La defensa de Nicolás Carrizo, detenido en la causa por intento de homicidio a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, sostuvo este viernes que su cliente «no es un asesino» y que «no tenía idea» del plan de los procesados Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte para cometer el atentado. «No tenía ninguna idea de la intención criminal de las dos personas procesadas», afirmó el abogado Gastón Marano en declaraciones a la prensa al arribar a los tribunales federales de Retiro para la declaración indagatoria de Carrizo.

El acusado llegó a Comodoro Py 2002 pasadas las 9 en un camión de traslado de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y en medio de un fuerte operativo de seguridad. Poco antes de las 11 arribó el defensor, quien antes de ingresar al edificio aseguró que Carrizo «no es un asesino de ninguna manera, es un laburante que le daba trabajo a otras personas. Lamentablemente se ha rodeado de las personas menos idóneas para tenerle confianza».

«Vamos a ofrecer toda la prueba para demostrar que es una falsedad absoluta la foto que supuestamente lo muestra el 28 de agosto en las inmediaciones del departamento» de la Vicepresidenta, dijo además. Carrizo será indagado este viernes por la jueza federal María Eugenia Capuchetti, quien ayer procesó con prisión preventiva como coautores del atentado a Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte.

El vínculo entre Carrizo y Sabag Montiel

Sabag Montiel
Fernando Sabag Montiel.

El sindicado jefe de la bautizada «banda de los copitos» quedó detenido el miércoles último por la tarde al presentarse en los tribunales federales de Retiro para retirar su teléfono celular, entregado de manera voluntaria para ser sometido a un peritaje. Pero ante mensajes sospechosos encontrados durante el análisis hecho por la Policía de Seguridad Aeroportuaria, la magistrada dispuso que quede detenido, fue notificado en el tercer piso de Comodoro Py 2002 y de allí trasladado a una cárcel de la PSA en Ezeiza.

Fuentes de la investigación explicaron a Télam que la decisión de detenerlo se tomó porque en su teléfono celular se habrían detectado mensajes con otra persona donde habría mostrado disgusto ante el fracaso del atentado a la Vicepresidenta. A raíz de esos mensajes posteriores al hecho, los investigadores creen que Carrizo «podría haber estado al tanto» de lo que planeaban Sabag Montiel y Uliarte.

Carrizo dio entrevistas a medios de comunicación luego del 1 de septiembre, día del atentado, y también se presentó en el juzgado de Capuchetti para declarar como testigo y negar haber estado al tanto de los plantes de Uliarte y Sabag Montiel, quienes vendían copos de algodón en la calle junto con él. Carrizo era el dueño de la garrafa con la que se elaboraba el producto y el supuesto jefe de los vendedores, que pasaron a conocerse como la «banda de los copitos».

Se trata del cuarto detenido en la causa y la jueza debe definir aún la situación procesal de Agustina Díaz, quien ya fue indagada a raíz de los mensajes que intercambió con su amiga de la escuela y detenida Uliarte. Este jueves, la magistrada rechazó un planteo de excarcelación de Díaz presentado por su defensa particular. Por la tarde la jueza procesó con prisión preventiva como supuestos coautores del fallido intento de asesinato de la Vicepresidenta a Sabag Montiel y a Uliarte. Ambos permanecerán detenidos y sus defensas oficiales deberán definir si apelan o no esta decisión ante la Cámara Federal porteña.

Sabag Montiel, quien dijo ser remisero y «vendedor de algodones de azúcar», permanece detenido en la Unidad de Detención de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Uliarte, por su parte, declaró en la Justicia que su ocupación es ser «vendedora ambulante los fines de semana» y que estaba terminando el último año de la escuela secundaria y había empezado a cursar el programa UBA XXI para ingresar a la carrera de Medicina, según se consignó en el procesamiento.