Tras la suspensión por el apagón, Axel Kicillof brindó finalmente este lunes su discurso ante los diputados y senadores bonaerenses. Mate en mano, el gobernador realizó un balance de los tres años de gestión, con especial énfasis en educación, salud y producción; cargó duro contra la Corte Suprema de Justicia por el fallo sobre la coparticipación federal a favor de la Ciudad Autónoma y deslizó que irá por la reelección: «Hemos gobernado de cerca con austeridad, verdad y compromiso. Será el pueblo el que nos dirá para qué estamos».

La sesión especial conjunta, convocada luego de la suspensión de la Asamblea legislativa del último miércoles por el apagón de luz, comenzó pasadas las 9 con el recinto lleno y los palcos copados por intendentes del Frente de Todos y gremialistas, entre ellos el líder de los camioneros, Hugo Moyano. Kicillof brindó su discurso, como marca el artículo 144 de la Constitución provincial, acompañado por la vicegobernadora Verónica Magario, y el titular de Diputados, Federico Otermín.

A lo largo de tres horas, el mandatario repasó las principales políticas llevadas adelante en las distintas áreas y enumeró los «derechos» que su gestión logró garantizar para los bonaerenses. Puso el acento en la educación, la salud, la seguridad, las obras hidráulicas, la producción, el trabajo. Y, en tono electoral, disparó que «el dilema en este año para la sociedad será la derecha o los derechos».

En el arranque, agradeció especialmente al presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner por el apoyo y los recursos «concretos» otorgados a la provincia. Y especialmente por la lucha en la pelea por la coparticipación federal y el fallo de la Corte al que calificó de «bochornoso». También a los legisladores del oficialismo y la oposición por las leyes que fueron aprobadas el año pasado, pero no sin olvidar los que quedaron en el camino: «Les pido que el año electoral no obstaculice proyectos importantes para las y los bonaerenses». Y en el final, elogió el trabajo de los 135 intendentes, tanto los del Frente de Todos como de Juntos.

En los primeros minutos de su discurso ante los 92 diputados y 46 senadores, el mandatario se refirió a su futuro electoral. Fue al hablar del gabinete con el que encaró estos tres años de gobierno y que, remarcó, «puso el cuerpo en estos años donde gobernar no fue sencillo». Y ya en tono electoral, subrayó que el discurso era especial porque era «el último de esta primera etapa», confirmando así que buscará un segundo mandato este año en las urnas.

«Hemos gobernado de cerca con austeridad, verdad y compromiso. Será el pueblo, en el futuro, el que nos dirá para qué estamos», señaló. Sus palabras generaron un aplauso cerrado de todo el oficialismo, al que más tarde -ya en el cierre de la sesión- se le sumaron los clásicos cantitos: «Borombombón, borombombón, es para Axel la reelección».

En ese marco, también pidió confrontar modelos y proyectos de país y recordó cuáles fueron las consecuencias del gobierno de Cambiemos. Entonces, lanzó la frase que ya es casi un slogan de su campaña: «Estamos en un año electoral y la sociedad va a tener que decidir qué camino seguir: por eso el dilema de este año es la derecha o los derechos», dijo y remarcó que el peronismo «siempre defendió el derecho al futuro para todos y no para pocos. Nos proponemos escribir un nuevo capítulo de esa larga historia transformadora».

Kicillof también aprovechó el primer tramo de su mensaje para referirse al intento de magnicidio de la vicepresidenta Cristina Kirchner. «Nos tiene que doler no solo a quienes queremos a Cristina sino a quienes queremos a la democracia», subrayó y pidió que la justicia investigue a quienes ejecutaron y financiaron el atentado. Y consideró que «a esto se agrega la proscripción» de la ex presidenta, en relación a la condena en la causa Vialidad.

