencia.

Antes de la conferencia de prensa que encabezó Peña el jueves pasado, el ministro coordinador se reunió con los cinco gobernadores que tiene Cambiemos. Por el PRO estuvieron Vidal y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodriguez Larreta, mientras que por la UCR participaron el mandatario mendocino, Alfredo Cornejo, que preside el Comité Nacional partidario; el jujeño Gerardo Morales y el correntino Gustavo Valdés. El encuentro duró tres horas y demandó la presencia de los ministros del Interior, Rogelio Frigerio; de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, y el titular de la AFIP, Leandro Cuccioli.

La Casa Rosada buscó mantener absoluto hermetismo sobre las medidas, pero con el correr de los días, y de la incertidumbre, se conocieron algunos detalles, como la extensión de Precios Cuidados, bajo la premisa estratégica de no hablar de congelamiento de precios.

Junto a los paliativos para el bolsillo de la población, el Gobierno buscó flexibilizar las condiciones acordadas con el Fondo Monetario Internacional, a través de Dujovne que estuvo en Washington este fin de semana para participar de la asamblea de primavera del organismo, pero también para encontrar una fórmula que les permita evitar una nueva corrida cambiaria. Parte de esa estrategia estaba concentrada en obtener un permiso del Fondo para reducir el techo de la banda de flotación del dólar, que actualmente supera los 51 pesos, y ofrecer una inflación controlada para el mismo semestre donde el Gobierno busca frenar la suba de precios. Este miércoles por la tarde, recién llegado de Washington, el titular del Banco Central, Guido Sandleris, anunció el congelamiento del techo de la banda cambiaria, pero no su reducción, una pauta de los tironeos con el Fondo, pero también de la necesidad del Gobierno para controlar la inflación por fuera del acuerdo de precios a través de un permiso del organismo internacional para contener la depreciación del peso.