Axel Kicillof asumió este lunes su segundo mandato como gobernador de Buenos Aires y en el tradicional mensaje ante la Asamblea Legislativa le marcó la cancha al presidente Javier Milei, al asegurar que «lo que falta no se consigue con motosierra ni con ajuste» y que «sin igualdad de oportunidades la libertad es una estafa». El mandatario repasó los primeros cuatro años de gestión, analizó el resultado de las urnas, reclamó más recursos para la provincia, y prometió «seguir gobernando para todos sin distinción». La invitada estelar fue la ex vicepresidenta Cristina Kirchner.

Kicillof ingresó al recinto pasadas las 18.30, tras la proyección de un video que resumía los principales hitos del primer mandato. La vicegobernadora Verónica Magario lo puso en funciones con el tradicional juramento y la entrega de los atributos: la banda y bastón de mando. «Sobra decir que estoy muy emocionado», dijo en el comienzo del discurso en el que dejó muchas definiciones políticas, habló del «contrato electoral» con los bonaerenses, de las necesidades de recursos de la provincia y se ocupó centralmente de sentar posición frente al flamante gobierno nacional de Javier Milei. 

El mandatario habló por apenas media hora ante un recinto de la Cámara de Diputados colmado. Además de los 46 senadores y 92 diputados que conforman la Asamblea Legislativa, se dieron cita intendentes, ministros, legisladores nacionales, sindicalistas, representantes de movimientos sociales, jueces de la Corte, autoridades eclesiásticas, madres y Abuelas de Plaza de Mayo. En el palco central, junto a la familia del gobernador, se ubicó Cristina Kirchner, quien se llevó los aplausos y la ovación en varias oportunidades. «Gracias Cristina por venir, gracias por estar», le dijo el gobernador al mencionarla sobre el final de los agradecimientos, en el que incluyó a su primer gabinete y al que asumirá este miércoles.

En el primer tramo de su discurso, Kicillof agradeció a los bonaerenses «hayan votado como hayan votado» y se comprometió a seguir gobernando «para todos sin distinción». Habló del contrato electoral que firmó con los votantes y aseguró que le renovaron la confianza no para hacer lo mismo sino para «seguir transformando» la provincia. 

Por primera vez, hizo una evaluación de los motivos que condujeron al peronismo a la derrota a nivel nacional y consideró que «faltó rebeldía, justicia social, distribución de la riqueza, igualdad».  Dijo que la gente votó al Frente de Todos para recuperar el salario, el trabajo, la producción y para reducir una inflación muy alta que había dejado Mauricio Macri. «Se pudo hacer mucho en materia de actividad, producción y trabajo, se ampliaron derechos civiles, pero cuatro años después la inflación siguió creciendo y alcanzó niveles angustiantes; los ingresos no se recuperaron», afirmó y consideró que «aún en situaciones excepcionales y desfavorables como la pandemia, la guerra o la sequía, no pudimos dar respuesta como fuerza política a estas necesidades» y esa es indudablemente una de las causas del resultado electoral.


Tras la breve autocrítica, habló del escenario particular en el que le tocará gobernar con La Libertad Avanza gestionando a nivel nacional y sentó posición con mesura, pero respondiendo a las primeras definiciones que Milei realizó en su mensaje de asunción. Puntualizó que el peronismo ganó en las tres instancias electorales de este año en la provincia, recordó que se recuperaron 16 municipios y hoy conducen 84 sobre un total de 135.

«Tomo esta reelección con emoción pero sin exitismo. Estamos obligados a decirlo: pese a todas las dificultades, los bonaerenses evaluaron que lo que falta en materia de vivienda, de educación, de salud, de infraestructura no se consigue ni con motosierra ni con ajuste», señaló en un mensaje al libertario. Y agregó que los bonaerenses dijeron que «no sobran derechos, que no sobra Estado; exactamente al revés: hacen falta más derechos, hace falta más y mejor Estado». En su discurso, Milei advirtió que esta vez el ajuste «lo hará el Estado» y no los privados.

En otro tramo, fue directo al grano y habló de la necesidad de recursos que tiene la provincia, que aporta el 40% y recibe apenas el 22% en materia de coparticipación federal. Buenos Aires depende del giro de recursos de la Nación para compensar ese déficit estructural que arrastra desde que cedió seis puntos de coparticipación, en la década del 80. Precisó que en 2022, Buenos Aires fue la que menos gastó por habitante y es la segunda que menos trabajadores estatales tiene cada mil habitantes. «La provincia de Buenos Aires es la que tiene el Estado más pequeño en relación a su tamaño, tanto en términos de trabajadores como de gastos. Tenemos necesidades de todo tipo. ¿Cuál es la idea? ¿Ahogar a la provincia, sacándole los recursos que recibe?», advirtió.