Siguió con el reclamo por la coparticipación federal y volvió a cargar contra el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que subió al 2,95% la masa de recursos que recibe la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. «Es un fallo ilegal que le saca recursos a todas las provincias para dárselos a la ciudad más rica del país», subrayó y enumeró las diferencias que separan a la Ciudad y la Provincia, desde la extensión geográfica y las deudas sociales de cada jurisdicción para concluir que «es ridícula» la comparación porque «hay una terrible desigualdad entre las necesidades y los recursos», ya que la Provincia aporta el 39% de los recursos coparticipables y sólo recibe el 22%.

En este punto, realizó su primer anuncio al convocar a todos los legisladores a formar una comisión destinada al reclamo permanente por los recursos de la coparticipación. Y chicaneó a los legisladores de Juntos como Diego Santilli y Cristian Ritondo, que se postulan para competir por la Gobernación, al pedirles que «se comprometan» con el reclamo. «Espero que esta agenda esté en el centro de la campaña electoral que se viene», dijo. «Lo que nos toca como generación de dirigentes bonaerenses es recuperar los recursos que le fueron arrancados a nuestra provincia», agregó.

Delineó luego la lista de proyectos que planea enviar el Ejecutivo este año a la Legislatura. En primer lugar, volvió a pedir a la oposición que trate la derogación de la ley 15008, de régimen jubilatorio del Banco Provincia, que fue cambiada durante el gobierno de María Eugenia Vidal. El proyecto perdió estado parlamentario a fines de febrero por falta de tratamiento y es por eso que el Ejecutivo volverá a enviarlo.

«La ley que se aplicó en el gobierno pasado generó un desastre. Se presentaron 5 mil recursos de amparo en contra. Es una ley muerta», explicó Kicillof y apuntó que «hasta el procurador nombrado por el gobierno anterior (en referencia a Julio Conte Grand) dictó su inconstitucionalidad». Recordó que trabajaron un año en el proyecto que restituía el 82% móvil a los jubilados y que, cuando estaba a punto de aprobarse, Juntos no quiso bajar al recinto. «Aparentemente llegó un llamado desde la Capital Federal que impidió la aprobación», dijo en relación al ex presidente. Y sostuvo que, si se hubiera aprobado, el déficit de la caja jubilatoria hubiera sido del 25% menos.

Entre otros proyectos que duermen también mencionó la ley de trasplante de órganos, la ley de Ética Pública, ley de guardaparques, la reforma integral de la policía y la declaración de ciudadana ilustre post mortem a la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. Luego, adelantó que enviará varias iniciativas nuevas como la ley de abordaje integral de la violencia por razones de género, la ley de creación de empresas de emergencia, la ley de desarrollo y promoción de la industria audiovisual de la provincia, entre otras.

El balance de Kicillof

La mayor parte del discurso estuvo destinado a repasar los avances en cada una de las áreas de gobierno. En el extenso y minucioso mensaje de 45 páginas que llevó por escrito y sobre el que improvisó en algunos pasajes, Kicillof destacó las políticas impulsadas para garantizar diez derechos: a la Salud, la Educación, la Producción y el trabajo, al desarrollo, al hogar, a la dignidad, a la protección, a disfrutar, al futuro y a elegir.

El balance arrancó con la educación. Destacó que en estos cuatro años las clases arrancaron en tiempo y forma y que la gestión inauguró 148 edificios escolares nuevos, pese a atravesar dos años de pandemia. «No tuvimos un sólo día de paro. Vamos a cumplir 190 días de clase como el año pasado», dijo y destacó el acuerdo salarial alcanzado por una suba del 40% con los docentes y con los estatales también. Hubo un fuerte agradecimiento a los sindicatos del Frente de Unidad Gremial.

En Salud remarcó la inversión que permitió triplicar la cantidad de camas de terapia intensiva, terminar 87 obras en hospitales y realizar otras 45 este año. En materia productiva y laboral, dijo que la tasa de desempleo bajó del 11% en 2019 al 8%, pero admitió que es «insuficiente». «Falta que se recuperen los salarios y la redistribución», definió.

En Seguridad destacó que se incorporaron 4.500 nuevos patrulleros y más policías, y al hablar del «derecho a la dignidad», precisó que su gestión pavimento 11 mil cuadras de tierra. «Transformamos tierra en asfalto. Me gusta decir que construimos dignidad. Vamos a seguir asfaltando calles de tierra con el plan 6×6 en la provincia de Buenos Aires», agregó.

Destacó también los kilómetros de rutas nuevos en el Corredor del Atlántico y las más de 36 mil viviendas en construcción. En este punto, habló de las que se están levantando en Guernica, tras la toma de tierras y el desalojo de 2020. «Nadie habla más de Guernica, tal vez es porque en Guernica se están construyendo ya 160 viviendas y hay 693 en licitación. Lo pueden ir a ver», dijo y chicaneó a los medios hegemónicos: «Estaría bueno un móvil, un notero que vaya a ver cómo anda la cosa».

En el final habló del «derecho a elegir» y de las elecciones generales que tendrán lugar este año. Sostuvo que “en la provincia de Buenos Aires aún hay muchas necesidades por resolver en una sociedad fragmentada por intolerables desigualdades” e invitó a los legisladores a «seguir avanzando derecho al futuro, sigamos construyendo un futuro con derechos, un futuro mejor».

Algunos cruces

Kicillof dedicó un tramo importante de su discurso a hablar de la situación actual del IOMA, lo que generó un duro cruce con la oposición. El jefe del bloque de diputados de Juntos, Maximiliano Abad, y el senador Walter Lanaro, intentaron interrumpirlo a los gritos para desmentir lo que estaba diciendo sobre el saneamiento y el pago de deudas a prestadores en la obra social de los empleados públicos de la provincia. «Ahora hablo de cómo recibí IOMA», les retrucó Kicillof y detalló: «Recibimos un IOMA con déficit económico por primera vez desde 2001. Después charlamos. No hagamos un show, después te escucho Abad».

La vicegobernadora Magario medió para poner orden en el recinto. «No quiero chicanear pero (tengan) verdad y memoria para criticar también», volvió Kicillof y se refirió, aunque sin entrar en detalles al conflicto con el intendente de San Nicolás, Manuel Passaglia, quien anunció que los empleados municipales dejarán de usar la obra social bonaerense, una decisión que fue aplaudida por el ex presidente Mauricio Macri. «Ya le han contestado tanto a las declaraciones del intendente como del expresidente, pero no creo que vayamos a hacer una campaña lógica y provechosa dando golpes de efecto poniendo la salud en riesgo de los trabajadores, así no», advirtió el mandatario.

Presencias

Las primeras filas del recinto fueron ocupadas por el gabinete provincial e invitados especiales como la ministra de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, Hilda Kogan; la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz; el procurador del Tesoro, Carlos Zannini, los legisladores Daniel Gollan, Juliana Di Tullio, y la presidenta del Banco Nación, Silvina Batakis.

El líder de los camioneros, Hugo Moyano, siguió el discurso desde uno de los palcos, al que se sumaron más tarde los gremialistas bonaerenses como la titular de UPCN, Fabiola Mosquera; el secretario general de ATE Provincia, Oscar De Isasi, y el de SUTEBA, Roberto Baradel, que venían de firmar el acuerdo paritario unos minutos antes en la Gobernación.

Otro de los palcos estuvo ocupado por los intendentes Fernando Espinoza (La Matanza); Mayra Mendoza (Quilmes); Mario Secco (Ensenada), Fabián Cagliardi (Berisso), Julio Marini (Benito Juárez), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Marisa Fassi (Cañuelas), Germán Lago (Alberti) y Karina Menéndez (Merlo), entre otros. En tanto, los legisladores nacionales de Juntos, Diego Santilli y Facundo Manes, junto al intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, también llegaron hasta la Legislatura y siguieron el mensaje desde el despacho de la presidencia de Juntos denunciando que los habían dejado «afuera» del recinto. Desde el gobierno los desmintieron mostrando la foto de sus asientos vacíos en las primeras filas del hemiciclo donde se sientan los invitados especiales a las sesiones.