El gobernador se encargó de remarcar que ni las escuelas, ni el asfalto, ni los hospitales que faltan en la provincia podrán conseguirse sin ayuda de la Nación. «No tenemos que gobernar solo para una fuerza provincial, ni soy el gobernador de una isla, soy gobernador de casi el 40% de los argentinos cuya calidad de vida depende en mucho de lo que haga o deje de hacer el Gobierno Nacional», dijo también.

Kicillof dejó en claro también que reconoce la legitimidad que obtuvo Milei en las urnas, al ganar con más del 55% de los votos las elecciones. Sin embargo, también remarcó que está convencido de que sus ideas no llevarán a un buen resultado al país. «Creo que las propuestas de la fuerza que ganó a nivel nacional no conducen a una mejor sociedad, ni una mejor economía, pero deseo que al Gobierno nacional le vaya bien porque pese a no compartir las propuestas, respetamos profundamente la voluntad popular de los argentinos», dijo ante el aplauso de los presentes. En el mismo sentido, le pidió al gobierno libertario que respete la decisión que tomaron los bonaerenses que «respaldaron masivamente» por el proyecto de defensa de derechos que enarbola el peronismo.  

Ya casi en el final, le pidió al gobierno de Milei «patriotismo» y advirtió que la gente «no votó venganza, ni la caída de los salarios o la destrucción de la industria, ni el perdón a los genocidas», en respuesta a los anuncios del presidente quien dijo que «no hay alternativa al ajuste ni al shock». Recordó además que en la campaña, el presidente prometió que el ajuste no iba a recaer sobre la espalda del pueblo, de los trabajadores, de los maestros, de los jóvenes, de las pymes, de los pequeños productores, de los científicos, de los artistas, de los más humildes y necesitados. «Espero que el nuevo oficialismo nacional no tome su legítimo triunfo electoral como un respaldo a ese tipo de medidas», advirtió.

Amplia convocatoria de Kicillof

La jura convocó a todos los sectores que integran Unión por la Patria y a invitados especiales que fueron llegaron desde temprano a la Legislatura. En las primeras filas del hemiciclo de la Cámara estuvieron las madres de Plaza de Mayo, Herenia Martínez Cámara de Sánchez Viamonte y «Taty» Almeida, y la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Barnes de Carlotto. También estuvieron el ex gobernador Felipe Solá y los ministros provinciales Pablo López (Hacienda); Carlos Bianco (Gobierno); Andrés Larroque (Desarrollo de la Comunidad); Alberto Sileoni (Educación); Javier Rodríguez (Asuntos Agrarios), Augusto Costa (Producción),Gabriel Katopodis (Infraestructura), Estela Díaz (Mujeres), Jorge D´Onofrio (Transporte); Daniel Vilar (Ambiente), Nicolás Kreplak (Salud); Cristina Álvarez Rodríguez (Jefa de Asesores), Walter Correa (Trabajo); Florencia Saintout (Instituto Cultural), y el director ejecutivo de ARBA, Cristian Girard, y el flamante intendente de La Plata, Julio Alak.

También llegaron hasta La Plata para la jura de Kicillof los senadores nacionales de UxP, Oscar Parrilli, Eduardo Wado De Pedro, Juliana Di Tullio y Juan Manzur; los diputados nacionales Máximo Kirchner, Leopoldo Moreau, Victoria Tolosa Paz, Hugo Yasky, Daniel Gollán, Vanesa Siley, Sergio Palazzo, Micaela Morán, Mónica Litza, Ramiro Gutiérrez, Mónica Macha y Julio Pereyra. Compartieron ubicaciones con los ministros de la Corte, Sergio Torres e Hilda Kogan.

Los gremios también dijeron presente: estuvo el líder camionero Hugo Moyano y el cotitular de la CGT, Héctor Daer; el titular de la UOM, Abel Furlán; la secretaria general de UPCN provincia, Fabiola Mosquera; y el secretario general de la CTA Autónoma, Hugo Godoy.

Los intendentes coparon varios palcos. Entre los presentes estuvieron Fernando Espinoza (La Matanza), Mario Secco (Ensenada), Fabián Cagliardi (Berisso), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Mayra Mendoza (Quilmes); Gustavo Barrera (Villa Gesell); Gastón Granados (Ezeiza), Ustarroz (Mercedes), Mariel Fernández (Moreno), Ricardo Moccero (Coronel Suárez) y Rodrigo Aristimuño (Coronel Rosales), entre otros.